Uno de los animales que más llaman la atención por sus características es el murciélago. Estos animales tienen hábitos nocturnos y viven en diferentes ecosistemas en muchas partes del mundo. Ellos prefieren los lugares oscuros para pasar el día, y es muy común que se les vea en casas o construcciones abandonadas, en cuevas o grutas, donde forman colonias de miles o, incluso, millones de individuos.
Hay cerca de un millar de especies de murciélagos, y según éstas, su dieta varía. Algunos consumen polen, otras comen insectos, frutas, peces, etc. y solo tres especies se alimentaron de sangre, característica que ha generado temor y mitos en muchos pueblos desde tiempos antiguos.
No obstante, los murciélagos juegan un papel relevante en la salud del medio ambiente. Los insectívoros ayudan a controlar plagas de insectos, lo cual beneficia a las labores agrícolas. Los que gustan del polen contribuyen a la polinización de muchas plantas útiles para el hombre. Los frugívoros dispersan las semillas de lo que consumen, y ello permite regenerar diversas plantas en distintas regiones.
En el estado de Campeche, al sureste de México, la mayor concentración de murciélagos se halla en una gran cueva próxima al km 106 de la carretera Escárcega-Xpujil, dentro de la Reserva de la Biósfera de Calakmul. Se ha calculado que allá existe un promedio de dos millones de murciélagos, integrados por una especie de insectívoros y siete especies de frugívoros.
Importancia de los murciélagos para los mayas
Para los mayas prehispánicos, los murciélagos formaban parte de sus creencias religiosas, mitos y ceremonias, es decir, de su cosmovisión. Eran concebidos como seres de la oscuridad y relacionados con las deidades de la noche, de la muerte y del inframundo. La palabra maya yucateca para este mamífero volador era zotz, al tiempo que la voz náhuatl para ello era tzinacan. De esas palabras derivan los nombres de poblados modernos como Sodzil, Camp., San Antonio Sotsil, Yuc., Zinacantán, Chis., Tzinacapan, Pue. o bien Zinacantepec, Edo. Mex.
Durante el periodo clásico, el murciélago también fue usado para formar parte del topónimo de varias ciudades. El más conocido es Copán, en Honduras, cuyo glifo emblema luce la cabeza inconfundible de un quiróptero de nariz prominente. Otro “lugar del murciélago” fue Uxul, donde se ha registrado ese topónimo en la Estela 3 antes de ser incorporado al ámbito geopolítico de Calakmul en el año 636 d.C., en el sur de Campeche. un tercer caso de murciélago como elemento principal del nombre de un sitio, es Lacanhá, en Chiapas. Otros sitios que utilizaron la figura del murciélago como topónimo durante algunos años fueron Bonampak, Dzibanché, Calakmul y Oxpemul.
En fechas recientes, el glifo emblema del murciélago también ha sido encontrado en una escalinata jeroglífica del sitio El Palmar, en el sur de Campeche.
A qué eran asociados los murciélagos en la cultura maya
Además, a lo largo de la historia maya precolombina, los murciélagos fueron asociados a temas como la decapitación, la fertilidad/sexualidad, y la destrucción de la luz. El corte de cabeza humana implica su identificación como sede del raciocinio, del pensamiento y, a la vez, como lugar del que mana la fuerza espiritual. La decapitación del enemigo fue una práctica común en muchos pueblos mesoamericanos y de otras regiones del mundo. Hay que recordar, también las representaciones de “cabezas de trofeo”, que portan algunos dignatarios y/o guerreros mayas como parte de su atuendo.
La relación de los murciélagos con la fertilidad y la sexualidad es evidente al mostrarlos con genitales masculinos, tanto en vasijas polícromas, como en las conocidas esculturas de Copán. Cabe comentar que en la plástica maya del periodo Clásico, son raros los ejemplos de personajes humanos que se representan con genitales, siendo esto casi siempre evidencia de castigo o degradación. No obstante, al parecer las representaciones de animales podían hacerse con mayor libertad.
Por lo que toca a la destrucción de la luz, la imagen del quiróptero estaba francamente asociada al ámbito nocturno, a los espacios oscuros, y varios mitos refieren la muerte o el daño de un personaje como su “apagamiento” o transformación en astro de menor luz o brillo. Varios pasajes del Popol Vuh aluden a ello y de ahí la idea de la Luna como un Sol de la noche.