La crisis por el fentanilo en los países de América del Norte ha generado tensión entre los gobiernos de México, Estados Unidos y China. A pesar de ser considerado como de alto riesgo por su nivel de letalidad, la presencia del opioide en diversos medicamentos falsificados han facilitado su acceso y consumo. De hecho, una de sus presentaciones más conocidas es la droga identificada como M-30.
De acuerdo con la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) del gobierno de los Estados Unidos, la sustancia es conocida en las calles como M-30 debido a la similitud de su aspecto con las píldoras legítimas del medicamento conocido con el nombre genérico de oxicodona en su versión de 30 mg. No obstante, también pueden parecerse a las de hidrocodona, alprazolam, Adderall, entre otros.
Generalmente, las pastillas comercializadas son de color azul y cuentan con la letra “M” y el número “30″ grabado en cada una de sus caras. El objetivo de dicha presentación es que la sustancia falsificada pueda pasar inadvertida e introducirse en el mercado de medicamentos con mayor facilidad.
Otras de las presentaciones en que pueden hallarse son en pastillas de color verdoso o tonalidades pálidas. De igual forma, se han identificado bajo otros nombres como “K9″, “215″ y “v48″.
El riesgo de la pastilla M-30 radica en sus componentes. A diferencia los medicamentos legítimos, cuya producción se encuentra regulada por las autoridades sanitarias. Al interior de laboratorios clandestinos, las píldoras falsificadas suele añadirse el opioide de fentanilo o metanfetamina en cantidades irregulares que pueden poner en riesgo la salud de quien las consume.
Al respecto, en un estudio realizado por la DEA en diversos lotes de fármacos falsificados incautados determinaron que cuatro de cada 10 de las pastillas con fentanilo contienen una dosis potencialmente letal. Cabe mencionar que, como analgésico, el fentanilo puede llegar a ser hasta 50 veces más potente de la heroína y 100 más que la morfina.
¿Cuáles son las consecuencias por el consumo de la pastilla M-30?
El principal riesgo por el consumo de pastillas falsificadas conocidas como M-30 es la sobredosis por fentanilo o metanfetamina, debido a su cantidad irregular dentro de la sustancia.
“La sobredosis de fentanilo puede provocar estupor, cambios en el tamaño de las pupilas, piel fría y pegajosa, cianosis, coma e insuficiencia respiratoria que conduce a la muerte. La presencia de esta triada de síntomas como el coma, las pupilas puntiformes y la depresión respiratoria son un fuerte indicio de intoxicación por opioides”, señala la DEA.
De acuerdo con las autoridades estadounidenses, los grupos del crimen organizado han aprovechado la crisis de los opioides y del consumo indebido de los medicamentos recetados para colocar en el mercado ilegal los medicamentos apócrifos. Y es que, además de las personas que recurren a dichas sustancias por prescripción médica, otro sector de la población lo hace para experimentar sus efectos.
Por ejemplo, la oxicodona legítima es un analgésico opiáceo recetado contra el dolor moderado a fuerte en diversos pacientes que requieren un medicamento para aliviar la dolencia todo el tiempo durante un periodo prolongado. Su principal función es cambiar la manera en que el cerebro y el sistema nervioso responde al dolor, según el portal Medline Plus.
En la actualidad, las pastillas apócrifas conocidas como M-30 son vendidas y adquiridas con facilidad en redes sociales así como en plataformas de comercio electrónico. Debido a que pueden ser adquiridas por cualquier persona con acceso a un dispositivo inteligente, así como las dudas en torno a su procedencia y contenido, las autoridades han alertado sobre los riesgos de su consumo y las recomendaciones para evitarlo.
Ante ello, se recomienda no aceptar o consumir pastillas de oxicodona u otros medicamentos opiáceos en caso de que no provengan de una farmacia o proveedor certificado por las autoridades sanitarias del país.