La Oficina en México del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) condenó este 5 de abril el asesinato de Eustacio Alcalá Díaz, defensor del medioambiente; Gustavo Robles Taboada, activista LGBT+, así como la desaparición forzada de Esthela Guadalupe Estrada, buscadora de personas desaparecidas.
A través de un comunicado, la organización se manifestó en contra de la violencia hacia las personas defensoras de derechos humanos. “Defender los derechos humanos no debe afectar los derechos a la vida y la libertad. Estas tres personas, a través de sus acciones, defendieron ideales de justicia social e igualdad, así como los derechos a ser buscados y de los pueblos indígenas”, expresó Jesús Peña Palacios, Representante Adjunto de la ONU-Derechos Humanos en México.
Asimismo, destacó que —pese a operar bajo contextos de extrema violencia dichas personas continuaron “apostando por el poder transformador de los derechos humanos”.
Eustacio Alcalá era un defender ambiental, particularmente en el estado de Michoacán. De origen nahua, el activista peleó en contra de una empresa minera que logró una concesión sin antes consultar con la comunidad de San Juan Huitzontla.
En 2022, Eustacio y pobladores de la zona ganaron un amparo —tras un litigio de tres años— con el que finalmente lograron cancelar la concesión, la cual fue entregada sin respetar las normas internacionales respecto al consentimiento de los pueblos. Alcalá Díaz fue secuestrado por un grupo armado el pasado 1 de abril y encontrado sin vida tres días después, lunes 4 de abril.
Por su parte, Gustavo Robles Taboada era profesor y defensor de la comunidad LGBT+ en Morelos. Fue parte de las exigencias colectivas para que personas del mismo sexo pudieran contraer matrimonio, con lo que el municipio de Ayala se convirtió en la primera demarcación de la entidad en lograr una boda entre dos hombres.
Hasta antes de su asesinato el pasado 28 de marzo en Cuautla, Morelos, se desempeñaba como director de Turismo en el Ayuntamiento de Ayala, en el gobierno de Isaac Pimentel. El homicidio aún es investigado por la fiscalía local.
Por su parte, Esthela Guadalupe Ávila es hija de Yadira Ávila; ambas son integrantes del Colectivo de familiares de personas desaparecidas Luz de Esperanza, en el estado de Jalisco. Ambas buscaban a Alfredo Estrada, su hijo y hermano, desde 2020.
Fue sustraída desde su casa en el fraccionamiento Santa Fe, en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, durante la madrugada del pasado 30 de marzo. Al momento se desconoce su paradero.
“Es preocupante que Esthela Guadalupe Estrada Ávila haya desaparecido a pesar de contar con medidas de protección. Esto nos habla del difícil contexto en el que deben llevar a cabo su labor quienes defienden los derechos humanos”, acotó Peña Palacios.
De acuerdo con el Representante Adjunto, estos casos son el reflejo de la ausencia de medidas adecuadas preventivas para las personas defensoras. “Es importante que se lleven a cabo actividades de búsqueda eficaces y oportunas, con la necesaria coordinación entre los sistemas de búsqueda y de procuración de justicia, que permitan esclarecer su paradero a la mayor brevedad posible”, completó.
En consecuencia, el organismo internacional exhortó a las autoridades mexicanas a llevar a cabo las indagatorias de manera “pronta e imparcial”, a fin de que se agoten todas las líneas de investigación y “que abarque a todas las personas presuntamente responsables, tanto materiales como intelectuales”.
Entre tanto, recientemente el portavoz de Antonio Guterres, secretario general de la ONU, pidió al gobierno de México que se realice una investigación exahustiva con respecto a la muerte de 40 migrantes, quienes fallecieron calcinados en una estancia del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez.