Con la letra “M” como insignia y conocidos también como “Los carnales” la Mexican Mafia se ha consolidado desde 1957 como una de las pandillas más peligrosas que han operado tanto en el estado de California como en al menos otros 13 estados del país de las barras y las estrellas.
Documentos desclasificados del Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) consultados por Infobae México, dan cuenta que desde 1973 dicho servicio de inteligencia estadounidense tenía ubicada a la pandilla como “La Eme”, “La Mafia” o “Mafia Eme”.
“Una fuente confidencial que brindó información confiable en el pasado informó que la organización usa la fuerza y la violencia en relación con problemas raciales, aboga por ataques violentos y actividades perturbadoras contra la autoridad del Departamento Correccional de California y participa en rebeliones, insurrecciones y destrucción en la prisión de San Quentin”, se lee en la investigación del FBI fechada en diciembre de 1973 en San Francisco.
Dicha información confirma que el origen de la Mexican Mafia se remonta a las prisiones estadounidenses, en donde internos -en su mayoría de origen mexicano- se organizaron para consolidar la pandilla en los años 50′s, no obstante, al ir saliendo de la cárcel su poderío y presencia se extendió ya no solo a diferentes entidades de Estados Unidos sino también a México, en donde afianzaron alianzas con algunos de los cárteles del narcotráfico más poderosos.
El origen de la Mexican Mafia
De acuerdo con información difundida por la enciclopedia Britannica, la Mexican Mafia fue fundada en 1957 en el centro penitenciario de California conocido como Deuel Vocational Institution, el cual cerró sus puertas en 2021.
El miembro fundador de la pandilla fue un hombre llamado Luis Flores -mejor conocido como Huero Buff- quien se dedicó a seleccionar y reclutar a miembros de pandillas hispanas establecidas en Los Ángeles para formar un grupo delictivo que crecería hasta controlar despiadadamente el sistema penitenciario de California.
La enciclopedia Britannica detalló que para lograr dicho objetivo, Luis Flores modeló a “La Eme” con la composición organizativa de la mafia siciliana, de modo que logró unir a diversas pandillas hispanas uniendo a sus líderes.
“La membresía es de por vida y requiere un patrocinador y un juramento de sangre para unirse. Los símbolos incluyen la letra M y un tatuaje de mano negra”, se lee en el artículo de la enciclopedia firmado por Michele Metych.
Rápidamente la Mexican Mafia logró consolidarse como pandilla ya que los individuos se agruparon en una organización que reflejaba su origen étnico e idioma y que además estaba dirigido a la autoprotección de los reclusos y el control de actividades ilegales dentro de los muros de las prisiones y en las calles, según constata la investigación del FBI de 1973 consultada por Infobae México.
Dicha investigación del Buró Federal de Investigaciones da cuenta también de que al salir de prisión los miembros de la pandilla extendieron su poder a la comunidad comercializando narcóticos e, incluso, alcanzaron cierto éxito al hacerse cargo de programas y fundaciones financiados por el gobierno federal.
El vínculo con los cárteles mexicanos
La organización especializada en temas de narcotráfico, InSight Crime, dio a conocer en una investigación la historia de Nelson Alexander Flores Pacheco, mejor conocido como “El Mula”.
Dicho personaje originario de El Salvador fue desplazado de su país por la Guerra Civil hasta Estados Unidos en donde no tardó en unirse a la pandilla transnacional de la Mara Salvatrucha (MS13) asentados en Los Ángeles, California.
Tras una serie de eventos desafortunados, “El Mula” ingresó a la prisión Big Sandy en el estado de Kentucky en donde conoció a José Landa Rodríguez, alias “Fox” quien se desempeñaba como uno de los líderes de la Mexican Mafia.
Dicho vínculo con el líder de “La Eme” llevó a Nelson Alexander a establecer relaciones con otro miembro de la pandilla que operaba en Tijuana, quien a su vez conectó a “El Mula” con miembros de la organización criminal originaria del estado de Michoacán conocida como Los Caballeros Templarios.
Pese a dicho vínculo, diversas investigaciones han constatado que las pandillas estadounidenses realizan negocios con cualquier cártel que les ofrezca un mejor precio, de modo que Nelson Alexander no tardó mucho en convertirse en el vínculo entre la Mexican Mafia y el Cártel de Sinaloa.
Asimismo, la investigación de la organización especialista en temas de narcotráfico apuntó también relaciones entre la pandilla y un pequeño grupo de San Luis Río Colorado en Sonora que, aunque no se especificó el nombre, se presume que podría tratarse del Cártel de Caborca, organización criminal que ha controlado dicho territorio durante décadas.
Otro ejemplo de los vínculos que la Mexican Mafia ha mantenido con cárteles mexicanos fue citado en un informe del estado de California en el que se habla de un acuerdo conocido como “El Proyecto” en el cual está involucrada la pandilla estadounidense y la Familia Michoacana.
Información difundida por Insight Crime apunta a que, como parte del convenio, la pandilla protegía los envíos y las ventas de metanfetamina de la Familia Michoacana además de que cobraba deudas, brindaba protección a sus miembros encarcelados e impedía que otros criminales trataran de reducir las ganancias. A cambio, la Mexican Mafia recibió USD 500 mil, un porcentaje de ingresos y un descuento en la compra de drogas.