Cuáles son las huellas que la contaminación en CDMX deja en los bebés recién nacidos

Un estudio demostró el efecto negativo que los elevados niveles de partículas tóxicas en el aire de la capital y la zona metropolitana puede tener durante y después del embarazo

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Cerca de 300 recién nacidos registraron afectaciones por los índices de contaminación en la Ciudad de México (IMSS /CUARTOSCURO.COM)
Cerca de 300 recién nacidos registraron afectaciones por los índices de contaminación en la Ciudad de México (IMSS /CUARTOSCURO.COM)

Además de repercutir en la salud de las vías respiratorias de las personas habitantes en la Ciudad de México y el Área Metropolitana, la contaminación del aire causa estragos en los bebés desde el embarazo. Así lo demostró un estudio realizado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

De acuerdo con los resultados del estudio realizado con cerca de 300 mujeres y sus hijos recién nacidos, mismos que fueron difundidos por la investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas de la UNAM, María Eugenia Gonsebatt Bonaparte, las repercusiones negativas contemplan mutaciones genéticas, así como menor talla y peso al nacer.

“Queríamos saber si la contaminación atmosférica afectaba de alguna manera al recién nacido, pues ya había estudios similares en otras ciudades del mundo. Sí, el aire contaminado que respiran las mamás llega a los bebés. Algunas partículas que circulan en el aire se unen con material genético y se forman aductos de hidrocarburos aromáticos policíclicos”, detalló en un comunicado difundido por la entidad académica.

Los elevados índices de ozono afectan la salud respiratoria de las personas (DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM)
Los elevados índices de ozono afectan la salud respiratoria de las personas (DANIEL AUGUSTO /CUARTOSCURO.COM)

El aire de la ciudad de México está contaminado, principalmente, por partículas PM 2.5 y Ozono. En ese sentido, analizaron muestras de sangre recolectadas entre mujeres embarazadas con residencia en el norte de la capital, así como del cordón umbilical de sus bebés recién nacidos para comprobar la presencia de los hidrocarburos en su material genético.

“Consideramos las partículas como indicador de que había contaminación y vimos que mientras más expuestos estaban las mamás y los bebés, más aductos de hidrocarburos tenían en su material genético y más daño en sus células sanguíneas. Además, vimos que a mayor exposición hay menor peso y tamaño de los bebés al nacer”, detalló la académica.

Además del daño genético, así como el bajo peso y talla al nacer, la especialista advirtió que puede haber efectos negativos en la salud de los recién nacidos a largo plazo. Hasta ahora no han podido corroborarse cuáles son, no obstante, estudios consideran el posible desarrollo de algunas enfermedades en vías respiratorias como asma o cáncer.

Los vehículos de combustión interna son las principales fuentes contaminantes (Foto: Cuartoscuro)
Los vehículos de combustión interna son las principales fuentes contaminantes (Foto: Cuartoscuro)

“No podemos asegurar que eso va a pasar con los niños, pero es una luz roja o amarilla, al menos para seguir monitoreando la contaminación, no cesar en la lucha por disimularla; que se sigan implementando medidas para reducir las contingencias y los incendios en la Ciudad de México”, expresó.

El estudio realizado entre los años 2014 y 2016 contempló a madres que no fueran fumadoras o que convivieran con una persona fumadora. De igual forma, se verificó el óptimo estado de salud de los bebés durante el embarazo, motivo por el cual la exposición al humo del cigarro durante la gestación puede agravar los problemas en la salud del recién nacido.

Cabe destacar que, de acuerdo con el gobierno de la Ciudad de México, la mayoría de las fuentes contaminantes se ubican al centro norte de la capital, por lo que dichas zona cuentan con mayores índices de contaminación. No obstante, las partículas son arrastradas al resto de la entidad por el aire. De igual forma, pueden reaccionar con la luz solar y convertirse en ozono, un gas más dañino.

El uso de la bicicleta y el transporte público puede ser benéfico para reducir los niveles de ozono en el aire de la capital (Foto: Cuartoscuro)
El uso de la bicicleta y el transporte público puede ser benéfico para reducir los niveles de ozono en el aire de la capital (Foto: Cuartoscuro)

¿Por qué el ozono es malo para la salud?

El ozono es un gas conformado por tres átomos de oxígeno presente en el aire. No obstante, su concentración en grandes cantidades puede provocar afecciones como irritamiento de vías respiratorias, agravamiento de los síntomas del asma, así como enfermedades pulmonares crónicas, reducción de la función pulmonar y, por tanto, reducción de la esperanza de vida.

Sus principales fuentes de emisión son los vehículos impulsados por combustibles fósiles, las fugas de gas LP y gas natural, las industrias y las estaciones de gasolina. En ese sentido, la especialista recomendó volver más eficiente el consumo energético de industrias y viviendas, fomentar el acceso a fuentes no contaminantes y optar por otras opciones de movilidad ajenas al automóvil particular.

“En partículas PM 2.5 y PM 10, los estándares que tenemos en la Ciudad de México están por encima de los recomendados por la OMS; se han modificado, pero no debemos bajar la guardia, seguir el monitoreo y continuar subiendo los límites de estos”, expresó.

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