Así lucía el Templo Mayor de Tenochtitlan, lugar en el que los mexicas sacrificaban a sus enemigos

En una publicación compartida por el historiador Enrique Ortiz, puede verse cómo era el Templo Mayor y las manchas hemáticas de los sacrificados en el lugar

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El Templo Mayor era el
El Templo Mayor era el edificio más importante de Tenochtitlan.

La Ciudad de México tiene una gran historia y grandes monumentos y edificios históricos que el día de hoy pueden visitarse y apreciarse. Sin embargo, hay otras de las que solamente quedan ruinas, pues por una u otra razón, ya no existen.

Tal es el caso del Templo Mayor, que fue el edificio más importante de la ciudad de México-Tenochtitlan, y que fue destruido tras la llegada de Hernán Cortés y sus hombres, quienes lograron la Conquista de México en 1521.

Posiblemente muchas personas se preguntarán cómo era el Templo Mayor, sin embargo, se han hecho muchas reproducciones de cómo fue este importante edificio, que medía lo mismo que mide el Ángel de la Independencia de altura.

Enrique Ortiz, un divulgador cultural y cronista de la Ciudad de México, compartió una publicación en su cuenta oficial de Twitter, en donde muestra cómo es que se vería esta destacada edificación, y cómo destacarían grandes manchas hemática debido a los sacrificios que ahí se llevaban a cabo.

(Impresión de Pantalla)
(Impresión de Pantalla)

En la publicación en la que compartió una imagen del Templo Mayor, explica que en ella se ve la recreación del Huey Teocalli de Tenochtitlan, al que califica como el templo más importante y alto de la capital mexica, con 45 metros de altura hasta la plataforma superior. “Al sur se encuentra el templo de Huitzilopochtli, ligeramente más alto y al norte el de Tláloc. Noten el conjunto escultórico de las “Coatlicues” como fue descrito por el conquistador Andrés de Tapia. También se aprecia la sangre de los cuerpos que eran despeñados después de haber sido sacrificados. El lugar más sagrado de Tenochtitlan! Recreación de la serie de TV Hernán #CDMX”.

Y es que en la imagen si se alcanza a ver, en la parte de las escaleras para llegar a lo más alto, las manchas rojas de sangre que pertenecían a los prisioneros que eran sacrificados en el Templo Mayor.

La ciudad de Tenochtitlan fue el centro religioso y político de los mexicas, y su Templo Mayor o Huey Teocalli fue el edificio más importante de esa gran ciudad prehispánica. Allí confluían los cuatro rumbos de la Tierra y el eje de los tres niveles de la vida: el cielo, la tierra y el inframundo. El Templo Mayor fue ampliado en siete ocasiones; la última versión, la que vieron y destruyeron los españoles, era imponente. Contaba con unos 45 metros de altura sobre una base cuadrangular de unos 400 metros por lado.

La pirámide tenía dos grandes escalinatas, que culminaban en la cima, frente a cada uno de los dos templos dedicados a sus principales dioses: el del note en honor a Tláloc (néctar de la tierra), dios de la lluvia y la agricultura, y el del sur para honrar a Huitzilopochtli (colibrí zurdo, guerrero resucitado), dios de la guerra.

(Twitter @Cuauhtemoc1521)
(Twitter @Cuauhtemoc1521)

Ante cada ampliación, los mexicas iniciaban una Guerra Florida contra alguna nación enemiga, para apresar cautivos y sacrificarlos el día de la consagración del templo renovado. Dos montañas sagradas estaban representadas en el Huey Teocalli: el Cerro de los Mantenimientos o Tonacatépetl, al norte, arsenal del alimento humano, y Coatepec, Cerro de las Serpientes, al sur, cuna de Huitzilopochtli.

Frente a la gran pirámide, se levantaba el adoratorio base circular de Ehécatl, dios del viento (advocación de Quetzalcóatl), y al costado sur se levantaba el altar Tzonpantli, de larga base rectangular, en cuya cima, ensartadas con maderos sostenidos con altas estacas, figuraban las cabezas y calaveras de miles de sacrificados y, al parecer, también de los guerreros muertos en batalla.

Frente al Huey Teocalli estaba el Palacio de Axayácatl, residencia de Moctezuma Xocoyotzin, que después ocupó el invasor Hernán Cortés y sus hombres. Al Templo confluían las grandes calzadas que comunicaban Tenochtitlan con tierra firme: la de Iztapalapa por el sur, con su afluente a Coyoacán; la de Tacuba (Tlacopan) por el oeste y la del Tepeyac (Tepeyácac) por el norte.

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