Cuando llega la primavera a inicios de marzo, la Ciudad de México se tiñe de lila debido a las flores que desprenden los árboles de jacaranda. Una tradición que comenzó a inicios del siglo XX, pero que ya es un referente de la época primaveral en la mayoría de los puntos de la capital mexicana.
A pesar de que las jacarandas ya forman parte del paisaje de las calles de la capital en cada temporada primaveral, es cada vez más habitual que estas florezcan de forma más temprana. Pero, sin darse cuenta la gente que radica en la CDMX, este tipo de floración precipitada podría ser un problema relacionado con el cambio climático.
La floración es el inicio de la fase reproductiva de las plantas. En la Jacaranda mimosifolia, que es el nombre científico de este árbol originario de Sudamérica, se espera que la floración ocurra con el inicio de la estación húmeda, previo a las lluvias de primavera.
El doctor Marcelo Rodrigo Pace, del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo a la revista Wired que el sistema vegetal y la anatomía de las jacarandas empieza a calentarse antes del tiempo previsto a causa de las condiciones climatológicas.
Esto causando una serie de cambios al ecosistema capitalino, debido a que las plantas pierden los nutrientes que usaron para florecer y que su segunda etapa de floración sea menos vigorosa, ya que la harían con menos reservas de energía: “Se esperaría que fuera durante la primavera, lo que es parecido a otras especies de zonas más templadas. Entonces, si hay un aumento de temperaturas a nivel global, estas plantas van a responder, lo que puede ocasionar una floración precoz o tardía”, contó R. Pace.
Si la floración anticipada se da de manera repetida, el árbol podría verse debilitando: “Se empiezan a calentar mucho antes del tiempo previsto, las plantas tienen una floración explosiva porque alguna información exterior les dice que ya es el momento correcto”.
Según el doctor del Instituto de Biología de la UNAM, lo anterior es grave porque las plantas quedan vulnerables ante plagas y enfermedades al tener limitados sus recursos para sobrevivir. Además, la floración anticipada también afectaría las cadenas de alimentación de aves e insectos.
Esto debido a que la Jacaranda mimosifolia, produce una gran cantidad de néctar para alimentar a las especies endémicas de la capital. Por este motivo, R. Pace indicó que es necesario disminuir la contaminación para que los árboles de jacaranda y de otras especies no gasten sus nutrientes floreciendo antes de tiempo
Esta planta es una de las más cultivadas en todo el mundo para fines ornamentales. En México están bien adaptadas. Pero no son solo para uso visual, pues de cada diez árboles de jacaranda pueden absorber el CO2 emitido por mil 400 autos al día.
“Si se producen diferencias en el momento de floración, afectará a todo el resto de la cadena que depende de que esta floración ocurra en un momento específico. Entonces, para el árbol, tal vez el efecto no sea tan grande como lo será para todos los demás seres y procesos que dependen de él”, puntualizó.
Cómo llegaron las Jacarandas a la Ciudad de México
En década de los años 20 del siglo pasado, Plutarco Elías Calles (gobierno de 1924 - 1928) quería que en la Ciudad de México florecieran árboles de cerezos como en la capital de los Estados Unidos, Washington, DC. Así que solicitó al presidente en turno, Pascual Ortiz Rubio, que pidiera una donación de este tipo de plantas al gobierno japonés.
Para poder realizar la petición mexicana, el Ministerio Exterior de Japón pidió ayuda al arquitecto Tatsugoro Matsumoto —quien había llegado a México como inmigrante— para saber cuáles eran las condiciones del suelo mexicano y la pertinencia de traer este tipo de árboles.
Fue ahí donde se recomendó cambiar los cerezos por jacarandas, ya que serían más adecuadas para el tipo de suelo que predomina en la Ciudad de México. Con dicha recomendación del arquitecto Tatsugoro Matsumoto, el gobierno japonés donó a México árboles de Jacaranda que fueron sembrados principalmente en el centro de la ciudad.