El ingeniero Alberto Hernández Unzón, ex director del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), explicó que las lluvias de los últimos días en el Valle de México se derivaron del ingreso de humedad proveniente del Pacífico y no de la “siembra de nubes” a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), y advirtió que “no es conveniente” utilizar yoduro de plata para tratar de estimular las precipitaciones pluviales.
El pasado 22 de marzo, el gobierno federal anunció la utilización de un avión Kinner del Ejército para llevar a cabo un bombardeo de nubes con yoduro de plata para tratar de producir lluvia en la zona aledaña al Sistema Cutzamala, con el objetivo de llenar las presas que abastecen de agua a la Ciudad de México.
El secretario de la Defensa, el General Luis Cresencio Sandoval explicó que este proceso artificial de”siembra” se aplicará “desde este mes, marzo, abril y mayo haciendo, realizándose el bombardeo de nubes en el área que ellos (Conagua) nos van a determinar y que va a llevar como consecuencia a que las presas de toda esa parte del Cutzamala puedan cargarse con el agua suficiente y coadyuvar en ese problema que se tiene del agua”.
En ese sentido, buena parte de la población atribuyó a ese proceso las trombas que se presentaron en los últimos días de marzo en la Ciudad de México y municipios conurbados del Estado de México, no obstante, surgieron algunas dudas sobre los riesgos ambientales al esparcir químicos desde el cielo.
A propósito, Alberto Hernández Unzón explicó en W Radio este viernes que “cualquier mecanismo para acelerar el proceso de las nubes, es modificar el ciclo normal del agua, es modificar el tiempo”.
Los riesgos ambientales por la siembra de lluvias
El ex director del Servicio Meteorológico apuntó que “sembrar una nube representa usar 100 litros de yoduro de plata”, sin embargo, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) ha comprobado que “los iones y yoduro de plata disueltos son fungicidas, alguicidas y bactericidas que afectan la microbiota terrestre y acuática”.
De este modo, el meteorólogo Alberto Hernández Unzón alertó un punto que no es considerado por las autoridades: “si la técnica de siembra se aplica en un área específica de forma reiterada, el químico se acumula en el ecosistema y la contaminación afecta a las aguas superficiales”.
Además, el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap) ha comprobado que “colocar químicos sin las condiciones de humedad, con la presencia de gotas de nubes o corrientes ascendentes no produce ningún efecto”.
“Se necesitan de nubes especiales… tiene que ser cumulonimbos, que sabemos empiezan a crecer después de las dos de la tarde, hasta las cuatro”. “no se pueden mover las nubes”.
Bombardeo de nubes en México para sembrar lluvia
El ingeniero señaló que las acciones del equipo especial de la Sedena para tratar de contrarrestar la sequía en nuestro país obedece más a decisiones políticas y no se fundamenta en estudios científicos comprobados.
“Aunque a muchos los agarra la presión política, lamentablemente tienden a hacer estos proyectos de siembra de lluvia en época de estiaje, donde no hay lluvias”, consideró el especialista en meteorología.
Este tipo de acciones para estimular las precipitaciones pluviales de forma artificial son conocidas entre especialistas como “estudio de modificación artificial del tiempo y por supuesto todos brincamos ante eso, es algo antinatural, y va a acelerar el proceso de las lluvias en algunas zonas, pero en otras se las va a llevar y va a perjudicar, no es conveniente”, precisó.
El día 22 de marzo, el General Luis Cresencio Sandoval expuso cómo se tomó la determinación de esparcir yoduro de plata en la zona central del país.
“Tomando en consideración que tenemos un avión con todo el equipamiento para bombardear nubes y que trabaja normalmente en la parte norte de nuestro país, ahorita está con Baja California, se vio con Conagua si podíamos apoyar con ese avión en la parte que requiriesen para poder hacer llover”, dijo el titular de Sedena.