Viernes de Dolores: por qué se celebra esta fecha y cuál es su historia

Este 31 de marzo se conmemora el Viernes de Dolores, que se marca en el calendario cada años dos días antes del Domingo de Ramos

Guardar
El Viernes de Dolores se conmemora en honor a la Virgen de los Dolores.
El Viernes de Dolores se conmemora en honor a la Virgen de los Dolores.

Este viernes 31 de marzo, se conmemora el Viernes de Dolores, que pertenece a los últimos días de la Cuaresma, antes de que comience la Semana Santa. Siempre, en el calendario, el Viernes de Dolores va dos días antes del Domingo de Ramos, que este año es el próximo dos de abril, y da paso a las primeras procesiones en numerosos lugares, tan típicas en estas fechas.

Su celebración se da durante la quinta semana de la Cuaresma, y el día después del Jueves de Pasión desde que esta festividad se instaura en el Siglo XV.

Por qué se conmemora el Viernes de Dolores

En la jornada festiva del Viernes de Dolores, sirve también para dar comienzo a la Pascua. Dedicada a la Virgen María, también se le conoce como Nuestra Señora de los Dolores, Virgen de la Amargura, Virgen de la Piedad, Virgen de las Angustias o La Dolorosa.

A lo largo de este día, se recuerdan los siete dolores de la Virgen María en relación a Jesucristo, su crucifixión y su muerte.

El viernes de Dolores pertenece a los últimos días de la Cuaresma, antes de que comience la Semana Santa. REUTERS/Susana Vera
El viernes de Dolores pertenece a los últimos días de la Cuaresma, antes de que comience la Semana Santa. REUTERS/Susana Vera

Sin embargo, esta festividad, a lo largo de la historia, ha causado cierta confusión, y su celebración difiere según los lugares y la época. Y es que también hay otra fiesta de Nuestra Señora de los Dolores el día 15 de septiembre, motivo por el cual el Concilio Vaticano II decidió suprimir, en 1959, la celebración del Viernes de Dolores, luego de siglos de tradición, pues pretendía eliminar las “fiestas duplicadas”.

Pese a esto, en muchos sitios se ha seguido celebrando el Viernes de Dolores. En la actualidad, el Vaticano y el Calendario Litúrgico conceden que este día pueda celebrarse sin problema “en los lugares donde se halle fervorosamente fecunda la devoción a los Dolores de María”.

En esta jornada de Viernes de Dolores arrancan las procesiones en muchas ciudades del mundo, que se extenderán durante más de una semana, hasta el Domingo de Resurrección, el próximo nueve de abril.

Iconografía

Por otra parte, hay que tomar en cuenta que la iconografía es un punto muy a tener en cuenta sobre este acontecimiento, que suele iniciar la Semana Santa. En muchas ocasiones, la Virgen suele ser representada de color negro. También, puede ser vista con una daga que le atraviesa el pecho, mientras se observa como le salen lágrimas de los ojos. Además, las manos, que mantienen los dedos entrelazados, forman una escena piadosa.

La Virgen de Dolores suele ser representada de color negro.
La Virgen de Dolores suele ser representada de color negro.

La figura muestra en todo momento una actitud de súplica, con mucha desesperación y, especialmente, mucho dolor, pues atraviesa la pérdida de su hijo con un enorme sufrimiento por verlo sufrir de esa manera, tanto en el Calvario como en la cruz.

Semana Santa

La Semana Santa se conmemora en fechas diferente en cada año. Y es que, por regla general, la fecha de inicio se establece el primer domingo tras la primera luna llena después de la llegada de la primavera. Este 2023, la Semana Santa Litúrgica se inicia el domingo 2 de abril, que figura en el calendario como festivo al ser Domingo de Ramos, y finalizará una semana después, el 9 de abril, con el Domingo de Resurrección.

La Semana Santa es la fiesta cristiana que recuerda los últimos momentos de Cristo en la Tierra: la pasión, la muerte y la resurrección, es decir, desde que llega a Jerusalén proclamado salvador, hasta que es procesado, muerto, enterrado y resucita.

En el año 325 el Concilio de Nicea fijó la fecha de celebración de Pascua para todo el ámbito católico occidental. A partir de ese momento, y basándose siempre en el relato evangélico, cada país ha ido construyendo un conjunto propio de celebraciones. A pesar de las variantes y la diferencia de costumbres locales, la finalidad principal es rememorar la pasión, muerte y resurrección de Cristo.

Guardar