El Partido Revolucionario Institucional (PRI) ya decidió sobre su voto en las próximas elecciones que se llevarán a cabo para elegir a los cuatro nuevos integrantes del Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE).
Mediante su cuenta de Twitter, el líder nacional del PRI, Alejandro Moreno Cárdenas, adelantó que las y los legisladores de su partido irán en contra de las propuestas presentadas por la Presidencia y Consejerías del INE, ello bajo el argumento de que “no pueden permitir que Morena tenga las manos metidas” en el proceso.
Y es que diversos candidatos que próximamente competirán por tres consejerías generales, así como por la presidencia del INE, han sido señalados de estar relacionados con el movimiento liderado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), lo que a ojos de los opositores implicaría posibles conflictos de interés.
Es por ello que, desde el Congreso de la Unión, los diputados de la bancada priista cerrarán filas para impedir que aquellas candidatas y candidatos señalados como afines al gobierno federal logren ocupar algunas de las consejerías vacantes, especialmente la de la presidencia.
“No podemos avalar procesos amañados que pongan en riesgo la democracia que tantos años ha costado construir. La autonomía e imparcialidad del órgano electoral no puede ni debe estar en duda”, se lee en el texto publicado por Moreno Cárdenas.
Este posicionamiento se suma al emitido por integrantes del Partido Acción Nacional (PAN), quienes en mira de las votaciones, han asegurado que evitarán que sean electos “perfiles afines” a la 4T.
Las próximas elecciones para la consejería del INE se encuentran en la mira de los partidos de oposición a la actual administración federal, mismos que se encargarán de decidir el futuro del instituto con las votaciones que se emitan el próximo 3 de abril.
Y es que desde el comienzo del proceso se han reportado diversas irregularidades que van desde el presunto robo del examen de selección, hasta las sospechas en contra del Comité Técnico de Evaluación que se encargó de definir las ternas finalistas de la próxima contienda.
Respecto a las acusaciones, el presidente ya se ha pronunciado al respecto. Durante la conferencia de prensa del 27 de marzo, López Obrador avaló las candidaturas de los personajes afines a la autodenominada “Cuarta Transformación (4T)”, asegurando que “si la ley no lo prohíbe” los candidatos “no están impedidos” a competir por un espacio en el Consejo General del INE.
Asimismo, el mandatario respaldó a quien se ha perfilado como la favorita para presidir al INE, Bertha Alcalde Luján, hermana de la actual secretaria de Trabajo y Previsión Social, Luisa María Alcalde.
En este contexto, el mandatario recordó que la hoy candidata también laboró durante un periodo de tiempo dentro de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) así como en la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Al respecto aseguró que más allá de la experiencia, se requería de gente “íntegra y honesta” dentro del organismo electoral y negó que se encuentre en riesgo la imparcialidad del mismo.
Cabe señalar que además del caso Bertha Alcalde, dentro de la terna aprobada por el Comité Técnico de Evaluación (CTE) existen otros dos perfiles de mujeres que podrían ocupar la presidencia del INE y que también han sido señaladas por su cercanía con el gobierno actual.
Se trata de Guadalupe Álvarez Rascó, y Guadalupe Taddei. En el primer caso, si bien la mujer fue parte de la Unidad Técnica de Fiscalización del INE, es señalada por ser hija de José Álvarez Lima, senador de Tlaxcala por el partido guinda.
Por otro lado se ha acusado que Guadalupe Taddei posee diversos vínculos familiares que la ligarían con el movimiento liderado por el actual mandatario federal.