Tras el incendio en el que 40 migrantes centro y sudamericanos en un albergue del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, Chihuahua, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres pidió al gobierno de México que se realice una exhaustiva investigación al respecto.
A través de pronunciamiento del portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, el funcionario manifestó su profunda tristeza ante el incendio sucedido durante la noche del pasado lunes 27 de marzo, por lo que emitió su pésame a las familias y seres queridos de los fallecidos.
“El Secretario General hace un llamado a una investigación exhaustiva de este trágico evento y reitera su compromiso de continuar trabajando con las autoridades de los países donde ocurren movimientos mixtos de personas para establecer vías migratorias más seguras, reguladas y organizadas”, se lee en el pronunciamiento.
De acuerdo con autoridades mexicanas, el incendio se generó cerca de las 21:30 horas del lunes 27 de marzo, presuntamente provocado por los mismos migrantes que se encontraban en calidad de detenidos por oficiales de migración. Además, confirmaron que el número de muertos ascendió a 40.
El presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) señaló que el siniestro fue provocado por los propios migrantes. “Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron, a partir de que —suponemos— se enteraron que iban a ser deportados, movilizados”, expuso durante la conferencia matutina de este 28 de marzo.
“En la puerta del albergue pusieron colchonetas y le prendieron fuego. No imaginaron que el incendio iba a terminar en eso. Las autoridades de migración y la fiscalía están investigando los hechos”, señaló.
Por su parte, Adán Augusto López, titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) —institución de la que depende el Instituto Nacional de Migración (INM)— aceptó la responsabilidad del Estado mexicano, pues indicó que le corresponde al gobierno federal, estatal y municipal.
“A las familias de los migrantes, nuestro más sincero y respetuoso pésame, migrar no es un delito, es por esta razón que el Estado mexicano está en la absoluta disposición de esclarecer los hechos. La tragedia ocurrida en las instalaciones del INM de Ciudad Juárez, Chihuahua, nos ocupa a los tres niveles de gobierno”, expuso a través de Twitter.
No obstante, los hechos fueron condenamos por diversas organizaciones de la sociedad civil, quienes responsabilizaron al INM por la tragedia. La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) condenó la actual política migratoria, por lo que presentarán una solicitud ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) con el fin de que se revisen las condiciones de las estancias migratorias en México.
La tragedia ocurrió luego de que en los últimos días agentes de migración detuvieron a migrantes en Ciudad Juárez presuntamente por provocar disturbios en la vía pública. El Episcopado Mexicano señaló desde comienzos de marzo que se trató de hostigamiento y criminalización de migrantes, mientras que denunciaron el uso de violencia.
En ese sentido, el Consejo Ciudadano del INM expresó que las detenciones no son la vía correcta para atender los flujos migratorios y pidieron al presidente López Obrador no llamar “albergues” a las estancias provisionales, pues son más cercanas a cárceles.
“Solicitamos al presidente de la República: se abstenga de llamar ‘albergues’ a las Estancias Migratorias y Estancias provisionales, ya que operan como prisiones bajo un esquema de seguridad nacional”, se lee en un comunicado del órgano ciudadano.
También, pidieron a la Fiscalía General de la República (FGR) llevar a cabo las indagaciones con apego a los derechos humanos sin criminalizar migrantes, mientras que a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) se le exhortó a emitir medidas cautelares para las víctimas y revisar permanentemente las condiciones de las Estancias migratorias.