México va por ser la sede de los Juegos Olímpicos y ya presentó sus intenciones de forma oficial luego que el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, entregara la carta de intención a Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional (COI).
En el documento el canciller, y aspirante presidencial, señala que nuestro país buscará ser la casa de las Olimpiadas ya sea de 2036 o 2040, ya que las próximas tres ya tienen anfitrión: Paris, Francia, en 2024; Los Ángeles, Estados Unidos, en 2028; y Brisbane, Australia, en 2032.
No es la primera vez que México busca ser la sede de la justa deportiva más importante del mundo, lo hizo hace más de 50 años y lo consiguió cuando se encargó de organizar la edición de 1968.
Lamentablemente los Juegos Olímpicos de México1968 se caracterizaron más por lo extradeportivo, que incluyó desde trágicas masacres, activismo político y demás polémicas.
La apuesta por México
Para la década de los sesenta, México había alcanzado una relativa estabilidad política, social y económica, el país había salido avante de una guerra civil con la que recibió el siglo XX y luego aprovechó los contextos nacionales e internacionales para consolidar su desarrollo.
La situación en la que México se encontraba en aquel entonces contrastaba con el resto de la región, sobre todo al sur del continente, siendo este uno de los argumentos que se presentaron ante el COI para ser la sede de los Juegos Olímpicos de 1968.
Además, el país ya tenía experiencia en la organización de grandes eventos deportivos internacionales, como los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 1954 y los Juegos Panamericanos de 1955. Sin mencionar que, por lo mismo, ya contaba con instalaciones existentes y su inversión en nueva infraestructura sería mínima.
También hubo una fuerte presión por los países latinoamericanos, liderados por México, para que América Latina recibiera su primera sede de los Juegos Olímpicos, para mostrar al mundo la capacidad y el progreso de la región.
México compitió contra las ciudades de Detroit, en Estados Unidos; Lyon, en Francia; y Buenos Aires, Argentina; a quienes les ganó con una amplia cantidad de votos.
Masacre de Tlatelolco: del paraíso el infierno
La estabilidad que México tanto había presumido en su candidatura se vio puesta en duda cuando faltaban unas cuantas semanas de la inauguración de los Juegos Olímpicos de 1968.
Una serie de movilizaciones estudiantiles se hacían presentes en la Ciudad de México a mediados de 1968, quienes se oponían a la política represiva y autoritaria del gobierno mexicano, entonces encabezado por Gustavo Días Ordaz, que limitaba las libertades civiles y reprimía la disidencia política.
El gobierno de Diaz Ordaz respondió utilizando primero a granaderos y luego a militares para reprimir las movilizaciones, llegando incluso a tomar las instalaciones de las dos principales instituciones de educación superior del país: la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Los estudiantes no se echaron para atrás y siguieron con sus manifestaciones aprovechando el marco de la celebración de los Juegos Olímpicos para que sus exigencias sonarán más allá de las fronteras mexicanas.
Motivado por las presiones internacionales y la cercanía de la inauguración de las Olimpiadas, el 2 de octubre de 1968, el ejército y la policía abrieron fuego contra una manifestación pacífica de estudiantes que se habían reunido en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco.
El número exacto de víctimas sigue siendo incierto, pero se estima que cientos de manifestantes murieron o resultaron heridos en el ataque y se arrestó a miles de personas en los días y semanas siguientes.
Años después se supo que detrás de la llamada Masacre de Tlatelolco estuvo el llamado “Batallón Olimpia”, una rama secreta del gobierno hecha para la seguridad de los Juegos Olímpicos, compuesta por soldados, oficiales de policía y agentes de seguridad federales.
Poder negro
Ya iniciada la justa deportiva, los Juegos Olímpicos de México 1968 fueron el escenario de una de las protestas más emblemáticas contra la opresión y discriminación racial.
Después de ganar las medallas de oro y bronce en la carrera de 200 metros masculinos, los afroamericanos, Tommie Smith y John Carlos levantaron levantaron el puño en el que portaban un guante negro durante la ceremonia de premiación.
Este gesto fue visto como un acto de solidaridad con el movimiento de derechos civiles afroamericanos en los Estados Unidos, así como como una denuncia del racismo y la discriminación en todo el mundo.
La protesta también fue muy polémica y generó una gran controversia. Los atletas fueron expulsados de la Villa Olímpica y regresaron a los Estados Unidos, donde enfrentaron fuertes críticas y sanciones.
La protesta de Smith y Carlos en los Juegos Olímpicos de 1968 se ha convertido en un símbolo del llamado poder negro y de la lucha por los derechos civiles y la igualdad racial en los Estados Unidos y en todo el mundo. Mientras que el gesto de levantar el puño enguantado de negro se ha convertido en un ícono cultural y político que ha sido imitado y citado en muchas otras manifestaciones contra la injusticia y la opresión.
La altura y los récords
Desde que México hizo su postulación para los Juegos Olímpicos de 1968 fue criticado por la altura en la que se encuentra, más de 2 mil 200 metros sobre el nivel del mar, lo que podría provocar alteraciones en el rendimiento de los atletas.
La crítica estaba argumentada a que mientras más altitud exista, disminuye la presión atmosférica y, por lo tanto, la cantidad de oxígeno disponible en el aire. Esto podría provocar la disminución en la cantidad de oxígeno que llega a los músculos durante el ejercicio, lo que a su vez puede afectar el rendimiento.
Sin mencionar que podrían presentarse casos de “mal de altura” que provoca síntomas como dolores de cabeza, fatiga y dificultad para respirar.
Pese a las críticas por la altura, en los Juegos Olímpicos de 1968 se vieron la ruptura de varios récords mundiales y olímpicos en diferentes deportes, como en atletismo, natación y halterofilia.
Al final de la justa deportiva, Estados Unidos dominó el medallero con 107medallas, 45 de oro; seguida por la Unión Soviética, con 91 medallas, 29 de oro. Mientras que México se quedó en el primero quinto lugar, con nueve medallas, tres de cada una.