Recientemente el presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) Lorenzo Córdova Vianello realizó una gira por Estos Unido en donde se reunió con funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para entablar en diálogos democráticos, en donde se discutieron temas electorales y más.
Ante esto, el jefe de la División de Asistencia Electoral, Craig Jenness escuchó la preocupación del presidente consejero por la reciente reforma aprobada en materia electoral, mejor conocida como Plan B, pues consideró que sus modificaciones afectarían de manera importante al trabajo de distintos integrantes de la dependencia.
“Funcionarios con experiencia en diferentes áreas de la organización electoral podrían ser despedidos con esta legislación”, destacó el presidente del órgano electoral durante la reunión.
De esta manera Craig Jenness destacó el trabajo de la dependencia electoral mexicano, el cual calificó como un organismo experto en temas democráticos y electorales, sobre todo ante la crisis política que enfrentan distintos países del mundo.
Durante la reunión suscitada en la ciudad de Nueva York, el presidente consejero del INE y Craig Jenness coincidieron en fortalecer las democracias ante los tiempos difíciles que se han enmarcado por la desinformación y polarización, características de los tiempos modernos en cuestión política.
En este sentido, Lorenzo Córdova refirió la importancia de implementar mecanismos electorales que garanticen la comunicación asertiva en los gobiernos, independientemente de las formas y prácticas democráticas que a las se subscriban.
“No basta hacer elecciones con altos estándares técnicos como ha venido ocurriendo, es necesario tener estrategias de comunicación muy bien pensadas que sean asertivas y, sobre todo, oportunas”, destacó Lorenzo Córdova ante funcionarios de la ONU.
Cabe recordar que desde la pasada votación sobre la reforma electoral en febrero, el presidente del órgano electoral ha advertido sobre los riesgos que contravendrían las modificaciones a la ley electoral, mayormente impulsadas por el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
El Plan B electoral ha sido calificado como una reforma incondicional por lo que cuenta con una serie impugnaciones ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, sobre todo por los grupos políticos contrarios al gobierno de la Cuarta Transformación, considerados como los “opositores”.
Sin embrago, la propia dependencia electoral ha presentado de igual manera acciones jurídicas ante el máximo tribunal electoral, destacando las afectaciones que contravendría en el organismo autónomo, así como también en el propio ejercicio democrático.
A pesar de ello, la reforma electoral entró en vigor el pasado 2 de marzo, luego de un extenso debate entre los grupos políticos encabezados por el oficialismo y los oposición. Pocos días después, las primeras implicaciones del Plan B comenzaron a tener efecto en el Instituto Nacional Electoral con el cese de funciones de uno de sus consejeros, Edmundo Jacobo y la renuncia “masiva” de otros integrantes del INE.
“Las renuncias, en pleno acuerdo con el Consejero Presidente, fueron presentadas a fin de dejar en completa libertad a la nueva Presidencia del Instituto Nacional Electoral, que entrará en funciones a partir del 4 de abril próximo, de proponer a quienes habrán de encabezar las respectivas áreas ejecutivas y técnicas de la institución”, destacó el comunicado de 8 de los 16 funcionarios electorales.
No obstante, el máximo tribunal de justicia ha dado “revés” a algunas implicaciones de la reforma electoral, sobre todo ante el regreso del propio Edmundo Jacobo recientemente. Estas acciones han sido calificadas por las autoridades del gobierno actual como invalidas, pues se ha constatado la “legalidad” del Plan B.
Hasta el momento se espera que la Suprema Corte emita su postura contra el Plan B, las cuales serán determinantes para continuar con las siguientes elecciones.