Siete meses después de haberse declarado culpable de haber participado en actividades relacionadas con el tráfico ilegal de armas de Estados Unidos a México, Osiel Cárdenas Salinas, hijo de Osiel Cárdenas Guillén —exlíder del Cártel del Golfo—, fue sentenciado a una pena de 109 meses de cárcel.
Osiel Cárdenas Jr., como también es llamado, deberá permanecer en una prisión federal por lo menos hasta 2031, contemplando el tiempo que lleva detenido. Y aunque en este proceso sólo se le imputó un cargo por el contrabando de armas, esta actividad ya lo había hecho enfrentar a la justicia en Estados Unidos.
En 2015, Cárdenas Salinas, a quien también apodaron como “El Mini Osiel”, fue detenido por las autoridades de Texas en el puente de Brownsville - Matamoros por tratar de introducir cartuchos útiles de armas de fuego a México por Tamaulipas. Agentes estadounidenses lo capturaron cuando conducía una camioneta Cadillac Escalade modelo 2015 de color negro.
Al intentar cruzar la frontera, negó llevar consigo cualquier tipo de objeto de contrabando. Sin embargo, durante la inspección los oficiales se percataron de que la unidad estaba cargada con más de 700 municiones para diversos artefactos bélicos.
En aquel entonces, la justicia de Texas sentenció a Osiel Cárdenas Jr. a 10 meses de prisión y tres años de libertad condicional.
Tal condena, sin embargo, no impidió que el hijo del otrora líder del Cártel del Golfo continuara con sus actividades ilícitas. El 13 de marzo de 2018, cuando aún no culminaba el periodo de libertad condicional impuesto por las autoridades en su primer arresto, “El Mini Osiel” fue aprehendido nuevamente.
Como en su primera detención, Cárdenas Salinas fue arrestado en Brownsville (ciudad en la que nació). En dicha ocasión, mientras estaba bajo los efectos de múltiples sustancias, amenazó con arrestar a varias personas que se encontraban en el bar Sky.
Para ello, se hizo pasar por un elemento policial, pues mostró una placa y un arma que correspondería a un exagente del condado de Cameron, en Texas. Uno de los asistentes al centro nocturno dio aviso a la policía local y, minutos después, Cárdenas Jr. fue arrestado. Los exámenes iniciales afirmaron que había ingerido alcohol, así como marihuana y cocaína.
Sus abogados intentaron utilizar su estado inconveniente para mitigar el proceso que iniciaría la justicia en contra del “Mini Osiel”. Sin embargo, un juez federal se negó a tomar ese detalle en consideración y ordenó su traslado a la correccional de Brownsville para enfrentar cargos por posesión ilegal de arma de fuego, además de haber rendido un falso reporte a las autoridades. De acuerdo con informes del semanario Zeta Tijuana, un día después le fue negada la libertad bajo fianza.
Su sentencia en aquel entonces fue de 27 meses (dos años con tres meses), pues no sólo amenazó a los asistentes del bar fingiendo ser un miembro de la policía, sino que violó su acuerdo de libertad condicional.
El tercer caso de tráfico de armas en el que Cárdenas Salinas estuvo involucrado, y por el que fue sentenciado a más de nueve años de cárcel, ocurrió en 2021. El 22 de abril de aquel año, Osiel Cárdenas Jr. y otros sujetos trataron de comprar diez fusiles de asalto (cinco rifles AK-47 y cinco AR-15) por la suma de 15 mil dólares.
El hijo del exlíder criminal pretendía adquirir dichas armas mediante un sujeto de nombre José Roberto Molina Medrano. Este individuo había conseguido el contacto de alguien que le vendería los fusiles.
No obstante, la persona a quien Molina contactó resultó ser un agente encubierto de la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, por sus siglas en inglés).
Además de pasar 109 meses tras las rejas, seguidos de tres años en libertad condicional, Cárdenas Salinas deberá pagar una multa de 20 mil dólares. Respecto al papel que desempeñaba dentro del Cártel del Golfo, la Corte recibió evidencia de que fungía como un supervisor del grupo criminal.