En julio de 2022 la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sufrió un hackeo por parte de un grupo denominado Guacamaya, el cual robó aproximadamente 6 millones de documentos, fotografías y videos, situación que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció en septiembre del mismo año, al tiempo que adelantó una investigación para determinar la identidad de los piratas cibernéticos.
A unos ocho meses del ataque cibernético a los servidores de las fuerzas castrenses, el presidente López Obrador reprochó a los medios de comunicación por difundir la información contenida en los reportes internos de Sedena y reprochó que no contribuyan a investigar el origen del colectivo Guacamaya.
En su conferencia de prensa del 24 de marzo, el tabasqueño insistió que su gobierno es víctima de una campaña negativa y acusó, nuevamente, a grupos opositores de estar detrás del colectivo Guacamaya.
“Ayer hablábamos de los de la Guacamaya, alguien me comentaba ayer mismo que este hackeo de las llamadas guacamayas se ha hecho en otros países, a fuerzas armadas de otros países. Entonces, ¿quiénes son? ¿Qué pata puso ese huevo? ¿Qué vínculos tienen quienes hackean con las organizaciones no gubernamentales que actúan en México, como la de Claudio X. González?”, insistió este viernes.
De esta forma, el mandatario siguió ocn la polémica generada este 23 de marzo, cuando el reportero Mathieu Tourliere resaltó que las filtraciones difundidas por Guacamaya Leaks no han sido desmentidas, por ello solicitó la opinión de López Obrador sobre el uso que hace la Sedena del Centro Militar de Inteligencia, el cual opera de manera independiente al Centro Nacional de Inteligencia.
En respuesta, el Ejecutivo federal sostuvo que se trata de labores de inteligencia y no de espionaje. En cuanto la filtración de esas tareas de seguimiento a ciertos objetivos, el mandatario se quejó porque hasta ahora no se ha podido romper el anonimato de los hackers responsables de robar millones de datos a la Secretaría de Defensa.
“Sí, pero ¿quién hackeó? Fue Guacamaya, ¿no?, esa información que hackearon donde aparece de que yo tengo varios males, que estoy malo del corazón, hipertenso y que tomo un coctel de pastillas y todo eso”, expresó el tabasqueño.
En respuesta a los señalamientos de intervención de comunicaciones a civiles, el jefe del Estado mexicano reviró e incluso señaló que detrás del ataque cibernético se encuentran los principales opositores a su gobierno y la Cuarta Transformación.
“¿Quién es Guacamaya? ¿Quién hace ese espionaje? ¿Por qué no hacen una investigación ustedes sobre eso? Porque yo sospecho que son agencias internacionales vinculadas con el grupo conservador que encabeza Claudio X. González”, trató de atajar desde Palacio Nacional.
Luego de revelarse el presunto espionaje al activista Raymundo Ramos, gracias a la investigación encabezada por la Red en Defensa de los Derechos Digitales R3D y Social Tic, el presidente de la República sostuvo que la filtración de reportes y documentos por de Guacamaya es un acto ilegal, porque “no se puede puede extraer, hackear, información de ninguna dependencia del gobierno, de ningún particular”.
López Obrador apuntó nuevamente a Carlos Loret de Mola y medios como Proceso, por difundir los datos que comprometen al Ejército mexicano.
“Entonces, ¿por qué no hacen primero la investigación digo, no es obligatorio, pero sería más profesional más ético— de quién es Guacamaya y a partir de ahí nosotros podemos decir?”, dijo el presidente.
En las primeras semanas de marzo, algunos medios revelaron que el Ejército mexicano presuntamente llevó a cabo labores de espionaje en contra de algunos activistas y periodistas, quienes investigaban la ejecución de siete civiles en la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo.
Para sorpresa de otros comunicadores, como Héctor de Mauleón, el presidente de la República no negó el uso de herramientas tecnológicas para la intervención de llamadas telefónicas como parte de las labores de inteligencia de su gobierno, y en su lugar reprochó el robo de información confidencial a la Sedena.
También resultó sorpresivo que el titular del Poder Ejecutivo revelará la existencia de otras herramientas para obtener información sobre ciertos objetivos, aunque justificó que se usa sobre personas catalogadas como presuntos narcotraficantes.
El episodio de este jueves 23 de marzo recordó a muchos la confrontación del mandatario federal con la reportera Nayeli Roldán en torno al mismo caso, es decir a los señalamientos sobre Sedena por utilizar el aparato de inteligencia sobre civiles.