Paulina Berenice Reséndiz, Mariana Gutiérrez, Yoselin Daniela Zamorano, Sandra Daniela Paredes, Rosa María Pérez y Gabriela Barbosa desaparecieron en la ciudad de Celaya, Guanajuato, la noche del 7 de marzo de 2023.
De acuerdo con los reportes disponibles, aquella noche acudieron a trabajar en un servicio de banquetes para un evento que se realizaría en el Álamo Country Club, un lujoso fraccionamiento ubicado sobre la carretera San José de Guanajuato, a pocos metros del aeropuerto local.
Por el momento, no hay información oficial que permita establecer si las mujeres efectivamente llegaron al complejo habitacional o si fueron privadas de su libertad en las inmediaciones del mismo.
El 17 de marzo, luego de diez días de que no se tuvieran noticias sobre ellas, el fiscal de Guanajuato, Carlos Zamarripa Aguirre, anunció que las autoridades habían encontrado restos óseos que coincidían con la identidad de cinco de las seis mujeres. Lamentablemente, reveló que habían sido asesinadas y calcinadas. El hallazgo ocurrió en el municipio vecino de Juventino Rosas.
Con esto se confirmó el asesinato de Paulina, Mariana, Sandra, Rosa y Gabriela. En cuanto a Yoselin Zamorano, no ha habido correspondencias con los estudios de ADN, por lo que hasta el momento de la presente edición se mantenía su estatus como desaparecida.
“Los restos óseos son fragmentos muy pequeños, ya que quien llevó a cabo ese terrible suceso quiso desaparecer los cuerpos incinerándolos”, destacó el fiscal. Una de las principales hipótesis es que las mujeres habrían sido secuestradas por un grupo criminal, aunque no se ha determinado cuál habría sido el móvil.
La carretera sobre la cual se encuentra el lujoso conjunto de viviendas al cual se dirigían las víctimas conecta a Celaya con la comunidad de Santa Rosa de Lima, sede del cártel que lleva el mismo nombre, cuyo máximo líder es José Antonio Yépez Ortiz, alias “El Marro”.
Y aunque no se ha especificado si dicho grupo criminal tuvo alguna participación en el crimen, hay otros datos que representan coincidencias y posibles vínculos que apuntarían hacia “El Marro”.
En marzo de 2019, casi exactamente cuatro años antes de la desaparición de las seis mujeres, elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) realizaron un cateo a un domicilio del fraccionamiento Álamo Country Club. De acuerdo con los reportes preliminares, dicha propiedad le pertenecía a la suegra del “Marro”.
Dicho operativo fue parte de las acciones de búsqueda con las que las fuerzas de seguridad pretendían capturar al líder criminal. Fue hasta el 2 de agosto de 2020 que finalmente lograron aprehenderlo.
Según reportes de Milenio, la intervención de las autoridades durante la inspección en el complejo residencial hizo que varios de los vecinos no pudieran ingresar a sus domicilios.
En la vivienda que aparentemente sería propiedad de la suegra del “Marro”, los agentes encontraron sobres de nómina con marcas que aludían al Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL). Presumiblemente, en dicho domicilio se resguardaban y entregaban los pagos a los “halcones” de la organización delictiva. El Universal informó en aquel entonces que los sobres tenían escrita la frase “Halcones Álamo”.
Otro relevante hallazgo durante el cateo fue una serie de fotografías que mostraban al “Marro” acompañado de dos mujeres distintas. Dichas imágenes mostraron el cambio de aspecto físico que Yépez Ortiz había tenido en los últimos años.
El Álamo Country Club es reconocido en el estado de Guanajuato por ser una de las zonas más lujosas, por lo que suele ser ocupada por figuras de alto poder adquisitivo. Entre los distintivos del fraccionamiento se encuentra el que es el campo de golf más grande de Celaya, además de contar con una escuela privada.