Apología a la violencia feminicida, intolerancia a la pluralidad de ideas o un discurso de odio, así fue como internautas, líderes de opinión y políticos condenaron la quema de una figura con el rostro de la ministra presidenta, Norma Piña, durante el mitin del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Por supuesto, la mayoría de las indignaciones — o las más destacables — provinieron de personalidades opositoras o críticas del sexenio de la autodenominada Cuarta Transformación (4T) (tales como Lilly Téllez, Denise Dresser, Kenia López Rabadán, Xóchitl Gálvez, Víctor Trujillo, los dirigentes de Va por México, entre muchas otras más) quienes externaron su solidaridad con la Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y exigieron una condena enérgica por parte del Jefe del Ejecutivo.
En tanto, una gran mayoría de afines al mandatario destacaron por el silencio guardado ante el comportamiento perpetrado, presuntamente, por simpatizantes obradoristas que tacharon a Piña Hernández de “vendida” y “corrupta”. No así con Olga Sánchez Cordero, senadora y cercana a López Obrador, quien se unió a la ola de indignación.
Fue a través de su cuenta de Twitter que la ex Secretaria de Gobernación (Segob) y ex presidenta de la Cámara de Senadores catalogó como “inadmisibles” a las muestras de intolerancia hacia la Ministra Presidenta de la SCJN — y quien ha sido aplaudida por defender la autonomía del Tercer Poder de la Unión ante “las presiones o influencias” desde el Ejecutivo.
“La violencia nunca es la respuesta”, atajó bajo ese sentido su publicación, en la cual, además, reconoció a la funcionaria tras evocar la trayectoria que ambas compartieron cuando Sánchez Cordero se desempeñó en la Suprema Corte.
“Conozco a la ministra presidenta Piña desde hace 25 años, pues fue mi Secretaria de estudio y cuenta en la SCJN. Independientemente de esto, las muestras de intolerancia hacia su persona y hacia la institución que representa son inadmisibles. La violencia nunca es la respuesta”.
Es pertinente recordar que el presidente López Obrador ha insistido en sus señalamientos por presunta corrupción dentro de la Suprema Corte. Sin embargo, su discurso se intensificó tras la llegada de Piña Hernández a la presidencia del Tercer Poder de la Unión — antes ejercido por Arturo Zaldívar, a quien AMLO solía eximir de sus acusaciones y, recientemente, reconoció por “tener más vigilada” la Corte que Norma Piña.
De ahí que varias de los reclamos desatados por “la quema de Norma Piña” en el mitin conmemorativo de la Expropiación Petrolera responsabilizaron a López Obrador de perpetrar “una retórica hostil” desde sus tradicionales mañaneras: “La violencia verbal salta de la mañanera a las redes sociales, a las calles”, escribió con ese tenor la periodista Denise Dresser.
Fue bajo ese sentido, quizá, que corrió el pronunciamiento que Beatriz Gutiérrez Müller compartió mediante su cuenta de Twitter y en la cual externó su apoyo a “todas las mujeres de la política (o circunstancialmente cerca) ante la vejación a sus personas o imagen, o la de sus hijos”.
Aunque, cabe señalar, la esposa de López Obrador no mencionó explícitamente a Norma Piña en su mensaje. Sin embargo la coyuntura apuntaría que éste se externó tras la incineración del maniquí representativo de la Ministra Presidenta.
“No convertir la libertad en libertinaje es clave para vivir y convivir en un país plural y democrático como el nuestro. Mi apoyo a todas las mujeres de la política (o circunstancialmente cerca de esta) ante la vejación a sus personas o imagen, o la de sus hijos. Lo he padecido tanto, ¿Cómo no solidarizarme? Subamos el nivel. No violencia. Más amor urgentemente”, exhortó.