Claro y contundente: prohibir el tráfico y uso médico del fentanilo. Con todas sus letras, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), externó su interés por cerrar las puertas al opioide, cuya exportación y consumo ilícito desató una mordaz adicción en los Estados Unidos (EEUU) y un tenso debate entre el círculo político estadounidense y el mexicano.
“Analicen la posibilidad de que podamos sustituir el fentanilo con fines médicos por otros analgésicos para dejar de usarlo”, así fue como el tabasqueño lo comunicó hacia la comunidad científica y médica del país con anhelo de obtener “luz verde” y, de ese modo, fortalecer los argumentos que llevarían a plantearlo ante el gobierno estadounidense.
El debate no tardó en desatarse en redes sociales. Pese a que abundaron las opiniones y críticas provenientes del círculo político, social y científico, una gran parte de este último se mostraron inconformes con la alternativa del Jefe del Ejecutivo por la imposibilidad de llevarla a cabo o el perjuicio a ciertos pacientes, según señalaron a grosso modo.
Pero una moneda siempre se compondrá de dos caras y mientras en uno de los lados se rechaza la posible supresión del fentanilo con fines médicos, en el otro no se percibe improbable la propuesta que López Obrador lanzó desde su tradicional mañanera del pasado 15 de marzo.
“Sí, total y absolutamente (es viable). Yo no le veo ningún problema. Hay muchas alternativas; hay muchos fármacos que se pueden utilizar para el dolor”, declaró para Infobae México Valentín Islas Pérez, Químico Farmacéutico Biólogo de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y Doctor en Ciencias Penales por el INACIPE (Instituto Nacional de Ciencias Penales).
Las alternativas al fentanilo
En entrevista para Infobae México, el también Coordinador del Diplomado en Química Legal de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza aseguró que el fentanilo resulta “bastante seguro” en su uso médico como inductor de anestesia o coadyuvante, es decir que se proporciona con un medicamento principal ya sea para aumentar su intensidad o ayudar a la disminución de efectos secundarios.
Aún así, el Químico Farmacéutico declaró que dichos beneficios también pueden hallarse en “muchas otras sustancias análogas estructural y farmacológicamente”, tales como la oxicodona, la endomorfina o la misma morfina.
“No pasa absolutamente nada si se deja de importar o producir el fentanilo”.
El fentanilo está contemplado en el cuadro básico y de farmacovigilancia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en dos Grupos Terapéuticos: el de anestesia, donde se utiliza a nivel general o local para dolores moderados, y el de analgesia contemplado para dolores crónicos, síndrome doloso o dolor intratable que requiera de analgesia opioide. En ambos se consigue un estado de analgesia profunda e inconsciencia.
Es por ello que opiniones de especialistas señalaron al exhorto presidencial como “un acto inhumano” al afirmar que “dejaría sin armas para lidiar con dolores” a pacientes con enfermedades crónicas, terminales, post quirúrgicas e incluso oncológicas. Este último cobrando especial relevancia en el actual sexenio por los constantes reclamos de familias que acusan escasez de medicamentos y tratamientos para niños y niñas con cáncer.
Bajo ese sentido fue que el Dr. Valentín Islas aclaró que la erradicación del fentanilo no pondría en riesgo los tratamientos oncológicos, ya que dicho opioide, subrayó, no se considera perse como parte del procedimiento para atacar al cáncer, sino para erradicar el dolor que éste produce. Razón por la cual insistió en la posibilidad de recurrir a otras alternativas analgésicas en caso que la propuesta de López Obrador trascienda.
“Una cosa es el tratamiento para el cáncer. Y habría que ver qué tipo de cáncer. Pero el tratamiento (del cáncer) es diferente al tratamiento del dolor, pero no pasaría absolutamente nada”.
“En México apenas, décadas atrás, se comenzó a utilizar (el fentanilo) de manera importante, pero siempre ha sido la morfina la que se ha utilizado para el control del dolor”, abundó y puntualizó el especialista.
Cabe señalar que el cuadro básico y de farmacovigilancia del IMSS no especifica el origen o las condiciones de dolor por las cuales debe suministrarse el fentanilo. No así con la morfina, cuyas indicaciones apuntan para dolores agudos o crónicos de moderado a intenso ocasionados por cáncer (en fase preterminal y terminal), infarto agudo al miocardio o control de dolor post quirúrgico en pacientes politraumatizados y con quemaduras.
Mismo caso con la oxicodona – también referida por el Dr. Islas —, la cual, según el Instituto dirigido por Zoé Robledo, resulta ideal para dolores graves secundarios a padecimientos como osteoarticulares (alteraciones en huesos y articulaciones), musculares crónicos y cáncer. Ninguna de las tres alternativas (morfina, fentanilo u oxicodona) aparecen en el Grupo Terapéutico Oncológico.
“Hay mucha literatura especializada que nos habla que hay fármacos de igual potencia que el fentanilo. (...) Insisto, hay muchos fármacos y sustancias que tienen propiedades iguales o parecidas. Sí hay un fundamento científico”, aseveró para Infobae México el también coautor de Breve historia de la Farmacia en México.
Más que médico, es un asunto político
La controversial propuesta del presidente Andrés Manuel suscitó en medio de las discusiones entre el círculo político de EEUU y de México por la responsabilidad de la nación azteca en la crisis de sobredosis de fentanilo en territorio estadounidense.
El debate detonó en las últimas semanas tras trascender la propuesta del Partido Republicano para permitir la intervención militar estadounidense en México a fin de combatir al crimen organizado, específicamente, aquel encargado del tráfico del fentanilo — droga que cobró la vida de más de 70 mil personas en EEUU durante el 2022.
Una iniciativa que, al ser tachada como “intervencionista”, mereció el tajante rechazo de López Obrador, miembros del Gabinete Federal y del círculo político. Esto, acompañado de las continuas críticas del Jefe del Ejecutivo Mexicano a la estrategia estadounidense para prevenir el consumo del fentanilo en la población.
Bajo ese contexto, el Dr. Valentín Islas coincidió en que la propuesta presidencial obedece a un interés político más que médico, debido a las presiones con las que el bando republicano estadounidense ha contra atacado los reclamos del Gobierno Mexicano.
“El fentanilo está creando problemas allá y un sector del gobierno de EEUU presiona al de México para que se deje de traficar fentanilo. Yo pienso que la propuesta es para cortar el abastecimiento a grupos criminales, ya sea del mismo fentanilo u precursores para evitar la fabricación ilicita”.
El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) confirmó que sus especialistas médicos y científicos dieron inicio con las propuestas de alternativas analgésicas al fentanilo, mientras que las opiniones continúan floreciendo.
Sin embargo, más allá del debate por la viabilidad de suprimir el opioide del cuadro de medicamentos en México, las críticas en la opinión pública han cuestionado a López Obrador por impulsar una medida errónea para enfrentar al crimen organizado señalando que la fórmula para enfrentar el tráfico y su producción es decomisarlo a los grupos del narcotráfico y no “quitárselo a los pacientes terminales”.