Este jueves, la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum Pardo, presentó a Lázaro Cárdenas Batel como jefe de Oficina de Presidencia durante su sexenio. El nuevo miembro de su equipo de trabajo, viene de una familia de políticos muy importante, pues su padre es hijo del ex Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Cuauhtémoc Lázaro Cárdenas Solórzano.
Uno de los cargos importantes que ha tenido en su carrera política, es el de Gobernador de su tierra natal (Michoacán) de 2002 a 2008. De 2018 a 2023 fue coordinador de asesores del actual presidente Andrés Manuel López Obrador.
Entre 2014 y 2018 fue miembro del Consejo Directivo de Wola (Washington Office on Latin America), dedicado a la promoción de los Derechos Humanos.
Además, el nuevo miembro del equipo de Sheinbaum también es nieto de Lázaro Cárdenas del Río, el expresidente mexicano quien realizó uno de los mayores logros de la historia moderna de México: la expropiación petrolera.
Sin embargo, este no fue el único hecho que marcó el gobierno de Lázaro Cárdenas. Durante su mandato, también nacionalizó los ferrocarriles, fundó instituciones como el Museo Nacional de Historia, la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y el Instituto Politécnico Nacional (IPN). También implementó el Plan Sexenal, que además de transformar el tiempo de presidencia a seis años, brindó apoyo a los los sindicatos de trabajadores, a la producción agrícola y al crecimiento urbano.
Gracias a esto, Cárdenas del Río se ganó el cariño y la admiración de millones de mexicano. Es por ello que, cuando murió, muchas personas resintieron su pérdida. El expresidente falleció un 19 de octubre de 1970. Desde mayo de ese año, los diarios mexicanos publicaban que Cárdenas había enfermado de manera grave. El también militar nació en Jiquilpan de Juárez, Michoacán, el 21 de mayo de 1895, y tenía 39 años cuando llegó a ser mandatario federal, para gobernar de 1934 a 1940.
Cárdenas pasó a la historia como un luchador contra el imperialismo norteamericano debido a la expropiación petrolera, que se llevó a cabo en un contexto en el que los trabajadores mexicanos de las empresas petroleras extranjeras no encontraban pago justo, por lo que Cárdenas decidió expropiar la industria petrolera y dejarla en manos de la nación mexicana.
Meses después de conocerse las primeras noticias sobre la enfermedad del expresidente, se dio el desenlace y la tarde del 19 de octubre de 1970 se informó sobre el deceso del general.
Y es que luego de dos semanas internado en el hospital, había regresado a su casa, donde fue trasladado pensando que la crisis que padecía ya había pasado, pero la mañana del 18 de octubre entró en coma y murió al día siguiente a las 17:15 horas, a la edad de 75 años.
Algunos periódicos de la época publicaron que la muerte del general fue por un malestar hepático, o debido a cáncer en la sangre. Por otro lado, en el libro de México Contemporáneo (1867-1940). Cárdenas en su historia, que fue editado por el Instituto Politécnico Nacional y escrito por el investigador y profesor Agustín Rodríguez Ochoa, se menciona que la enfermedad de Cárdenas comenzó por un lunar cerca de la boca que se convirtió en melanoma.
Antes de morir, Cárdenas pidió hablar con su esposa, Amalia Solórzano, su hijo, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, quien se convertiría en el primer Jefe de Gobierno del Distrito Federal, ahora Ciudad de México, en 1997, y con su hija Alicia Cárdenas Solórzano.
Debido a que nunca se quejaba, les sorprendió que les dijera que se sentía muy mal. Su esposa sostuvo su mano hasta que pereció. Una hora más tarde fue llevado a la funeraria.
En dónde descansan los restos de Lázaro Cárdenas
Los restos del expresidente, fueron homenajeados a la Confederación Nacional Campesina (CNC), que él mismo fundó. Después, el cuerpo fue llevado a la Cámara de Diputados, que en ese momento aún se encontraba ubicada en la calle de Donceles.
Era cerca de la una de la tarde cuando, en medio de un respetuoso y total silencio, el cortejo fúnebre caminó a través de la vaya de integrantes de Guardias Presidenciales y paracaidistas del Ejército Mexicano, que se formó desde la esquina de Avenida Insurgentes Norte y Gómez Farías, hasta el centro del Monumento a la Revolución.
Este monumento vio llegar el ataúd a las 13:20 horas llevado por numerosas personas. Los restos del expresidente fueron colocados en el Monumento a la Revolución, en donde descansan junto a los de Francisco I. Madero y Plutarco Elías Calles, así como los de Venustiano Carranza.