La Ciudad de México es uno de los principales centros comerciales de toda América Latina, incluso, desde antes de la llegada de los españoles. En el Valle de México, durante el imperio Azteca, la ciudad de Tlatelolco fungía como una gran mercado en el que cientos de personas intercambiaban mercancías.
En la actualidad, la CDMX mantiene su importancia comercial, tanto a nivel mayorista como minorista. Y para abastecer las necesidades de sus más de 10 millones de habitantes (y 25 millones de transeúntes diarios), la capital mexicana cuenta con más de 330 mercados públicos, aparte de sus casi mil 500 tianguis (o mercados sobre ruedas).
Sin embargo, la metrópoli cuenta con un mercado que oferta sus mercancías la 24 horas del día, como ningún otro lo hace. Se trata del Mercado de Jamaica, el cual se encuentra en la Avenida Congreso de la Unión, esquina con la Avenida Morelos, al sureste del Centro Histórico de la CDMX, en la colonia Jamaica, alcaldía Venustiano Carranza.
Pese a que el Mercado de Jamaica fue fundado oficialmente en 1957 (por lo que en la actualidad tiene 65 años), su tradición se remonta a hace más de medio milenio, cuando en la antigua Tenochtitlan, sobre el Canal de la Viga diversos comerciantes de flores provenientes de Tláhuac y Xochimilco se agrupaban para ofrecer sus cosechas.
Ahora, se trata del principal punto de venta de flores en el centro de la Ciudad de México, principalmente porque está abierto durante todo el día y toda la noche. A través de sus pasillos es posible encontrar una gran variedad de arreglos florares, flores por pieza y hasta por kilo, de todos los colores y aromas diferentes.
No obstante, los productos que ofrece no se limitan a la flora, pues hoy en día también es posible hallar frutas y verduras, principalmente hongos, frutos secos y verduras silvestres que son difíciles de encontrar en otra parte. Además, también cuenta con una zona de comida preparada.
No se sabe a ciencia cierta de dónde surgió su nombre. Hay estimaciones sobre su origen, el cual se atribuye a una hacienda llamada Jamaica, la cual le perteneció a Juan Corona en el siglo XIX.
En tanto, el actual mercado comenzó a gestarse con los comerciantes que se aglutinaban en lo que ahora es la Calzada de la Viga, que antiguamente fue un canal de aguas que conectaba el centro de la ciudad con los lagos de Chalco y Xochimilco (y sus pueblos). Ahí, los productores florares del sur de la CDMX (al igual que en la época prehispánica) arribaban para vender sus flores.
Además, muchos de ellos desembarcaban ahí para dirigirse hacia lo que ahora es la Merced, donde también se encontraba un importante punto comercial de la región. Hacia finales del siglo XIX, el mercado de Jamaica estaba ubicado en las calles de San Esteban y Resurrección (actualmente Avenida Morelos y Taller). Para llegar a él había que cruzar un puente que pasaba sobre el Canal de la Viga.
Ahí permaneció por décadas, hasta que en los años cuarenta del siglo pasado el Departamento del Distrito Federal (DDF) propuso la creación de una gran plaza comercial en la zona, pero fue hasta 1950 que los comerciantes fueron notificados para la construcción del proyecto que interrumpiría sus actividades.
En 1957 el gobierno de Adolfo Ruiz Cortines ordenó la modernización de los mercados de la zona, incluyendo el de Jamaica, por lo que fueron inaugurados 38 mercados y más de 20 mil locatarios fueron reubicados. Ese año, más de 500 locatarios se instalaron en el nuevo mercado que ocupaba una área de 36 mil metros cuadrados, mientras que hoy en día se estima que son más de mil 500.