En los últimos años de la Revolución Mexicana, los grupos de caudillos que sobrevivieron señalaron la necesidad de que se creara un partido político en donde pudieran convivir muchas de las ideas que, por años, se enfrentaron, con el fin de que se estableciera el nacimiento del Estado nacional mediante la conformación de instituciones y se diera por sentada la paz entre la ciudadanía.
Plutarco Elías Calles fue el principal promotor de esta idea, pues tras abandonar la Presidencia de la República, propuso al entonces mandatario Emilio Portes Gil que se conformara una organización en donde cupieran todas las disidencias políticas. Tuvieron que pasar muchos debates, asambleas y acuerdos para que naciera el Partido Nacional Revolucionario (PNR), mismo que cambió su nombre dos veces, la última a como actualmente lo conocemos: el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Sin embargo, la idea fue aventurada, pues establecer un partido que uniera todas las ideas no fue tarea sencilla, pues, pese a que se buscó establecer acuerdos entre todos los miembros, se comenzaron a formar algunas facciones —aunque la “lealtad al PRI” muchas veces le ganó a la rencillas—, unas oficiales y otras tantas que fueron erigiéndose como mitos nacionales, tal es el caso del Grupo Atlacomulco, quien cumplió con dos leyendas: si de verdad existió y la profecía que se lanzó para la política mexicana.
Y es que, en la conformación de todas sociedades, siempre han existido los mitos, éstos ayudan a que se establezcan relaciones de todo tipo con el exterior, al interior o con otros grupos; sin embargo, existen algunos que dan sentido a la existencia de algunas comunidades, tal es el caso del que nació, en primera instancia, en el municipio de Atlacomulco, Estado de México, sobre un futuro presidente mexicano.
Fueron los académicos Francisco Cruz y Jorge Toribio Cruz los cuales relataron, en su texto Negocios de Familia, el nacimiento del mito sobre los gobernadores y solo un mandatario mexicano que saldrían de aquel municipio que, con el pasar de los años, se convertiría en sinónimo del priismo.
De acuerdo a lo que relataron, en aquel territorio mexiquense existió la vidente del pueblo, con la cual acudían algunos de los pobladores para conocer cómo sería su futuro, esta mujer, llamada Francisca Castro Montiel, para 1940 habría lanzado su predicción sobre cuántos gobernadores daría Atlacomulco al Estado de México antes de poder tener a un nacido ahí en la silla presidencial.
“Seis gobernadores saldrán de este pueblo. Y de este grupo compacto, uno llegará a la Presidencia de la República”
Debido a que se convirtió en un secreto a voces la visión de vidente y, tiempos después fue popularizada gracias a los medios de comunicación, así como a la academia, cada vez que se sabía que algún gobernador mexiquense era oriundo de Atlacomulco, se iban descontando los que faltaban para conocer al que sería el titular del Ejecutivo Federal.
Ya con el tiempo transcurrido y con la leyenda “finalizada” se sabe que fue Enrique Peña Nieto el que cumplió con la profecía que nació en la década de los cuarenta del siglo pasado; sin embargo, la exactitud de los gobernadores que tuvieron que pasar para que él se convirtiera en gobernador ha sido cuestionada, esto porque no muchos cuentan a Carlos Hank González como “miembro oficial” del grupo, debido a que no nació en el municipio.
Peña Nieto, el hombre de Atlacomulco que fue gobernador y presidente
El PRI fue el partido que gobernó el país por más de siete décadas ininterrumpidas; no obstante, fue en el año 2000 cuando perdió por primera vez la Presidencia de la República. Así que el triunfo de Enrique Peña Nieto en 2018 no solo significó que se cumplió la profecía, sino que regresó al tricolor al protagonismo de la política mexicana.
Conviene aclarar que Peña Nieto llegó a la campaña presidencial como uno de los nuevos rostros del “nuevo PRI”, es decir, de la juventud política que quería modificar los patrones que se habían heredado en el partido; además, siempre salía a relucir su papel como gobernador del Edomex de 2005 a 2011.