Un crematorio que operaba de manera clandestina fue localizado en la costa de Hermosillo, Sonora en fechas recientes. Así lo dio a conocer el Colectivo Madres Buscadoras de Sonora, agrupación que, tras recibir una llamada anónima acudió a la zona.
El hallazgo se registró en una brecha, ubicada cerca de la calle 36 Sur, en el interior del monte ubicado en la zona rural de la capital. Ahí fueron encontradas al menos 22 carboneras con restos humanos incinerados.
La información fue compartida por el noticiero N+ en donde se detalló que a través de una llamada telefónica se alertó al colectivo.
Una vez en el lugar, la agrupación de búsqueda llamó a las autoridades locales para realizar el levantamiento de los restos, mismos que serían trasladados para que sean sometidos a análisis de ADN.
Hasta el 14 de marzo de este 2023 ni las autoridades locales ni las estatales han brindado mayor información sobre los hechos; aún se desconoce cuántos cuerpos pudieran encontrarse en la zona.
Dos meses antes, el mismo colectivo había informado la ubicación de otro campo de exterminio, el cual fue encontrado en Santa Ana tras un reporte anónimo emitido cía redes sociales.
En aquella ocasión la agrupación hizo un llamado a las familias de personas desaparecidas y no localizadas para acudir a la Fiscalía General de Justicia de Sonora para facilitar las labores de identificación de los restos.
En aquella ocasión se recuperaron restos óseos, y dos osamentas completas en las inmediaciones del ejido San Vicente, en el kilómetro 3 de la carretera Ana-Ejido El Claro.
Los campos de exterminio se han convertido en parte del escenario no sólo de Sonora, sino también de otras entidades del territorio mexicano en donde actualmente se contabilizan más 112 mil personas desaparecidas y no localizadas, de acuerdo con la versión pública del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).
Investigaciones periodísticas apuntan a que muchos de los crematorios son creados y utilizados por células del crimen organizado en contra de sus víctimas. A este tipo de prácticas se suman las fosas clandestinas, mismas que están repartidas por todo México.
En febrero de este 2023, por ejemplo, tras la detención de una célula criminal del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), se reveló la ubicación de una zona en la que fueron enterrados 68 paquetes con restos humanos y un cadáver completo.
Las fosas ocultas fueron detectadas en los límites del municipio de Ocoyoacac y Lerma, Estado de México.
En aquel entonces el fiscal general de la entidad, José Luis Cervantes Martínez, informó que de 14 cuerpos hallados, 13 correspondían a hombres y uno más a una mujer, aunque no se aclaró si ya habían sido identificados.
La línea de investigación presentada por las autoridades apuntó a que las víctimas presuntamente se desempañaban en labores de narcomenudeo y se habían negado a trabajar para la célula del CJNG, por lo que los sicarios habrían decidido acabar con sus vidas. “La hipótesis que tenemos es que, en efecto, eran narcomenudistas, tenían tienditas de droga”, explicó el fiscal Cervantes en una entrevista con la prensa.
En tanto, a finales de diciembre, las autoridades de Colima reportaron el hallazgo de restos humanos correspondientes a 22 cuerpos, mismos que fueron localizados en veinte fosas clandestinas en el municipio de Tecomán.
Los hallazgos derivaron de trabajos de investigación por parte de personal de la Fiscalía General del Estado, quienes realizaron las tareas de reconocimiento, busqúeda y posterior inspección del terreno en cuestión.