Rosa María Mejía, viuda del minero Rolando Alcocer —uno de los mineros que quedaron sepultados por la tragedia de Pasta de Conchos— sufrió una crisis cardíaca después de una reunión que sostuvieron las víctimas con autoridades de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS).
En aquel encuentro, ocurrido el 9 de marzo, el titular de la CFE, Manuel Bartlett, realizó un indignante comentario luego de que una periodista le cuestionara si todas las viudas de los mineros habían sido convocadas al evento.
Luisa María Alcalde, quien encabeza la STPS, aseguró que la invitación había sido enviada a la totalidad del grupo, pero una reportera le recordó que, hasta la fecha de la reunión, habían fallecido cinco de ellas.
Ante esto, Bartlett dijo “Esas no van a venir” a modo de burla. Otros funcionarios presentes, como César Fuentes Estrada —director corporativo de Ingeniería y Proyectos de CFE— y Luis Bravo Navarro —coordinador de Comunicación Corporativa de CFE— se rieron de dicho comentario.
De acuerdo con los reportes más recientes, el infarto que sufrió Rosa María Mejía ocurrió momentos después de los lamentables dichos de Bartlett. Aparentemente, uno de los motivos del ataque habría sido el enojo que le generó dicha burla.
Un video compartido por el periodista Ciro Gómez Leyva mostró el momento en que Mejía abandonó el lugar, con dificultades para hablar, y reconoció que fue el coraje lo que detonó su crisis.
Horas más tarde, de acuerdo con una actualización de Luisa Alcalde, la señora Rosa María había sido trasladada a la Clínica 24 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en la ciudad de Nueva Rosita, en el municipio de San Juan de Sabinas, Coahuila. “Estaremos atentos para darle apoyo institucional y le deseamos una pronta recuperación”, escribió la secretaria de Trabajo y Previsión Social en redes sociales.
“No se terminó la reunión porque se puso mala la señora, la llevamos, me fui yo con ella y la hija de ella, así ya no supimos en qué quedaron ahí en la reunión, que se acordó ni nada. Ella empezó a sentirse mal [...] sacaron una silla de ruedas y la sacamos [del lugar], de ahí agarraron una camioneta de Comisión y la llevaron al Seguro”, refirió Tomasita Martínez, viuda del caso Pasta de Conchos, en una entrevista para Grupo Imagen.
Por la noche del 10 de marzo, Rosa María Mejía fue trasladada de Nueva Rosita a un hospital de Monterrey, en Nuevo León, para continuar con su atención médica en terapia intensiva, debido a que había entrado en estado de coma, según los últimos reportes. Previamente, en la Clínica 24 de Coahuila, había sido intubada.
Hasta el momento en que se publicó esta nota se desconoce cuál es el estado de salud de la mujer, pues ninguna autoridad ha compartido informes al respecto.
Después de más de 17 años, las familias de los mineros que quedaron atrapados en Pasta de Conchos el 19 de febrero de 2006 siguen en busca de justicia. La rueda de prensa del 9 de marzo estuvo destinada a hablar sobre las acciones que tomará el gobierno para la continuación del rescate de los restos de los 63 trabajadores.
“Venimos por instrucción del presidente, convocamos a la comunidad a participar para hacer realidad el rescate de los mineros atrapados. Queremos recuperar el tiempo perdido y materializar el rescate”, declaró Luisa María Alcalde.
Por su parte, el ingeniero César Fuentes anunció que será el 14 de abril cuando se reiniciarán labores en lumbreras y el 1 de mayo las de construcción de túneles. Sin embargo, las familias de las víctimas se han mostrado escépticas ante los anuncios y compromisos del gobierno debido a los múltiples retrasos y obstáculos que han tenido los trabajos de recuperación de los cuerpos.