“Soldado, amigo, el pueblo está contigo”: marcharon en CDMX contra de la detención de soldados en Nuevo Laredo

“Soldado, amigo, el pueblo está contigo”: así arrancó la protesta organizada en la Ciudad de México este 12 de marzo, misma que se dio en contra de la detención de cuatro elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Ello luego de que los agentes fueran procesados por desobediencia, según dio a conocer la propia Sedena, tras considerar que los soldados accionaron sus armas en la masacre donde cinco jóvenes fueron asesinados la madrugada del 26 de febrero en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Sin embargo, para los manifestante —entre quienes figuran civiles, ex soldados y familiares de los hoy detenidos— la detención se habría dado de manera injusta, por lo que desde inicios de marzo y a través de redes sociales como TikTok y Twitter se comenzó a convocar a la ciudadanía a participar en la marcha que se llevó a cabo este domingo sobre Paseo de la Reforma cerca de las 09:00 horas.

De acuerdo con la convocatoría realizada, la manifestación salió del Ángel de la Independencia rumbo al Zócalo capitalino con el objetivo de “defender los derechos de los militares”.

En este sentido, la protesta estuvo revestida con prendas color olivo y carteles en los que se leían frases como: “Gracias por ser un militar e irte lejos sin saber si volverás”, “Liberen a nuestros militares” y “En memoria de los militares que murieron en espera de una orden de disparo que nunca llegó”.

Si bien en la Ciudad de México se pudo ver a al menos una centena de personas protestando, este no fue el único escenario de las manifestaciones: frente a las instalaciones de la 24a. Zona Militar, ubicada en la colonia Buenavista al norte de Cuernavaca, Morelos, una pequeño contingente realizó lo propio.

Del mismo modo un grupo de personas se reunió frente a la Zona Militar ubicada en Puebla, mientras que otro contingente se presentó en la región 18 localizada en Pachuca, Hidalgo.

Las movilizaciones que se llevaron a cabo diez días después de que se diera a conocer que la Fiscalía de Justicia Militar de la Secretaría de la Defensa (Sedena) vinculó a proceso, por el delito de desobediencia, a cuatro de los militares que estuvieron involucrados en los hechos violentos ocurridos en Nuevo Laredo, donde murieron 5 jóvenes y uno más resultó herido.

Según la versión de Sedena, elementos castrenses vieron una camioneta tipo pick up con siete personas abordo que presuntamente iban a acceso de velocidad, con las luces apagadas y sin placas.

Supuestamente, al observar la presencia de las tropas, la camioneta aceleró de manera “intempestiva y evasiva”, lo que habría resultado en un posterior impacto contra un vehículo que estaba estacionado.

Con el choque se dio un fuerte estruendo que supuestamente ocasionó que “el personal militar accionara sus armas de fuego”, matando a los jóvenes identificados como Gustavo Pérez Beriles, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Alejandro Trujillo Rocha y Gustavo Ángel Suárez Castillo”, siendo éste último ciudadano estadounidense.

Asimismo, la Sedena aseveró que otro tripulante fue llevado a un hospital privado con impactos de bala en su cuerpo, donde fue reportado como grave de salud.

En este sentido, el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo informó que la camioneta donde viajaban los jóvenes tenía al menos 20 impactos de bala y dos personas habrían sido “rematadas” en la nuca cuando se encontraban tiradas en el pavimento.

Respecto a los hechos, fue recuperado el testimonio de un joven de 21 años, identificado como Alejandro Pérez Benítez, quien logró sobrevivir al ataque.

En sus declaraciones aseguró que los militares dispararon en repetidas ocasiones contra él y sus compañeros sin razón aparente. Fue durante una entrevista a medios y organismos defensores de los Derechos humanos que detalló que ninguno de los que viajaba a bordo del vehículo portaba armas, sustancias ilícitas u otro tipo de objeto.

El joven también narró que el día del ataque, él y sus amigos habían acudido a un centro nocturno. Tras salir del establecimiento, tomaron la carretera a Ciudad Anáhuac, cuando la camioneta en la que viajaban fue supuestamente impactada en la parte trasera por los militares.

Instantes después, aseguró, comenzaron a escuchar disparos. Alejandro venía detrás del conductor y, en su intento por protegerse de las balas, se agachó hasta que cesaron las detonaciones de arma de fuego.

“Cuando volteé a los lados estaban todos muertos”, recordó.