En medio de la polémica que han generado los casos de espionaje a civiles por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el presidente Andrés Manuel López Obrador, además de negarlo y renombrarlo como “trabajos de inteligencia”, aseguró que una de las utilidades más destacadas fue haberle salvado la vida a Omar García Harfuch durante el atentado que sufrió en junio de 2020.
El mandatario informó que días previos al ataque, el titular de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) capitalina fue advertido sobre el riesgo que vivía luego de que el Centro Nacional de Inteligencia detectó un llamada que alertó a las autoridades. El aviso fue oportuno debido a que el funcionario cambió su automóvil por uno con el nivel de protección adecuado y que posteriormente le ayudó a sobrevivir.
“¿Saben cómo se le salvó la vida al jefe de la policía de la Ciudad de México? De esa manera. Unos días antes del atentado, inteligencia del Estado registró una llamada. Omar traía un carro normal y el general Audamaro Martínez habló con él y le dijo ‘tenemos esta información, no te confíes’ y cambió por una camioneta con blindaje”, narró AMLO durante su habitual conferencia matutina este 10 de marzo.
“Eso le salvo la vida porque vaya que le dispararon. Entonces más inteligencia, menos fuerza”.
El atentado a Omar García Harfuch
Durante la madrugada del viernes 26 de junio de 2020, vecinos de la colonia Lomas de Chapultepec, ubicada al oeste de la Ciudad de México, se despertaron conmocionados al atestiguar un intenso operativo criminal en el que se atentó contra la vida del secretario de Seguridad Ciudadana de la capital, Omar García Harfuch.
Cerca de las 06:38 horas, el funcionario salió en compañía de dos policías a bordo de una camioneta blindada rumbo a sus oficinas en la Zona Rosa. Antes de cruzar la calle Monteblanco, a la altura de la avenida Paseo de la Reforma –una de las más emblemáticas de la capital–, fueron interceptados por una camioneta tripulada por un grupo de más de 20 hombres armados.
Al momento de cerrarles el paso, se detonó el primer balazo que se estrelló en el parabrisas del lado derecho. A partir de ahí, una ráfaga de disparos cubrió la camioneta en la que viajaba García Harfuch en la parte delantera y sus dos acompañantes, identificados como Edgar “G”, quien manejaba el vehículo, y Rafael “O”.
Por varios minutos se escucharon las detonaciones en los alrededores. Los impactos de los proyectiles ocasionaron que el interior de la camioneta se llenara de humo, lo que dificultaba la respuesta por parte del funcionario para repeler la agresión.
Edgar G. intentó encender la camioneta y echarse de reversa, pero debido a que ya no tenía tracción por los disparos recibidos, el vehículo se encontraba completamente apagado. García Harfuch, en tanto, intentó disparar a sus agresores, pero como la unidad estaba blindada, sus balas quedaron incrustada en el parabrisas.
Fue entonces cuando decidió pasarse a la parte trasera para buscar más armas con las cuales defenderse; sin embargo, en dicho movimiento sintió el impacto de arma de fuego en el codo. Para ese momento, Edgar G. yacía sin vida por las nueve balas que lo alcanzaron, mientras que Rafael O. también falleció por 15 impactos luego de que solicitara apoyo por radio.
En total, Omar García Harfuch recibió siete heridas: tres impactos de bala y cuatro lesiones ocasionadas por las esquirlas de los proyectiles y atribuyó el atentado a las fuerzas de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho. “Esta mañana fuimos cobardemente atacados por el CJNG, dos compañeros y amigos míos perdieron la vida”, comentó el secretario después de la agresión.
Debido al fuego cruzado, se reportó el fallecimiento de una mujer, víctima del ataque a la altura del Auditorio Nacional, mientras que otra joven fue trasladada de emergencia a un hospital.