Por lo menos tres de los cuatro estadounidenses secuestrados en Matamoros, Tamaulipas, tendrían antecedentes penales relacionados a delitos contra la salud, de acuerdo con registros judiciales.
Además, fuentes del gobierno federal indicaron que no sería la primera vez que los individuos cruzaron la frontera por presuntos temas vinculados con drogas. Los hombres que murieron, Zindell Brown y Shaeed Woodard, estarían vinculados con la elaboración y comercio de drogas, portación de arma y robo con violencia, según los registros a los que tuvo acceso Reuters el 9 de marzo.
Por su parte, Latavia Tay McGee, mujer que no resultó herida en el ataque, tiene antecedentes por fabricación y tráfico de drogas, amenazas a un funcionario y robo de bienes, según lo reportó el medio El Universal. Cabe destacar que Eric Williams es el único de ellos que no tiene antecedentes delictivos.
El pasado 7 de marzo, las autoridades mexicanas dieron a conocer desde Palacio Nacional que las víctimas habían sido localizadas en el ejido El Tecolote, ubicado a varios kilómetros de donde ocurrieron los hechos: dos habían fallecido y dos estaban con vida.
Un día después trascendieron las fichas de antecedentes penales de los estadounidenses quienes, según las primeras versiones, vinieron a México para que la mujer se sometiera a una cirugía estética en el abdomen en una clínica de Matamoros.
Supuestamente, los ciudadanos de americanos fueron confundidos como criminales haitianos, con quienes miembros de un brazo armado del Cártel del Golfo tienen conflictos por el territorio.
Latavia McGee, Eric Williams, Zindell Brown y Shaeed Woodard habían viajado a Matamoros en una van de color blanco cuando repentinamente fueron interceptados por hombres armados, supuestos sicarios de Los Escorpiones, un grupo vinculado al Cártel del Golfo Tras los violentos sucesos, Brown y Woodard fallecieron.
Latavia McGee había sido arrestada varias veces en los últimos años. La última ocurrió en el 20 de enero de 2022, en relación al delito de conducta ilegal hacia un menor de edad, cuando su hija de ocho años dio positivo a consumo de anfetaminas.
Shaeed Woodard habría sido detenido por fabricación y posesión de drogas, además se había declarado culpable de los delitos en una Corte estadounidense. Finalmente, Zindell Brown había sido acusado de posesión de marihuana o hachís, además también había sido acusado de violencia doméstica en primer grado en julio de 2019.
Algunos internautas han expresado extrañeza al saber que tres de las cuatro personas tenían antecedentes por delitos contra la salud y porque había trascendido que fueron confundidos por “narcotraficantes haitianos”.
Los cuatro fueron localizados el 7 de marzo en una casa de seguridad en El Tecolote, en la carretera a la playa, aproximadamente a 10 kilómetros de donde fueron privados de su libertad en Matamoros, Tamaulipas.
“Entonces iban a Tamaulipas, a realizarse cirugías... Eran mulas? Traficantes?”; “Lo que se cuenta es que estaban surtiendo de fentanilo y cristal a varios puntos de la ciudad, les sacaron la sopa a los de los puntos (hay video) salieron sus nombres se les dijo que ya no lo hicieran y les valió y lo demás ya lo sabemos (sic)”, expresaron sus sospechas algunos usuarios.
La Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJE) de Tamaulipas señaló que los cuerpos de los estadounidenses fallecidos continúan en el Servicio Médico Forense (Semefo) de Matamoros, esperando a ser repatriados en apego a la ley, mientras que los dos sobrevivientes ya se encuentran en Estados Unidos.
Este caso ha generado múltiples comentarios, desde sospechas por un presunto montaje hasta quejas en contra de las autoridades por no poner el mismo ahínco en resolver los miles de casos de mexicanos y mexicanas desparecidas, acusando que ponen más atención cuando las víctimas son extranjeras.
Las Madres Buscadoras es uno de los grupos que ha mostrado su molestia. Si bien celebran que hayan localizado a los estadounidenses, lamentan que no todos los casos sean investigados con la misma importancia.