El día que los hermanos Beltrán Leyva llegaron a la ciudad de la eterna primavera

Durante muchos años fueron operadores de Joaquín “El Chapo” Guzmán. Por eso, en Cuernavaca lograron infiltrarse en las corporaciones policiacas y llegar a los más altos niveles del gobierno estatal

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Los hermanos Beltrán Leyva compartían negocio y familia con el Chapo Guzmán. (Infobae)
Los hermanos Beltrán Leyva compartían negocio y familia con el Chapo Guzmán. (Infobae)

En 2007, Cuernavaca, la capital de Morelos, dejó ser la misma. Aquel año será recordado en la ciudad de la eterna primavera por las incurssión de los hermanos Beltrán Leyva, originarios de Badiraguato, un municipio ubicado en lo alto de la sierra de Sinaloa.

Los Beltrán Leyva, que durante muchos años fueron operadores de Joaquín “El Chapo” Guzmán, infiltraron a las corporaciones policiacas y llegaron a los más altos niveles del gobierno estatal.

Desde ahí empezaron a construir células para las cuales reclutaron sangre joven, en muchos casos que ni siquiera llegaban a la mayoría de edad, para que fueran sus “orejas” y “ojos”: vigilantes en la calle, medidores de riesgos y peligros, mensajeros, cuervos, halcones, vendedores de droga al menudeo y sicarios.

En 2008 ocurrió un evento en Culiacán, Sinaloa, que a su vez propició un reacomodo dentro del Cártel de Sinaloa y terminó por afectar por completo el orden de las cosas en Morelos, a más de mil 300 kilómetros de distancia.

Se trató de la detención de Alfredo Beltrán, alias “El Mochomo”, en la colonia Burócrata, en Culiacán, que desató una sangrienta pelea por la plaza y exterminio del contrario, que antes era socio, operador o sicario.

El principio del fin

Alfredo Beltrán Leyva, alias "El Mochomo" (Infobae)
Alfredo Beltrán Leyva, alias "El Mochomo" (Infobae)

Sin embargo, un año después vendría la debacle de los Beltrán, luego de que en mayo de 2009 fueran detenidos varios de sus principales operadores en un operativo realizado en la capital que impactó negativamente en la estructura criminal del cártel.

Entre estas detenciones está la de Alberto Pineda Villa, alias “El Borrado”, considerado como uno de los principales jefes de los hermanos Beltrán Leyva. Agentes de la Policía Federal y ejectivos del Ejército mexicano lo detuvieron en un inmueble localizado a solo 100 metros de la Casa de Gobierno de Morelos, residencia oficial del gobernador, en la colonia Vistahermosa, Cuernavaca.

“El Borrado” se encargaba de se sobornar a servidores públicos y jefes de la policía. Incluso las autoridades lo llegaron a situar en el mismo nivel de jerarquía que Sergio Villarreal Barragán, alias “El Grande”.

Dichas acciones se dieron luego del cateo de un rancho en el municipio de Emiliano Zapata, donde se detuvo a otros integrantes de la organización criminal, quienes revelaron la ubicación de Pineda Villa.

Sergio Villarreal fue extraditado a EEUU luego de su captura en México por la Marina. (Archivo)
Sergio Villarreal fue extraditado a EEUU luego de su captura en México por la Marina. (Archivo)

Además, la acción permitió la captura de trece personas más, entre ellas cuatro mujeres más, confirmó el entonces Comisionado de la Policía Federal Preventiva, de la Secretaría de Seguridad Pública Federal.

Fuentes gubernamentales señalaron que la incursión empezó con un cateo al rancho “El Despertar”, ubicado en Tepetzingo, donde fueron detenidas 10 personas.

Otros desagajamientos de importancia fueron la detenciones, a manos de personal de la vigésima cuarta zona militar, de 27 policías preventivos de Yautepec y el entonces secretario de Seguridad Pública, Gerardo Calderón Catalán, acusados de proteger a narcotraficantes.

El 15 de mayo también fue despedido, aunque oficialmente se habló de que había sido una renuncia, el entonces Secretario de Seguridad Pública, Luis Ángel Cabeza de Vaca y el Secretario de Seguridad Pública en Cuernavaca, Francisco Sánchez González.

La caída del Barbas, el ascenso del Negro y el caso del Ponchis

La lucha por la plaza fue cruenta entre los partidarios del Chapo Guzmán y los que apoyaban a los hermanos Beltrán Leyva.

De repente, en la ciudades morelenses empezaron aparecer decapitados, mutilados, asesinados a tiros, torturados, quemados y colgados de puentes.

Sin embargo, el golpe más fuerte contra la organización ocurriría el 16 de diciembre, cuando Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, también llamado “Jefe de Jefes”, fue abatido durante un enfrentamiento a balazos con efectivos de la Secretaría de Marina y del Ejército Mexicano en una zona residencial de Cuernavaca.

En días antes las fuerzas federales ya habían intentando detenerlo en las cercanías de Tepoztlán, Morelos, en una fiesta amenizada por grupos de musica norteña, pero “El Barbas” había conseguido escapar con éxito.

"El Ponchis" fue una de las peores creaciones de los Beltrán Leyva en Cuernavaca (Archivo)
"El Ponchis" fue una de las peores creaciones de los Beltrán Leyva en Cuernavaca (Archivo)

Entonces la plaza hirvió entre mutilados, ejecutados y torturados. Y como su su sucesor entró Jesús Radilla, también conocido como “El Negro”, quien se encargó de retomar el control de la organización y fundar el Cártel del Pacífico Sur (CPS), remanente de los Beltrán Leyva.

Sin embargo, en 2010 el ejército empezó a golpear fuertemente al CPS, logrando la detención de sus principales operadores.

Entre ellos figuró un adolescente de 14 años que pasaría a la historia de la peor manera: Édgar N. alias “El Ponchis”, un niño involucrado desde los 11 años con la delincuencia organizada, quien tras su detención en 2010 confesó haber asesinado a cuatro personas por órdenes del Negro.

Los años siguientes significarían una de las peores épocas para la ciudad de la eterna primavera, que tras la incursión de los Beltrán Leyva ya no volvió a ser la misma.

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