Cuando Ávila Camacho llegó a la presidencia bajo el fantasma del fraude electoral

De acuerdo a los registros históricos, el priista ganó la Presidencia de la República con el 93.9% de los sufragios; sin embargo, algunos apuntaron a que existió una presunta represión durante la jornada

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La idea de fraude electoral
La idea de fraude electoral estuvo presente en la memoria colectiva de la presidencia de Manuel Ávila Camacho (Twitter/@INEHRM)

En 1939 el Partido de la Revolución Mexicana (PRM) cambió su nombre por segunda vez, por lo que comenzó a ser nombrado como el Partido Revolucionario Institucional (PRI) —denominación que conserva hasta la fecha—, por lo que, al ser designado como Presidente de la República por la Cámara de Diputados, Manuel Ávila Camacho se convirtió en el primer mandatario priista.

Sin embargo, el camino previo a la campaña y la jornada electoral cimbraron un fantasma de fraude electoral para el gobierno de 1940 a 1946, el cual no desapareció con el pasar de los años y que, incluso, se ha recordado cuando se han presentado inconformidades en los comicios que han acontecido en las últimas décadas.

Fue durante el gobierno de Lázaro Cárdenas que empezaron los mitos de que podría existir un supuesto fraude, debido a que, dos años antes de se que llevaran a cabo las elecciones, algunos sectores del partido empezaron a realizar actos a favor de Ávila Camacho, quien se desempeñaba como titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

El INEHRM recordó un mitin
El INEHRM recordó un mitin anticipado para Ávila Camacho (Twitter/@INEHRM)

Así lo recordó el Instituto Nacional de Estadios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), quien compartió en sus redes sociales una fotografía donde se aprecia cómo el gremio de los Ferrocarrileros, acompañados por algunos cuadros del entonces PRM, realizaron en 1938 un mitin a favor para que el secretario de Estado fuera el próximo candidato a la titularidad del Ejecutivo Federal.

“En 1938 y de manera muy prematura, varios senadores y la mayoría de los gobernadores se pronunciaron a favor de la candidatura de Manuel Ávila Camacho para frenar la de Francisco J. Múgica rumbo a las elecciones de 1940″, explicó la dependencia de la foto que compartió.

Aunque en aquel tiempo J. Múgica era un personaje muy cercano al presidente Cárdenas y muchos lo daban como el personaje fuerte para ser el candidato, en realidad, tal como mencionó la dependencia, algunos grupos priistas comenzaron a apoyar a Camacho, razón que llevó al partido a designar al exsecretario como candidato.

“El señor general Múgica, mi muy querido amigo, era un radical ampliamente conocido. Habíamos sorteado una guerra civil y soportábamos, a consecuencia de la expropiación petrolera, una presión internacional terrible. ¿Para qué un radical?”, fueron las palabras que se inmortalizaron del general Cárdenas, al ser cuestionado del porqué de la decisión del PRI.

En las calles se dio
En las calles se dio apoyo a la candidatura de Ávila Camacho (Archivo México)

Tras la designación del extitular de la Sedena como candidato dio inicio a la campaña para el proceso electoral de 1940 en donde solo se registraron dos personas: el priista y Juan Andreu Almazán por parte del Partido Revolucionario de Unificación Nacional (PRUN).

La cual, hasta ese momento, se convirtió en la elección más difícil de enfrentar para el PRM, debido a que Andreu Almazán contaba con una fuerte aprobación social, además de que el representante del PRUN comenzó a señalar al gobierno federal, mediante la Comisión Electoral, de presuntamente había tardado en la entrega de las credenciales para votar.

Aunque el partido oficialista negó los hechos, los actos poco a poco comenzaron a aumentar el ambiente violento, mismo que se cimbró el 7 de julio de 1940, día de elección, en donde se contabilizaron sólo en la Ciudad de México entre 21 y 23 personas fallecidas, así como cerca de 200 heridos.

De acuerdo a lo que se tiene registro, el enfrentamiento se dio entre los “verdes” partidarios del priista contra los “rojos”, personajes cercanos a Andreu Almazán, en donde un presunto robo de urnas provocó descontrol social, pues se registraron atropellamiento de personas, disparos y descontrol social.

Tras tales actos ambos candidatos aseguraron haber ganado la elección; sin embargo, el 12 de septiembre la Cámara de Diputados nombró al priista como el presidente electo, momento en donde su opositor aprovechó para reafirmar un presunto fraude electoral en la jornada, tanto así que buscó el apoyo de los Estados Unidos.

Manuel Ávila Camacho se volvió
Manuel Ávila Camacho se volvió presidente de México en 1940 (Archivo)

Sus dichos fueron sustentados por el periodista Arnaldo Cortesi, enviado especial de The New York Times a la Ciudad de México, el cual aseguró que en las calles pudo observar más apoyo para el candidato del PRUN que para el priista.

“Nadie, medianamente imparcial que estuviera hoy en la Ciudad de México, podría dudar de que en esta ciudad el sentimiento popular estaba mayoritariamente a favor del general Almazán. Este corresponsal visitó cerca de 20 casillas en diferentes partes de la ciudad, sólo dos de ellas estaban integradas por simpatizantes del general Ávila Camacho.

Sin embargo, aunque intentó que los comicios fueran impugnados, el proceso siguió y Almazán tuvo que “renunciar” a la presidencia, incluso asistió a la toma de posesión de Ávila Camacho el 1° de diciembre de 1940.

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