Aunque aún no se logró identificar a las personas armadas, el video grabado a unos metros de donde ocurrieron los enfrentamientos entre grupos delincuenciales en Matamoros, y ahora se sabe, en donde también ocurrió el secuestro de ciudadanos estadounidenses, fue usado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), para sus investigaciones.
En su conferencia mañanera, el gobernador de Tamaulipas Américo Villarreal informó en la mañanera que los cuatro ciudadanos estdounidenses fueron localizados, dos de ellos sin vida y una más herida. El mandatario estatal también dijo que ya se trasladaban al lugar en donde fueron localizados para su traslado y apoyo médico.
ABC News confirmó que el FBI ya tuvo contacto con familiares de algunos de estos ciudadanos y sigue con las investigaciones. Con ello, la agencia de Estados Unidos se sumó a dependencias mexicanas como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), a la Secretaría de Marina (Semar) y a la Guardia Nacional en la localización de los cuatro ciudadanos estadounidenses que fueron secuestrados el pasado 3 de marzo.
En el video que forma parte de las investigaciones, se observa a sujetos armados, así como a los ciudadanos estadounidenses. En el caso de la mujer, a quien se leidentificó como Latavia “Tay” McGee, se le vio consciente en la parte posterior de una camioneta tipo Pick up.
Sin embargo, a los tres hombres, que de acuerdo con ABC News fueron identificados como Shaeed Woodard, Zindell Brown y Eric James Williams, se les vio inconscientes en el momento en que fueron subidos a la camioneta por los sujetos armados.
La identidad de las personas estadounidenses secuestradas en Matamoros fue guardada por la Casa Blanca en su pronunciamiento realizado en conferencia de prensa el lunes por la tarde.
En esa oportunidad, la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre señaló que este tipo de ataques “son inaceptables”, y afirmó que autoridades de Estados Unidos estaban ya en contacto con sus contrapartes mexicanas para esclarecer lo ocurrido.
En su declaración, la Casa Blanca también afirmó que se presionará a México para llevar ante la justicia a las personas responsables de este secuestro.
Más tarde, en lo que fue la primera conferencia de prensa dedicada al secuestro de los cuatro ciudadanos estadounidenses en Matamoros, el fiscal general de Justicia de Tamaulipas, Irving Barrios, informó que se abrió una carpeta de investigación en la cual se analizan todos los indicios localizados en el lugar.
Y fue él quien reconoció la colaboración del Ejército Mexicano, la Marina Armada, la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, la Comisión Nacional de Búsqueda, la Guardia Nacional, así como autoridades estatales como la Comisión Estatal de Búsqueda y la Fiscalía estatal.
Aunque se han lanzado varias hipótesis en torno al móvil del secuestro de los ciudadanos estadounidenses, procedentes de Carolina del Norte, hasta el momento no se ha establecido un móvil en torno a lo ocurrido.
Estas personas llegaron a México cruzando desde Brownsville, Texas, hacia Matamoros. ABC News afirmó que en el lugar se encontró una licencia de conducir, lacual pertenece a Eric James Williams.
El medio estadounidense contactó a familiares de Latavia “Tay” McGee, quien detalló que la mujer cruzó hacia México para someterse a un procedimiento médico cosmético. La última comunicación que sostuvieron fue 15 minutos antes de llegar a la clínica, y posterior a ello, perdieron comunicación.
El Departamento de Estado de Estados Unidos mantiene desde octubre de 2022 una alerta de viaje en la cual colocó a Tamaulipas como una de las entidades a las que no recomienda viajar. Esta alerta también está activa para los estados de Guerrero, Michoacán, Sinaloa y Zacatecas.
Se advirtió en la alerta que el estado de Tamaulipas es peligroso debido a la delincuencia y casos de secuestro. Se precisó que las actividades delictivas en la entidad contemplan balaceras, asesinatos, robos a mano armada, secuestros, desapariciones, extorsiones y agresiones sexuales.
El FBI mantiene actualmente activa una recompensa por información que lleve al rescate de los ciudadanos estadounidenses y a la detención de las personas responsables de ello, que de acuerdo con medios estarían ligados al Cártel del Golfo, específicamente a su brazo armado conocido como Grupo Escorpión.