La violencia de género es una lamentable realidad que mientras atenta contra la vida de diez mujeres al día en México, rebasa la capacidad de los gobiernos de todos los niveles para disminuir dicha problemática que en 2022 cobró la vida de 947 mujeres por feminicidio; y otras 3 mil 754 por homicidios dolosos.
Sin embargo, para el Partido Acción Nacional (PAN) a este preocupante contexto se le aúna una agravante perpetrada desde el Poder Ejecutivo: las descalificaciones que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha lanzado a los contingentes feministas, especialmente, en el marco del 8 de Marzo, Día Internacional de la Mujer.
Un ejemplo de ello se remonta a la mañanera del 29 de septiembre del 2021, cuando insinuó que detrás de las actuales manifestaciones feministas participarían “mujeres conservadoras” cuyo único fin para simpatizar con la causa es “para afectarnos a nosotros (al Gobierno” — esto, tras hacer referencias a “los hechos vandálicos” perpetrados contra edificios gubernamentales o negocios.
“Estos actos de violencia, diría yo, es un fenómeno nuevo que tiene que ver con el inicio de nuestro gobierno. Por eso hasta desconfío de su autenticidad”, comentó desde Palacio Nacional y descalificó “el uso de la violencia” para las protestas por los derechos de las mujeres.
Así pues, la bancada albiazul señaló que estos y otros reproches del mandatario tabasqueño están basados en “prejuicios machistas y trasnochados”. Mismos que, refrendó, convirtieron a Movimiento Regeneración Nacional (Morena), el partido de López Obrador, en “un enemigo de las causas de mujeres”.
“Basado en prejuicios machistas y trasnochados, el gobierno de Morena se volvió enemigo de las causas de las mujeres. No sólo les dio la espalda, sino que las agrede verbalmente para influirles miedo y acallar sus protestas”.
En ese sentido, el dirigente de la militancia, Marko Cortés, afirmó que el discurso hostil de la administración de la autodenominada Cuarta Transformación (4T) ha sido el principal incitador de “clima nocivo para las mujeres” no sólo para la violencia física, también la psicológica, económica, patrimonial, política y virtual.
“Las mujeres sufren en las redes acoso, amenazas, difusión de material privado, extorsión, desprestigio, suplantación de identidad, mientras el gobierno sigue de brazos cruzados”, aseveró en un comunicado oficial.
“Las palabras presidenciales en contra de los movimientos de mujeres, por su influencia y penetración, han influido sin duda en crear un clima nocivo para las mujeres”.
Tras exponer dicho contexto, Cortés Mendoza urgió la recuperación de programas que habrían desaparecido o debilitado durante la administración morenista, tales como las estancias infantiles, los refugios para atender a mujeres víctimas de violencia y centros de atención legal y psicológica.
Estos últimos, en razón del último reprocho a López Obrador por la nula atención de su administración hacia las afectaciones en la salud mental de las víctimas, y la población femenina en general, derivadas de los constantes feminicidios, asesinatos y violaciones sexuales.
“Si en verdad queremos un México libre de violencia contra las mujeres, es fundamental poner en marcha políticas públicas que beneficien el mejor desarrollo de las mujeres en todas sus etapas, impulsar mayor equidad en el ambiente económico y laboral, así como desterrar la impunidad”, atajó el dirigente panista; no sin antes destacar las acciones en esta índole impulsadas por gubernaturas del blanquiazul, tales como Chihuahua, Aguascalientes, Querétaro o Guanajuato.