Este 1 de marzo entró en vigor el Decreto con el que se crea la Ley de Protección al Espacio Aéreo Mexicano, la cual otorga a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) la responsabilidad de ese espacio.
Esta es la ley reglamentaria de los artículos 27, 48 y 73, de la Constitución Política en materia de Seguridad y protección del espacio aéreo.
A partir de ahora, la Sedena coordinará la vigilancia y protección del espacio aéreo mexicano, “en el ámbito que compete a la Seguridad Nacional”, señala el decreto.
Esta reforma se aplica en medio de las crecientes críticas a las políticas de militarización del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ya entregó a las Fuerzas Armadas el control de la Guardia Nacional, de obras como el Tren Maya y aeropuertos, de la vigilancia de puertos y aduanas, y de una próxima aerolínea.
También la explotación de centros turísticos como las Islas Marías y una red de hoteles en la Riviera Maya.
Con esta nueva ley, el Centro Nacional de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo deberá actuar al observar alguna de las maniobras de vuelo que se señalan como irregulares, entre ellas no activar su código transponder o apagarlo durante el vuelo, cambiar de ruta sin motivo aparente, no establecer comunicación con los servicios de control de tránsito aéreo previstos por la autoridad aeronáutica o con el Centro.
Además, por no contar con información de plan de vuelo, registrar cambios erráticos de velocidad, altura, rumbo o realizar maniobras inusuales, sobrevolar una zona restringida, prohibida, peligrosa, de vigilancia y protección del espacio aéreo mexicano y de identificación de defensa aérea, y cuando una aeronave se encuentre en una situación de emergencia.
También constituye el Sistema de Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo Mexicano, el cual comprende la coordinación entre las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal que lo integran “para inhibir y contrarrestar las operaciones aéreas ilícitas que atenten contra la seguridad nacional”.
Ese sistema lo integrarán Sedena, que hará la coordinación; la Comandancia de la Fuerza Aérea Mexicana y la Comandancia del Centro Nacional para la Vigilancia y Protección del Espacio Aéreo; Secretaría de Marina, a través de la Dirección del Centro de Mando y Control de la Armada de México.
El Ejército echará a volar su propia aerolínea comercial
En diciembre pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que en 2023 entrará en operación la nueva aerolínea a cargo de la empresa pública de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la misma que ya maneja la construcción del Tren Maya y el Aeropuerto de Tulum.
“Aprovechar para informar de qué si va haber una línea aérea nueva, que va a ser manejada por la misma empresa que va maneja el Tren Maya, el Aeropuerto Felipe Ángeles y el nuevo aeropuerto de Tulum, pero se va a agregar también el manejo del aeropuerto de Chetumal, Palenque y Campeche, ya tomamos la decisión”, dijo el mandatario el 5 de diciembre en su conferencia mañanera.
López Obrador aseguró que con la nueva aerolínea habrá más viajes, bajará el precio del pasaje y “si hace falta”, se va a permitir el cabotaje de las empresas extranjeras, “lo que significa que puedan llegar a Cancún, se les permita pasar por Campeche y Ciudad de México, es decir, liberar todo lo que tiene que ver con el transporte aéreo”.
Posteriormente, en la primera semana de febrero de 2023, el presidente López Obrador desmintió la existencia de una iniciativa para reforma de leyes en materia de aviación que permita el cabotaje a empresas extranjeras.
“Todavía no está decidido eso, no existe ninguna iniciativa de ley “, dijo el 7 de febrero.
En este sentido, el mandatario acusó a los dueños de las aerolíneas que operan en México de emprender una campaña de desinformación al respecto.