El Salón de la Fama Internacional eligió a los 18 nuevos miembros que entrarán al museo que inmortaliza a los personajes más sobresalientes del balompié para su 11va generación, en la edición de 2023 Emilio Azcárraga Milmo será parte de las figuras que recibirán la investidura.
A pesar de que el Salón de la Fama reconoce en su mayoría a jugadores, entrenadores y hasta árbitros, la votación de incluir al Tigre Azcárraga —como también era conocido— se justifica con lo que heredó al futbol mexicano.
No solo su inversión en el club América es parte del legado que dejó, sino en la transformación que le dio al futbol nacional y proyectarlo como un negocio rentable entre la década de los sesenta y setenta.
La compra del club América, su primera incursión en el futbol mexicano
El dueño de Telesistema Mexicano emprendió una transformación en la manera en la que se difundía el futbol en la TV del país, así que para ello necesitaba de un club propio para explotar su imagen y convertirlo en un referente de la Primera División de México.
Después del transmitir el Campeonato Panamericano de Futbol 1956 adquirió a los Canarios del América en julio de 1959 para invertir en la transmisión de partidos; pese a que desconocía del futbol se asesoró con personajes como Guillermo Cañedo de la Bárcena, presidente deportivo, y con la dirección técnica de Ignacio Trelles, a quienes les dejó la parte deportiva mientras el Tigre se enfocó a los negocios, patrocinios y la construcción de un estadio.
Según narra la biografía El Tigre: Emilio Azcárraga y su imperio Televisa, la compra de un equipo insignificante en ese momento le permitió explotarlo y manejarlo a su conveniencia para atraer la atención de la audiencia.
Fue así que lo convirtió en un “villano de telenovela”, basado en su experiencia con los productos televisivos y lo puso a competir con la imagen de Chivas, equipo que solo compite con mexicanos. Los fichajes de extranjeros mejoraron los resultados en la cancha; América empezó a ganar partidos y campeonatos.
Dio origen al Clásico Nacional con Guadalajara y reforzó su imagen como antagonista al “nacionalismo” con jugadores extranjeros como Edvaldo Izidio Vavá, Francisco Moacyr y José Alves Zague.
Construcción del Estadio Azteca
Cada que se habla de Azcárraga Milmo no se puede excluir su historia de Televisa, las Águilas y la construcción de uno de los estadios más importantes de México, el Estadio Azteca. Su visión empresarial combinado con la inquietud de potencializar el futbol lo llevó a ser uno de los responsables de que México se convirtiera en sede mundialista por primera vez en 1970.
Pero para atraer a la FIFA al país necesitaba cumplir con la infraestructura y un acercamiento con la Federación Mexicana de Futbol (FMF). Pieza clave de esta relación fue Guillermo Cañedo.
La compra del América y su colaboración con Guillermo Cañedo de la Bárcena le hicieron plantearse el objetivo de construir un propio estadio para Las Águilas. Pero, el recinto deportivo no solo favorecía al conjunto azulcrema sino que era una manera de negociar con la FMF y el gobierno en turno para que el país fuera candidato de la sede mundialista para 1970.
El Trigre se reunió con la directiva de Atlante y Necaxa —equipos que al igual que América compartían sede de local en el Estadio Olímpico Universitario— para negociar el financiamiento del Azteca, para así tener un estadio propio. Emilio Azcárraga fundó la Organización de Futbol del Distrito Federal S.A. de C.V.
Una vez llegado el acuerdo con los equipos, en agosto de 1962 inició la obra del actual Coloso de Santa Úrsula bajo el diseño del arquitecto Pedro Ramírez Vázquez. En 1966 concluyó al obra que rebasó un presupuesto de 95 millones de pesos pues terminó costando 200 millones más.
Para el 29 de mayo de 1966 se jugó el primer juego en el Estadio Azteca, un amistoso del América con el Torino de Italia. A la inauguración asistieron el presidente Gustavo Díaz Ordaz, Stanley Rous, presidente de la FIFA; Emilio Azcárraga Milmo y los presidentes deportivos de América, Atlante y Necaxa.
Mundial México 1970
Con la inauguración del Estadio Azteca, Azcárraga Milmo se acercó cada vez más a la Femexfut y empezó a formalizar la propuesta de que el país tuviera un Mundial en la capital, por lo que ofreció el recinto del Coloso a la selección mexicana.
El Tigre involucró a su estadio en competencias deportivas de categoría como fue los Juegos Olímpicos de México 1968, el Azteca albergó algunos partidos, por lo que el Tri olímpico debutó en esta cancha con el juego de México vs Colombia.
Aquel evento fue el preámbulo para que Azcárraga Milmo trajera el Mundial 70 al país y convertirse de manera oficial en la casa de la Selección Nacional de México, así que le arrebató tal nombre al Olímpico Universitario y su televisora formó parte de la transmisión de los juegos del Mundial y del Tricolor, cosa que se mantiene en la actualidad con Emilio Azcárraga Jean.
Después del Mundial 70 vino una Copa Confederaciones en 1999, unos Juegos Panamericanos en 1975, además de eliminatorias mundialistas y olímpicas.