Mario Moreno “Cantinflas” gozó de tal popularidad y cariño en México que sus entusiastas, fanáticos y seguidores escribían su nombre en la boleta durante las épocas de elecciones presidenciales.
Por supuesto, estos votos no llegaban a nada y jamás lo llevaron a ocupar la silla presidencial del país, pero demostraban el cariño que las personas sentían por el actor y comediante durante aquellos años en los que el Partido Revolucionario Insitucional (PRI) gobernaba a México.
A lo largo de varios años de historia de la democracia en México, los ciudadanos han expresado su inconformidad con los candidatos en turno escribiendo nombres de celebridades o figuras públicas ajenas al mundo político en el espacio en blanco de la boleta electoral.
En su momento, Cantinflas fue una constante de este fenómeno que hasta hoy en día ocurre. Algo parecido a esto pasó en 2014, durante la Copa Mundial de Fútbol celebrada en Brasil. Ante la eliminación de la selección mexicana de la competencia, los ciudadanos escribieron “no era penal” en el espacio en blanco de la boleta.
Esta practica no sólo tiene un significado de protesta, sino también de admiración. Cantinflas fue un actor y comediante que enamoró a millones de mexicanos y que tiene una amplia trayectoria que sigue siendo recordada por sus admiradores.
Mario Moreno fue el protagonista de un sinfín de películas que lo llevaron a convertirse en un ícono de los espectáculos y la cultura mexicana. Tanto, que no es extraño ver al comediante en las ofrendas de muertos de las familias mexicanas.
La fama y el éxito de Mario Moreno “Cantinflas” lo llevó hasta Estados Unidos. La industria cinematográfica de Hollywood lo reconoció cuando le entregó el Globo de Oro por su actuación en La vuelta al mundo en 80 días, película del año 1956 dirigida por el reconocido director de cine Michael Anderson.
En aquella película, Mario Moreno “Cantinflas” compartió escena con celebridades como David Niven, Shirley MacLaine y Robert Newton. Incluso, Frank Sinatra apareció en la película, haciendo un cameo como un pianista en un bar de San Francisco.
Su actuación por el filme fue tan aplaudida que la gente no se extrañó cuando fue él, y no Marlon Brando (nominado por La casa de té de la luna de agosto), el que ganó el Globo de Oro.
Celebridades de todo el mundo expresaban continuamente lo que pensaban de Cantinflas. Fue el caso del famoso comediante Charles Chaplin, quien dijo que Mario Moreno era el mejor comediante vivo en esas fechas.
El respeto que México le tenía a Mario Moreno “Cantinflas” se demostró en varias ocasiones. Tras su muerte se realizaron eventos y homenajes por todo el país, algunos de ellos durando varios días. En la cripta de la familia Moreno Reyes, dentro del Panteón Español de la Ciudad de México, se encuentran sus restos en forma de ceniza.
Cantinflas falleció en 1993, víctima del cáncer de pulmón que derivó en un infarto en el corazón.
El verbo “cantinflear” no es ajeno para los mexicanos. La Real Academia Española de la Lengua incluyó la palabra en su diccionario en los años noventas dándole la siguiente definición: “Hablar de manera incongruente y disparatada, sin decir nada de sustancia”. Esto por la curiosa forma de expresarse del actor cuando actuaba en sus películas.
Cantinflas encontró su verdadera vocación como actor y comediante después de ser bolero, taxista, boxeador y hasta torero. Sus múltiples profesiones lo inspiraron para crear un personaje que ha traspasado fronteras y que es reconocible hasta para las nuevas generaciones.
Pocas personas en México, tengan la edad que tengan, sin incapaces de no reconocer a Mario Moreno “Cantinflas”, el actor que inspiró a millones de mexicanos que también soñaron con verlo como presidente del país.