El Diván de Valentina se convirtió en uno de los programas más famosos para la generación que veía Once Niños, por lo que cuando finalizó su emisión, muchos de sus actores principales continuaron en la pantalla chica, pero no todos, entre ellos Irene Garibay, la protagonista.
Irene Garibay fue quien le dio vida a Valentina Valdez Valdivia, el personaje principal del Diván, durante tres años. A lo largo de las cuatro temporadas del programa, la niña fue acercando al público a situaciones que día con día vivía con su familia y amigas, siempre reflexionando ante los retos que se le presentaban.
La serie terminó en 2005 ya que los jóvenes actores no tuvieron más interés en ser parte de la producción, pues buscaban otro tipo de proyectos que no fueran solamente para el público infantil.
Diez años después, en una entrevista, compartió que cuando dejó El Diván de Valentina, Irene probó continuar actuando, en la obra de teatro Los ladrones del tiempo, pero después se dedicó a sus estudios; por un tiempo estudió en Hong Kong, también en Argentina y Nueva York, Estados Unidos.
En esa época, debido a que las redes sociales tomaron fuerza, comenzaron a difundirse sus fotos rapada y divirtiéndose con sus amigas, algo por lo que fue criticada, se hicieron notas falsas sobre su vida a los 20s, inclusive se llegó a decir que tenía problemas de drogadicción y por eso no había podido regresar a la actuación.
Esto causó que ella buscara alejarse de los medios y que sus redes se hicieran más privadas, pero, al mismo tiempo, disfrutaba de su vida como estudiante.
Para la universidad, llegó al Ringling College of Art and Design, en Florida, con una beca para estudiar Artes Plásticas, regresaba a México solamente en sus vacaciones de verano.
Tiempo después, cuando Irene abrió su cuenta de Instagram, comenzó a compartir detalles de su vida, como a qué se dedica ahora, dónde vive y por qué no ha regresado a la televisión.
Garibay actualmente vive en Tepoztlán, Morelos, junto a su pareja. Ahí, se dedica a la producción de cerveza artesanal, pero también estudia a los hongos y da clases de yoga.
A sus 31 años, Irene disfruta de su vida completamente alejada de los medios, ocasionalmente participa en cursos, así como también participó en un podcast sobre los hongos.
Cabe mencionar que la meta de la exactriz no fue ser una artista; entró a El Diván de Valentina porque, como muchos niños de aquella época, era fan de Bizbirije e hizo una audición para convertirse en reportera.
Fue aceptada en Once Niños, donde al poco tiempo se enteró de la convocatoria para la serie. También participó en la audición sin esperar que fuera aceptada para cualquier papel y obtuvo el personaje principal.
Ya que solamente tenía 10 años cuando inició este proyecto, tanto ella como sus papás se preocuparon por sus estudios, por lo que la primera temporada fue grabada afectando lo menos posible la escuela. Si es que Valentina tenía que grabar un día, había una profesora que la ponía al corriente de lo que se veía en las clases, pero intentaban que esto fuera en pocas ocasiones.
Después, para la segunda y tercera temporada, las grabaciones se hicieron durante las vacaciones de Irene, de esta forma tampoco intervenían en sus estudios. A la cuarta temporada, la última, se hizo lo mismo que en la primaria, de esta forma Garibay nunca resintió el haberse convertido en una estrella de niña.
Cuando entró al teatro con Los ladrones del tiempo, interpretó a una tortuga y ahí acabó su interés en la actuación. Irene, se ha interesado más por viajar y aprender, que por interpretar personajes.