Luego de que se diera a conocer que el magnate sudafricano-estadounidense, Elon Musk, buscara invertir en una planta de Tesla en México, con una fuerte inversión de USD 10 mil millones, el presidente del país, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), dio algunas declaraciones al respecto.
Y es que, según diversos medios y periodistas especializados, Musk habría decidido que la próxima planta de su empresa se pondría en el estado norteño de Nuevo León, algo que al parecer no agradó mucho al mandatario mexicano, pues en su conferencia de prensa mañanera del pasado lunes, le mandó un mensaje a la empresa del magnate, diciéndole que sería mejor opción colocar la planta al sur del país.
Sobre este tema, el periodista Enrique Quintana, habló en su columna Coordenadas, de este miércoles, titulada ¿Tumbará AMLO la inversión de Tesla?, y publicada en el medio El Financiero.
Quintana comienza mencionando que si los directivos de Tesla escucharon las declaraciones que dio el presidente López Obrador el lunes, podrían estar reconsiderando la posibilidad de lanzarse a invertir en México.
Y recuerda las declaraciones de AMLO del lunes: “Celebramos que se esté decidiendo a México como lugar para que lleguen estas inversiones de la industria automotriz (Tesla), lo único que queremos hablar con los directivos de esta empresa es que queremos ordenar también el crecimiento. Hay ya lugares en el país en donde no se tiene agua suficiente y tenemos que cuidarla para el consumo doméstico”.
El mandatario federal señaló que, precisamente, Nuevo León, el estado en el que Tesla tendría pensado hacer la inversión, padece de falta de agua.
También dijo AMLO: “Pero no sólo es Hidalgo, el 70 por ciento del agua del país, hay que decirlo, está en el sureste. (Donde) se tiene agua, se tiene gas, se tiene energía eléctrica, no hay tanta población, hay más tierra que población, esto es parte de lo que queremos dar a conocer”.
Quintana señala que, si en las evaluaciones de Tesla ya hubiera ganado la opción de Nuevo León, como sede para una armadora, tras escuchar las palabras del presidente, podrían reconsiderar y cancelar su inversión en México.
“...Si resulta que Tesla en Nuevo León va a tener en contra al presidente de la República, lo más probable es que se vaya a otro país”, se lee en la columna.
Continúa explicando que lo que determina la ubicación de una inversión no es solo la existencia de agua, o de tierra disponible. Justifica que si eso fuera, no existiría Israel, y Singapur sería un país sumamente atrasado.
“La ubicación de una inversión exige tomar en cuenta la infraestructura existente, la disponibilidad de mano de obra calificada, la existencia de energía en las condiciones adecuadas, y políticas públicas amigables con las inversiones, entre otros factores”, señala Quintana.
Y da algunos datos duros, en los que explica que de acuerdo con la Secretaría de Economía, la entidad que concentra el mayor volumen de inversión extranjera directa en este siglo es la Ciudad de México, con 21.8% del total realizado desde 1999 hasta el tercer trimestre de 2022, seguido de Nuevo León, con 9.3%; Estado de México, con 8.8%; Jalisco con 5.8% y Chihuahua con el mismo porcentaje.
En contraste, los estados del sureste, a los que AMLO invita a Tesla a invertir, es mucho menor. Y es que sumando la inversión extranjera realizada en los estados de Chiapas, Campeche, Tabasco, Oaxaca y Guerrero, entre las cinco llegan a 3.9% del total nacional.
“Si el gobierno federal realmente quisiera emprender un proyecto para atraer inversiones al sur y sureste del país se requeriría un esfuerzo integral, que implicara la construcción de infraestructura, la capacitación, y la generación de incentivos más atractivos para las empresas”, menciona Quintana.
En México, las empresas de automóviles se ubican en México en 12 entidades, de las cuales, ninguna está al sureste del país. El periodista señala en su columna que sería muy bueno tener una empresa de alta tecnología ubicada en Oaxaca, o un gran centro de innovacion de ingeniería en Campeche, sin embargo, para aspirar a ello, hay que hacer un trabajo que no se ha hecho, ni en esta ni en pasadas administraciones, pues como país, se ha fracasado en equilibrar geográficamente el desarrollo.