El fin de la Guerra de los Pasteles: qué multas tuvo que pagar el gobierno mexicano a Francia

En la historia de México han habido dos intervenciones francesas. La primera inició el 16 de abril de 1838 y terminó el 9 de marzo de 1839, En cuanto a la segunda, comenzó el 8 de diciembre de 1861 y finalizó el 21 de junio de 1867, de acuerdo a los registros del gobierno mexicano.

Las consecuencias de la primera invasión francesa significaron una derrota para el ejército mexicano y una deuda a pagar que dejó vulnerable al país. Según el sito web del Archivo General de la Nación (AGN), en la Colección de documentos para la historia de México, el pago para compensar los daños a Francia también incluía un trato preferencial en las relaciones comerciales que México se negaba a ceder.

A casi 184 años del final de la Guerra de los Pasteles, aún se discute sobre la gravedad de sus repercusiones en el país. Además, se recuerda cómo el pacto de paz fue firmado para terminar con un conflicto que dejó estragos en las relaciones comerciales de aquel entonces.

Los acontecimientos de la primera intervención francesa en México fueron impulsados por intereses económicos. Diversos historiadores comentan que Francia era una potencia europea en búsqueda de oportunidades comerciales en el país, además intentaba expandir su imperio en las naciones jóvenes del continente americano.

Cuando México perdió la Guerra de los Pasteles, tuvo que pagar 600 mil pesos de ese entonces a Francia, de acuerdo con los documentos históricos del AGN. Lo anterior fue estipulado en el tratado de paz firmado en Veracruz, el 9 de marzo de 1839. Como parte de la reparación de los daños, el gobierno mexicano también entregó la fortaleza de San Juan de Ulúa.

El ministro plenipotenciario francés, Charles Baudin fue quien firmó el pacto y estableció cómo pagaría México a Francia. Por el lado mexicano, Eduardo Gorostiza y Guadalupe Victoria tuvieron que resignarse a respetar las sanciones del acuerdo, según el gobierno.

Sin embargo, el archivo histórico del gobierno explica que México se negó a respetar el tratado mercantil que buscaba privilegios para la flota francesa. En lugar de eso, se ofreció a Francia el mismo tratamiento comercial que se daba a otros países, el cual excluía la libertad para comerciar al menudeo.

El nombre del enfrentamiento armado entre Francia y México en 1838, tiene una anécdota detrás. El AGN explica que durante 1832 un pastelero francés llamado Remontel tenía un establecimiento en Tacubaya, donde unos militares mexicanos se fueron sin pagar los pasteles que habían consumido, además vandalizaron la tienda.

Los registros de National Geographic sobre esta historia, incluye a otros comerciantes que habían expresado supuestas protestas ante el embajador francés, el barón Antoine Louis Deffaudis, debido a los destrozos provocados por oficiales mexicanos. La gravedad de estas acusaciones escalaron sin que el presidente de aquel año, Anastasio Bustamante, pudiera contener la situación.

Después de las mediaciones fallidas del gobierno mexicano con los franceses, la intervención comenzó el 16 de abril de 1838. El conflicto, que en realidad fue impulsado por los intereses comerciales de Francia, terminó un año más tarde, el 9 de marzo de 1839, con deudas para México.

Antes de que el diplomático inglés Richard Pakenham mediara el alto a las hostilidades entre Francia y México, según el AGN, las motivaciones de la guerra se basaron en las exigencias de indemnizaciones. La negativa del gobierno mexicano por pagarlas desencadenaron la primera invasión de aquel país en territorio nacional.

El 15 de abril de 1838 fue la fecha que los franceses, al mando de Deffaudis, habían impuesto a los mexicanos como límite para lograr un acuerdo comercial que concediera privilegios mercantiles. Luego del rechazo a estas imposiciones, comenzó un bloqueo marítimo en Veracruz y Tampico que duró ocho meses.

El 13 de noviembre de 1838 las hostilidades aumentaron porque México resistió la presión francesa. El gobierno de ese país, ordenó el desembarco de 20 navíos a las costas mexicanas. El combate se desató el 27 de noviembre de 1838, con la defensa del puerto de Veracruz, de acuerdo con los registros históricos del gobierno.

El general Antonio Gaona dirigió la batalla en la fortaleza de San Juan de Ulúa, mientras que Manuel Rincón defendió el puerto de Veracruz. Cuando ambos fueron vencidos, Antonio López de Santa Anna asumió el liderazgo de las tropas mexicanas, pero fracasó y perdió una pierna.

Una vez derrotado el ejército mexicano, comenzaron las negociaciones para poner fin a la guerra. El diplomático inglés Pakenham tuvo que intervenir en el tratado de paz firmado en Veracruz el 9 de marzo de 1839, pues el conflicto también afectaba las relaciones comerciales de Inglaterra en Europa.