En la trayectoria actual de la reforma electoral impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, las elecciones federales del 2 de junio de 2024 “pueden ser menos que libres y lejos de ser justas”, señaló la revista The Atlantic.
Para la revista fundada por escritores, si López Obrador logra intervenir en las próximas elecciones a favor de Morena, hará más daño a la legitimidad del gobierno mexicano y abrirá aún más espacio para que los cárteles del narcotráfico afirmen su poder en México.
En su publicación de este martes 21 de febrero, The Atlantic analiza que el proyecto político de AMLO consiste en explotar agravios y descontentos sociales para consolidar el poder personal, un liderazgo que se volvió común en el mundo moderno.
En el caso de Estados Unidos, Donald Trump puso en grave riesgo el sistema democrático cuando se resistió a dejar el poder, pero las instituciones y las leyes lograron resistir, apuntó David Frum, autor del artículo “El Autócrata de al lado”, quien expuso que en el caso de México “el autócrata prevalece hasta ahora” y en el futuro cercano el ganador final podría ser la autocracia.
Al igual que Trump en EEUU, López Obrador finalmente alcanzó el poder gracias a una crisis más amplia del sistema político. En México, Enrique Peña Nieto perdió su conexión con los votantes, y su imagen llegó a personificar el abismo entre las élites sociales y económicas de México y las clases rezagadas.
El rechazo hacia el sistema corrupto se extendió por la sociedad mexicana y el apoyo electoral a los partidos políticos tradicionales colapsó, situación que fue bien leída por López Obrador y su partido, Morena, quien se presentó como la única fuerza política alterna.
En julio de 2018, López Obrador obtuvo la victoria política más contundente en la historia democrática moderna de México y llevó a su partido a obtener una mayoría en el Congreso.
Así, un hombre que, con escasa consideración por los frenos y contrapesos institucionales, quería basar su poder directamente en la “voluntad del pueblo”, finalmente vio cumplido su deseo, después de una campaña de 12 años.
En 2022, López Obrador intentó una reforma constitucional para cambiar el sistema electoral, pero al no lograrlo, rápidamente tomó otro camino y con ello surgió el “Plan B”, con la intención de reducir el presupuesto del INE y también para reducir su presencia en las entidades.
David Frum explicó que si se inhabilita el INE, la responsabilidad de operarlo probablemente recaerá en los gobiernos locales, la mayoría de ellos controlados por Morena, partido que gobierna más de 20 estados de la República.
Para la prestigiada revista, la aparente paradoja de todo este esfuerzo de López Obrador para influir en el proceso de 2024 es que uno de los tabúes en la política mexicana para prohibir la reelección de un presidente se mantiene.
“¿Por qué intentar manipular unas elecciones en las que él mismo no puede ser candidato?”, se pregunta Frum, quien a continuación explica que en este plan hay una lógica del poder, en la cual López Obrador desea asegurar su sucesión en alguien completamente leal y según todos los informes, esa persona sería Claudia Sheinbaum, quien ya declaró que de llegar a Palacio Nacional tratará de sacar adelante las reformas constitucionales que AMLO no pudo, como la eléctrica.
López Obrador probablemente tenga la influencia para imponer su opción preferida a su partido, recordando que Morena ya determinó la encuesta como método de selección, el mismo que le dio la candidatura a Sheinbaum en 2018 en la CDMX.
Pero imponer esa opción al país es un desafío mayor, donde el INE es un obstáculo para el presidente, estimó el autor del artículo.
De manera paralela, López obrador está desarrollando otra herramienta de poder, “quizás la más siniestra de todas: un ejército politizado”, establece Frum.
Bajo la presidencia de López Obrador, ha trasladado numerosas funciones anteriormente civiles al control militar, creando con ello nuevas oportunidades para que las Fuerzas Armadas construyan una riqueza económica.
Uno de los ejemplos más significativos es que López Obrador cambió el control de la recaudación de aduanas de México de las agencias civiles al ejército, justificando que la corrupción inundó a funcionarios. Ahora son las fuerzas armadas las que estarán expuestas a la tentación, señala la publicación.
Los partidarios de López Obrador a veces atribuyen su entusiasmo por el control militar a una fe ingenua en la integridad y competencia de las fuerzas armadas, pero Frum señala que las personas ingenuas rara vez llegan a la cima de la política mexicana.
En el fondo, las concesiones de López Obrador a las fuerzas armadas no se basan en la ingenuidad y parecen obedecer más a un presidente que intenta construir una base de poder de mandos militares que le deben su riqueza, y sobre los cuales posiblemente tiene conocimiento de secretos.
La verdadera historia de la llamada Cuarta Transformación “son grandes promesas, poca entrega”, se lee en el texto de este 21 de febrero.
En el análisis, The Atlantic estima que López Obrador solo en una cosa puede considerarse verdaderamente transformador: en su aspiración de suprimir la democracia multipartidista de México y llevar al país de regreso al pasado autoritario.
En los próximos meses, la democracia mexicana enfrentará duras pruebas y si México puede superarlas, podrá alcanzar un progreso. De lo contrario, el país corre el riesgo de caer en el autoritarismo, al tiempo que la anarquía del crimen organizado puede crecer.