La mañana del sábado 18 de febrero se registro un lamentable hallazgo en la región del Istmo de Tehuantepec, en el estado de Oaxaca, pues las autoridades localizaron los cuerpos sin vida de un niño y una niña sobre la carretera Canal 33.
Como parte de las investigaciones, la Fiscalía General del Estado (FGE) emitió un comunicado en el que se detallaron los primeros avances en el caso. Resaltó, por ejemplo, que ya hay una persona detenida, y aunque no se compartió su identidad, se especificó que es el padre de los menores, pues hay indicios que apuntarían a una posible situación de maltrato familiar.
Luego de una serie de entrevistas con familiares y personas cercanas a las víctimas, personal de la Fiscalía corroboró que ambos infantes se dedicaban a la venta de productos en la vía pública, presumiblemente botanas.
Además, elementos de la corporación hicieron un análisis de las bases de datos disponibles y se determinó que no existía reporte alguno de no localización de la niña y el niño, por lo que, aparentemente, “su desaparición y posterior fallecimiento se dio entre la tarde-noche del día viernes y las primeras horas del sábado”.
Adicionalmente, el comunicado de la FGE incluyó las conclusiones obtenidas a raíz de los estudios forenses, realizado por el Instituto de Servicios Periciales, que identificaron que la causa de muerte de ambos menores fue asfixia. Además, “las víctimas tenían entre dos y cuatro horas de haber fallecido a partir de la hora del hallazgo”. Cabe recordar que los cuerpos fueron encontrados alrededor de las 07:05 horas del 18 de febrero, por lo que su fallecimiento habría ocurrido la madrugada de ese mismo día.
Los signos de asfixia habían sido reportados, preliminarmente, por agentes de la Policía Municipal de Juchitán, quienes fueron los primeros en llegar al lugar de los hechos.
En relación con esto, la FGE agregó que el lugar en el que ubicaron a la niña P.A.A.M. y el niño W.D.A.M. (tramo Juchitán - El Espinal de la carretera Canal 33) es distinto al lugar en el que habrían sido asesinados.
“La FGEO sigue investigando el entorno inmediato de las víctimas y las posibles trayectorias utilizadas el día de su desaparición y posterior fallecimiento, pues ambos hechos son determinantes para establecer la identidad del o los responsables”.
La dependencia de seguridad indicó que, actualmente, existen dos líneas de investigación para esclarecer el infanticidio. Sin embargo, no brindó detalles respecto a las hipótesis que estarían dirigiendo las indagatorias.
Por otro lado, se reveló que en la misma casa en donde vivían las víctimas habitan otros cinco niños, a quienes se les brindó la atención pertinente mediante el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) municipal de Juchitán de Zaragoza.
Según los primeros informes, los menores residían en la colonia Fidel Peña del municipio de Juchitán de Zaragoza y se dedicaban a vender frituras y golosinas en las calles de la ciudad para ayudar a los gastos del hogar.
El viernes 17 de febrero, habían salido de su domicilio, como todos los días, para vender sus productos. Sin embargo, no volvieron a casa.
El crimen perpetrado contra los menores fue lamentado y condenado en redes sociales por el gobernador del estado, Salomón Jara Cruz, quien se comprometió con el esclarecimiento del caso.
“Lamentamos y condenamos enérgicamente la muerte de dos menores de edad en El Espinal, en la región del Istmo. Nuestro gobierno hará todo lo que esté en sus manos para esclarecer los hechos y castigar con todo el peso de la ley a los responsables [...] Defender la vida, en especial la de nuestras niñas y niños, es la misión más alta de nuestro gobierno y vamos a trabajar siempre para cumplirla”, escribió el mandatario en su cuenta oficial de Twitter.