El fin del plantón donde, por tres años, se fumaba y vendía marihuana frente al Senado de la República

Tras denuncias de actos violentos, las autoridades de la CDMX optaron por darle fin al también conocido como Plantón Cannábico

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Gobierno de la CDMX terminó
Gobierno de la CDMX terminó con el Plantón 4:20 en las afueras del Senado de la República (Foto: Cuartoscuro)

Fue en octubre de 2019 que inició el Plantón 4:20, también conocido como campamento cannábico, el cual se instaló en la Plaza Luis Pasteur, en las afueras del Senado de la República, para exigir la legalización de la marihuana y todos los usos que puedan existir en relación a esta planta (medicinal, lúdico e industrial); sin embargo, a primera hora de la mañana del sábado 18 de febrero, un operativo realizado por la policía capitalina puso fin a esta manifestación.

A las 00:50 horas (tiempo del Centro de México) del sábado dio inicio el operativo con elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México (CDMX), donde, además de desalojar a los comerciantes, se retiraron 38 matas y 28 macetas con marihuana. Al respecto, la autoridad señaló que procedió en apego irrestricto a derecho y se respetaron los derechos humanos de los desalojados.

Videos publicados en redes sociales muestran cómo es que los uniformados procedieron con la recuperación del espacio público y juntaron las matas de esta planta. Asimismo, se pueden observar a elementos de Limpia de la capital nacional realizando trabajos de jardinería para arrancar de raíz las decenas de plantas que estaban en la Plaza Luis Pasteur.

Posteriormente, a las 08:34 horas de ese mismo sábado, Martí Batres, secretario de gobierno de la CDMX, confirmó el desalojo, la desinstalación de las carpas y la recuperación de la plaza pública. Al respecto, puntualizó que fue el propio Senado de la República quien solicitó, a través de un punto de acuerdo que se retirara el plantón cannábico, pero no dijo los motivos.

Cabe recordar que senadoras y senadores de todos los partidos políticos habían reportado actos de violencia al interior del plantón, así como la pérdida de la paz pública en su periferia, pues actividades ilícitas como el narcomenudeo, confrontaciones violentas e incluso asaltos, fueron parte de la nueva normalidad en el espacio vecino al Senado de la República.

No obstante, se destaca que cuando inició el Campamento 4:20, éste guardaba un espíritu diferente, el cual se perdió con el pasar del tiempo, pues la tergiversación de las consignas dio pauta a que se presentaran actos de agresión, violencia y opacidad en la Plaza Luis Pasteur.

¿Qué ocurrió con el Plantón Cannábico en tres años?

Cuando inició el Campamento 4:20 se transmitía un espíritu de libertad fijado contra la agroindustria, pues, ante la probable legalización de la marihuana y sus derivados, un grupo nutrido de jóvenes exigían al legislativo federal que crearan una ley que contemplara a los pequeños productores, pues, al comparar los métodos de producción en otros países, se dieron cuenta que los trabajadores independientes no podían competir contra productos industrializados.

Cuando se dio inicio al campamento, pequeños productores señalaron que las características de los productos para el ser humano por parte de las grandes empresas suelen tener aditivos que podrían alterar el factor de adicción, pues si no se regulariza adecuadamente la legalización del consumo cannábico, se podrían hacer plantas con nicotina.

Además, la introducción de la agroindustria en la proveeduría de semillas podría generar dependencia ante un solo productor, pues las plantas transgénicas suelen dar semillas de un solo uso; es decir, las plantas serían estériles y el productor se haría dependiente de quien le surta de las semillas, vulnerando su capacidad de lucro ante los gigantes de la industria.

Otro mercado que se podría explotar con la legalización de la marihuana es el de la construcción, pues el cáñamo de esta planta ha demostrado ser un material sumamente resistente, fácil de producir, con propiedades térmicas superiores a las de otros materiales minerales, por lo que se podría generar un gran mercado en esta materia, por lo que el campamento exigió reglas claras, que no vulneren sus derechos como pequeños productores y que no afecten a la salud humana ni que incrementen el factor de adicción.

El plantón se convirtió en
El plantón se convirtió en un punto de distribución de marihuana (Foto: Cuartoscuro)

Sin embargo, con el pasar de los meses, el plantón cobró fama de ser un punto de distribución de marihuana en las afueras del Senado de la República, algo que tergiversó el objetivo original de la instalación del campamento. Fue esta etiqueta pública que terminó por contaminar el campamento y dar pauta a que las autoridades procedieran contra éste.

Algunos señalamientos publicados en redes sociales por diferentes usuarios o por algunos manifestantes desplazados sostenían que la delincuencia organizada se apoderó del lugar, pues encontraron un lugar cómodo para vender sus productos de manera libre sin que las autoridades les hicieran nada. Además, se llegaron a reportar robos y asaltos en las inmediaciones del plantón.

Fue por ello que, inicialmente, las autoridades comenzaron a realizar movilizaciones policiacas en la periferia del plantón, pero la respuesta hostil de los comerciantes terminó en enfrentamientos con la policía; finalmente, ante la pérdida de la paz pública en la Plaza Luis Pasteur, el Senado promovió un acuerdo para que autoridades capitalinas tomaran cartas en el asunto y desalojaran a los comerciantes y retiraran las plantas que había alrededor de la Cámara Alta.

Avances legislativos

Entre el primer y segundo año del Campamento 4:20 la senadora Jesusa Rodríguez, abanderada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena) promovió la agenda de la legalización de los productos derivados de la marihuana; además, hizo trabajos legislativos para que, a la brevedad, se despenalice el consumo de ésta, pues, en distintos puntos de la república, se tenían a jóvenes privados de su libertad en los centros penitenciarios de México por portar 5 gramos de marihuana. Algo que consideró un exceso.

Esperan recuperar el espacio público
Esperan recuperar el espacio público (Foto: Cuartoscuro)

Parte de los efectos que esperaban lograr, tanto los legisladores como los manifestantes, es desmitificar que el consumo de marihuana estaba relacionado con la delincuencia, pues, a diferencia de otras drogas, la marihuana tiene un factor de adicción menor en relación a otras, incluso que con otros estupefacientes legales como el alcohol o el tabaco, ya que la nicotina y el alquitrán (sustancias añadidas a los cigarros de tabaco), incrementan el factor de adicción en el producto final que llega al consumidor.

Otro valor añadido a una correcta legislación radica en el tipo de producto al que se tiene acceso, así como el rango de edad de los consumidores. De acuerdo con los legisladores, el mantener en la ilegalidad los productos de la marihuana evita que el Estado intervenga en medidas de calidad y restricción del acceso a menores de edad, ya que la población juvenil es uno de los principales consumidores de marihuana.

Al respecto, algunos estudios médicos señalan que si el consumo de marihuana inicia en la adolescencia, podría generar mayor dependencia. Además, al mantenerse en la clandestinidad, muchos consumidores utilizan la marihuana como una droga que los acerca a otro tipo de productos como la cocaína o el cristal. De tal modo que poner a la marihuana en el campo de la legalidad podría tener un efecto positivo en los consumidores, pues no tendrían, en teoría, que acercarse con narcomenudistas para acceder a esta sustancia.

Otra ventaja sería que los narcomenudistas verían afectados sus ingresos personales al retirar un producto de fácil venta; sin embargo, en la discusión parlamentaria no se tuvieron avances sustanciales en dicha materia, por lo que las industrias que se podrían ver beneficiadas con la legalización tendrán que esperar a que el Senado contemple los aspectos que pueden ser trastocados en la vida diaria de las y los mexicanos.

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