El rostro de Teddy Joseph Von Nukem se había hecho viral en 2017, cuando su imagen fue utilizada por innumerables medios internacionales para ilustrar una manifestación de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, en Estados Unidos.
Cinco años después, Teddy Joseph está muerto, dejando a una mujer viuda, cinco niños huérfanos y un caso sin resolver sobre narcotráfico que involucra el tráfico de fentanilo, un pago absurdo y una historia surreal en México que contradice las creencias de las que decía sentirse orgulloso.
La euforia de Teddy en Charlottesville
Durante la polémica manifestación de Charlottesville, en agosto de 2017, Teddy Joseph fue uno de los protagonistas.
Primero, identificado únicamente como Ted, dio unas palabras a The New York Times, donde dijo que estaba cansado de ver a los blancos “siendo aplastados”.
Posteriormente, su identidad completa fue confirmada por el periódico local Springfield News-Leader luego que un ex compañero de clase lo identificara.
En esa ocasión aseguró que apoyaba al entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y que buscaba un puesto político para impulsar la agenda del magnate republicano.
El contexto es importante. Trump recién había llegado a la Casa Blanca enarbolado por un discurso antiinmigrante, en el que acusaba a los mexicanos de cruzar ilegalmente al territorio estadounidense para cometer crímenes, amenazando con construir un muro en la frontera sur para que no cruzaran y obligaría al gobierno de México a pagarlo.
Durante su mandato, Donald Trump siguió con su discurso y, bajo amenazas de aranceles, hizo que el gobierno de México detuviera la llegada de migrantes a Estados Unidos e incluso amenazó con nombrar a los cárteles de la droga como organizaciones terroristas.
Incluso, Von Nukem aceptó dar una entrevista al periódico local en la que rechazó ser un supremacista blanco, de extrema derecha o neonazi, pero dijo que no le importaba mostrar solidaridad con ellos.
La caída de Teddy en México
Para principios de 2021 todo era distinto de aquel 2017. Donald Trump terminó su primer mandato luego de no conseguir la reelección. Por su parte, Von Nukem no consiguió la carrera política que tanto deseaba, así que se mudó al país por el que tanto odio expresó el último presidente republicano: México.
Teddy Joseph dejó Estados Unidos cuando los seguidores de Trump hicieron el asalto del Capitolio tras la derrota electoral de Trump, hecho que casi le cuesta un juicio político al magnate.
De acuerdo con documentos del caso CR21-00672 de la fiscalía de Estados Unidos, distrito de Arizona, la familia Von Nukem arribó a Yucatán, considerado el estado más seguro del país, debido a sus bajos índices de inseguridad y violencia.
Ahí estuvieron durante tres meses hasta que en marzo del 2021 Teddy Joseph tuvo la necesidad de regresar a Estados Unidos, había dejado unos artículos que tenía almacenados en Missouri.
Así que tomó su camioneta Nissan modelo Pathfinder del año 2019 y cruzó México para llegar a Estados Unidos, según el mismo relato documentado.
El 17 de marzo, Teddy Joseph llegó al cruce fronterizo de Lukeville, en Arizona, donde elementos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) inspeccionaron su vehículo.
Fue entonces cuando un elemento canino detectó un olor proveniente entre la tercera fila del asiento trasero y la cajuela. Los oficiales registraron el vehículo y encontraron 14 paquetes que contenían 15.08 kilogramos de fentanilo.
El fentanilo es una droga poderosamente adictiva y mortífera que ha sido un enorme problema para Estados Unidos a tal grado que su uso ya se considera una epidemia. De acuerdo con la Administración para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), solo dos miligramos de fentanilo se consideran una dosis potencialmente letal.
Siguiendo esta lógica, la carga de fentanilo que Teddy Joseph llevaba consigo podía matar hasta a 7.5 millones de personas.
En ese año, 2021, más de 107 mil personas murieron por sobredosis de droga en Estados Unidos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), de los cuales el 67% involucraron opioides sintéticos como el fentanilo.
La muerte de Teddy
Luego de encontrar los 15 kilos de fentanilo en su auto, Teddy Joseph fue arrestado y contó su versión de los hechos que constan en los mismos documentos del caso CR21-00672.
Von Nukem explicó a las autoridades estadounidenses que cuando viajaba rumbo a la frontera se detuvo en Puerto Peñasco, en Sonora, donde conoció a un sujeto que sólo se identificó como “Víctor”.
Víctor le ofreció 4 mil pesos mexicanos, alrededor de 200 dólares, a Teddy Joseph para llevar una “carga” a Estados Unidos. Él aceptó la oferta.
En Sonora predomina la presencia del Cártel de Sinaloa, principalmente la fracción de “Los Chapitos”, los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, así como la de Rafael Caro Quintero, conocido como el Cártel de Caborca, ambos grupos enfrentados. Un tercer grupo criminal que tiene presencia en la entidad, aunque con menor fuerza, es el Cártel de los Beltrán Leyva, también antagónico.
Víctor tomó el Nissan Pathfinder de Von Nukem y se lo devolvió un par de días después, sin saber, ni preguntar, sobre el tipo de “carga” llevaba escondida en su automóvil. Lo único que le dijo a Teddy Joseph es que cuando llegara a Phoenix recibiría un mensaje para saber a quién y cómo entregaría la “carga”.
Las autoridades estadounidenses presentaron dos cargos contra Von Nukem por tráfico de fentanilo. En lo que comenzaba el juicio, Teddy Joseph siguió en libertad, la cual se fue alargando debido a varios retrasos en el proceso judicial.
No fue hasta el 30 de enero de este año, casi dos años después de los hechos, que comenzaría el juicio. Sin embargo, Von Nukem no se presentó en la Corte, las autoridades quisieron localizarlo, pero no pudieron, así que solicitaron una orden de aprehensión en su contra.
Pero ya no había nada que hacer. Prácticamente en ese mismo momento, Teddy Joseph salía de su casa en Missouri, caminó por la nieve y se suicidó en su cobertizo. Once días después, el pasado 10 de febrero, las autoridades estadounidenses desestimaron el caso.