Senadores de Estados Unidos pidieron frenar la “ola” de importaciones de acero desde México a través de la imposición de aranceles, recordando que esta medida fue una de las amenazas utilizadas en 2018 por la administración de Donald Trump, aunque en 2019 finalmente dio marcha atrás.
Para Gabriela Siller Pagaza, analista del Banco Base, que EEUU esté retomando el plan para aplicar aranceles a las exportaciones mexicanas de acero, puede ser una presión como consecuencia de las restricciones que recientemente aplicó el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador al maíz transgénico, además de la reforma al sector eléctrico para limitar a las empresas norteamericanas.
En una carta dirigida a Gina Raimondo, secretaria del Departamento de Comercio y Katherine Tai, representante comercial de EEUU, los legisladores pidieron retomar la imposición de aranceles a México debido a que esté ha inundado el mercado de aquél país.
“Como saben, Estados Unidos eliminó su 25 por ciento sobre las importaciones de acero mexicano en mayo de 2019. La administración anterior redujo estos aranceles como parte de un acuerdo que estipula que si las importaciones de acero “aumentan significativamente más allá de los volúmenes históricos de comercio... la parte importadora puede imponer aranceles del 25 por ciento”... con respecto a los productos individuales donde tuvo lugar el aumento. En los últimos meses, ha quedado claro que las importaciones mexicanas de acero ahora “superan los volúmenes históricos de comercio” y están “aumentando significativamente” en nuestro mercado.
Siller Pagaza consideró que en el marco vigente del Tratado de Libre Comercio, México no se está comportando como aliado comercial y “la consecuencia es presión por imponer aranceles. Con esto, la oportunidad del friendshoring se pone en riesgo”.
A la par de la solicitud de los senadores, la Asociación Nacional de Productores de Maíz de Estados Unidos (NCGA, por sus siglas en inglés) hizo un llamado al gobierno de Joe Biden para iniciar el mecanismo de resolución de controversias bajo el T-MEC, esto frente al decreto de México para cerrar las puertas al maíz transgénico.
Esto puede ser presión como consecuencia del tema del maíz y del sector eléctrico. No nos estamos comportando como aliados comerciales y la consecuencia es presión por imponer aranceles. Con esto, la oportunidad del friendshoring se pone en riesgo. https://t.co/JSKkPtK4Gc
— Gabriela Siller Pagaza (@GabySillerP) February 16, 2023
El pasado 10 de febrero, el jefe de comercio agrícola de EEUU, Doug McKalip, dio como plazo al gobierno de México hasta el 14 de febrero para explicar a Washington los argumentos científicos detrás de la prohibición que aplicará la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador al maíz transgénico y al herbicida glifosato.
El funcionario de la Representación Comercial de EEUU señaló que la respuesta ayudará a la agencia a decidir los próximos pasos en su búsqueda por resolver una larga disputa sobre las políticas agrícolas biotecnológicas de México.
Agregó que esto podría incluir una escalada de la disputa al mecanismo de solución de controversias en el marco del Acuerdo Comercial de América del Norte (T-MEC). Y es que el desacuerdo amenaza con interrumpir el comercio de miles de millones de dólares en maíz entre Estados Unidos y México.
EEUU desistió en 2019 de la amenaza de los aranceles
En noviembre de 2020, la administración de Trump decidió que México sería excluido de cualquier posible arancel que EEUU aplicara al acero eléctrico de otros países por motivos de seguridad nacional.
En aquél entonces la oficina del representante de Comercio de EEUU anunció el acuerdo, evitando a México los aranceles 232, llamados así por una sección de una ley comercial de 1962. Sin embargo, aquél pacto otorgó a México una exclusión preventiva.
México y Canadá representan la mayor parte de las importaciones estadounidenses de acero eléctrico de grano orientado, la variedad que se utiliza en la transmisión de electricidad. Material de calidad también puede provenir de otros productores de todo el mundo, como Japón, Corea del Sur y China.