Durante su trayectoria profesional, Julio César Chávez se dio a conocer por la icónica banda de color rojo que lucía en la cabeza antes de cada pelea. Pese a su popularidad, no siempre la portó consigo y la tuvo que utilizar por recomendación de su equipo para evitar el efecto negativo de un posible trabajo de “brujería” al que fue sometido antes de una de sus peleas más importantes.
Era el año de 1987 y ante el éxito conseguido como campeón en la división de peso superpluma, el originario de Ciudad Obregón, Sonora, buscó probar suerte en una categoría superior. En ese sentido, puso su mirada en el título avalado por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) en peso ligero y cuyo propietario era Edwin Rosario.
La rivalidad es recordada por el propio Chávez González como una de las más ríspidas en su historial. Durante los meses previos a la pelea y en cada encuentro que sostuvieron, el originario de Puerto Rico llegó a amenazarlo, así como a su familia, con la finalidad de intimidar. No obstante, la hostilidad fue más allá del ámbito deportivo.
Según recordó en una entrevista con Yordi Rosado, tiempo antes de la pelea de campeonato se acercó a él un asesor de Don King para recomendarle el uso de una cinta de color rojo en la cabeza. La primera reacción de Chávez fue de rechazo y extrañeza, pero al escuchar la explicación se convenció.
“Me dijo ‘Julio, ponte esta cinta roja porque esto ahuyenta a los malos espíritus. Es que la mamá de Edwin Rosario tiene en una cubeta con hielo tu foto para que subas congelado’. Estuvo ch*ngue y ch*ngue hasta que me convenció. Me puse la cinta roja y ahí nació la cinta roja. Yo no sé si gané por la cinta roja o porque era mejor que Rosario”, declaró.
En el imaginario de un sector de la población mexicana, así como en diversos países de América Latina, portar un amuleto de color rojo es efectivo para absorber y repeler las malas vibras, así como envidia, celos. Su uso tiene origen entre las primeras civilizaciones del continente y ha perdurado a lo largo de los años. Incluso, atletas como Lionel Messi lo han usado durante competencias.
De esa forma, Julio César Chávez accedió a salir al cuadrilátero por primera ocasión con la cinta de color rojo en su cabeza. El resultado fue favorable pues dio una de sus mejores exhibiciones y finalizó el trámite de la pelea por la vía del nocaut técnico. La esquina del boricua tiró la toalla en el transcurso del round número 11.
Tiempo después de la pelea, según contó, pudo dar crédito a lo que le contó el asesor de su promotor. Aunque no especificó si fue una fotografía o la escena en vivo, declaró que “sí tenían mi foto en una cubeta con hielo, me la enseñaron”.
Desde esa reyerta, que además de darle su victoria número 57 de forma consecutiva lo convirtió en campeón de dos categorías, el Gran Campeón Mexicano no volvió a salir sin el amuleto de color rojo aunque con el transcurso de los años sufrió modificaciones. Incluso, pudo sacar provecho económico.
“Funcionó la cinta roja en el sentido de que después me pagaban por ponérmela. En ese entonces me daban medio millón de dólares porque llevaba (de patrocinadores a) Tecate o Banco del Atlántico”, recordó.
También se volvió una prenda usual entre los aficionados más fervientes de su trayectoria deportiva. A lo largo de sus 58 peleas restantes, Chávez cargó consigo la cinta roja y aunque hacia el final de su carrera padeció una serie de derrotas, también protagonizó noches de campeonato cuando llegó a portar el polémico listón contra las malas vibras.