La historia de la conquista española en México ha sido reconstruida a través de los siglos con el esfuerzo de antropólogos, arqueólogos e historiadores. En este intento por revelar la cronología de los hechos han surgido preguntas respecto a qué hizo Hernán Cortés luego de capturar a los generales mexicas.
Cuauhtémoc, cuyo nombre náhuatl significa “Sol que desciende” o “Águila que desciende”, fue el último huey tlatoani, término usado para designar a los gobernantes, de acuerdo con los registros históricos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Él fue quien organizó la resistencia contra las tropas de Cortés, pero tuvo que esperar a que su tío, Cuitláhuac, autorizara las acciones militares.
Los esfuerzos de Cuauhtémoc solo tuvieron algunas victorias parciales. Sin embargo, Tenochtitlán cayó ante las fuerzas españolas el 13 de agosto de 1521, y Cortés tuvo la astucia de mantener vivo al último tlatoani para fines políticos.
Captura de Cuauhtémoc
En 1515, Cuauhtémoc fue nombrado Tlacatécatl, nivel militar equiparable al de general en la ciudad de Tlatelolco, distinguida por concentrar el mercado más importante de Mesoamérica, acuerdo con la CNDH. Él se había opuesto a la presencia de los españoles desde que llegaron a Veracruz en abril de 1519. Apoyó a Cuitláhuac cuando decidió combatir a los invasores europeos, tras la muerte de Moctezuma, el 29 de junio de 1520.
Una de las victorias más emblemáticas del último tlatoani fue la batalla conocida como La Noche Triste, ocurrida el 30 de junio de 1520. El sitio web de lugares históricos recopilados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (Inah) explica que Cortés intentó huir de Tenochtitlán después de ordenar la muerte de Moctezuma. Con ayuda de guerreros tlaxcaltecas, cargaron un puente de madera para cruzar el lago y transportaron oro.
Sin embargo, el conquistador fue sorprendido por los mexicas, quienes lo persiguieron y causaron grandes pérdidas para las filas españolas. Cortés al pie de un ahuehuete, en Popotla, lloró ante su derrota con la cabeza inclinada sobre el pecho.
Aunque La Noche Triste fue una victoria importante, la defensa mexica tuvo que reorganizarse tras la muerte de Cuitláhuac, en noviembre de 1520. En ese momento, Cuauhtémoc fue elegido sucesor. Pese a sus esfuerzos, falló en contener la conquista y tuvo que refugiarse en Tlatelolco. La ciudad fue asediada por los españoles hasta que en 13 de agosto de 1521, el tlatoani decidió escapar y reagrupar a su ejército; pero los hombres de Cortés lo capturaron en la canoa que usaba.
La caída de Tenochtitlán tras la captura de Cuauhtémoc
Algunos historiadores han asegurado que la defensa del imperio mexica llegó demasiado tarde. El sitio UNAM Global de la Universidad Autónoma de México (UNAM), en su artículo publicado en noviembre de 2019, contabiliza que la viruela había provocado la muerte del 90% de los indígenas hacia el final de la conquista. Para ese punto, una estrategia militar contra los españoles tenía pocas probabilidades de triunfar.
Debido a la epidemia que se propagó por Tenochtitlán y las acciones tardías de Cuitláhuac, la ciudad cayó con mayor facilidad. Además, la superioridad de las armas basadas en pólvora significó una ventaja para el ejército español, de acuerdo con la CNDH.
El archivo histórico del gobierno mexicano revela que la captura de Cuauhtémoc también tuvo una estrategia política. El hecho de mantener prisionero al último tlatoani fue un golpe militar hacia el imperio mexica, también tuvo un usó contra la población indígena, porque así Cortés podía controlar cualquier intento de rebelión.
Al convertir a Cuauhtémoc en un rehén, el conquistador español mantuvo dóciles a los pocos militares que sobrevivieron. Además, utilizó la autoridad del tlatoani para manipular a la población antes de que pudiera reorganizarse e intentar un último ataque contra las tropas europeas.
El misterio detrás de la muerte de Cuauhtémoc
El último tlatoani de la civilización mexica encontró su final durante la conquista española, en 1521. La historia alrededor de su muerte aún genera debates respecto a la forma en que el conquistador, Hernán Cortés, ordenó la ejecución. Incluso algunos cronistas discuten el lugar exacto en el que depositaron sus restos.
El 13 de agosto de 1521, Cortés logró vencer a los aztecas, de acuerdo con los registros históricos de la CNDH. Una de las ambiciones más importantes del conquistador español era usar la información de Cuauhtémoc para encontrar el tesoro de Moctezuma, por eso, había mantenido con vida al último tlatoani.
Luego de negarse a responder a las preguntas de Cortés, el mexica fue torturado por soldados españoles. El sitio web del gobierno de México explica que Cuauhtémoc soportó el tormento como una prueba de valor. Incluso cuando los conquistadores quemaron sus pies, él nunca reveló la ubicación del oro y dijo: “¿Estoy en algún deleite o baño?”.
Años después, el tlatoani tuvo que vivir aprisionado por Cortés, quien lo obligó a sofocar cualquier intento de rebelión por parte de los mexicas. Cuando los comentarios de un presunto levantamiento llegaron a oídos de los españoles, el conquistador partió en una expedición a Honduras, el 12 de octubre de 1524. En el viaje, ordenó la ejecución de Cuauhtémoc.
Algunas fuentes oficiales, como el archivo histórico del gobierno mexicano, indican que el tlatoani fue ahorcado en un árbol, el 28 de febrero de 1525. Pero algunos historiadores concluyen en que fue decapitado en Itzamkánac, al suroeste del estado de Campeche. Los restos de Cuauhtémoc nunca fueron encontrados.