El juicio que se sigue en contra del ex secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, en el Tribunal Federal del Distrito Este de Nueva York, se encuentra ya en la recta final.
Precisamente en esta fase apareció en escena el que podría ser considerado como el testigo estelar de la fiscalía estadounidense, y quien también ya había colaborado en el juicio que se le siguió hace cuatro años al narcotraficante Joaquín “El Chapo” Guzmán y terminó en su sentencia a cadena perpetua.
Jesús “El Rey” Zambada García, hermano del “Mayo” Zambada, el gran narco que nunca ha sido detenido, aseguró este lunes 13 de febrero que pagó al menos 5 millones de dólares en 2006 al ex secretario cuando este dirgía la Agencia Federal de Investigaciones.
“El Rey” declaró que realizó dos pagos, uno de 3 millones de dólares y un segundo de 2 millones de dólares a García Luna en el elegante restaurante Champs Elysées de Reforma, a través del abogado Óscar Paredes Echegaray, que trabajaba también para el Cártel de Sinaloa.
Zambada detalló que pusieron los 3 millones de dólares “en un portafolios”, y en una maleta “de las que usan los deportistas”. El Rey se habría quedado en el bar, mientras Paredes subía las maletas a un privado del segundo piso.
De acuerdo con el testimonio de Zambada, minutos más tarde vio bajar a García Luna y a otras dos personas con las maletas. “El Rey” aseguró en su declaración que el abogado Paredes coordinó un segundo encuentro en ese lugar. En esa ocasión le habrían entregado los dos millones de dólares, e incluso funcionario y narcotraficante se habrían visto las caras e intercambiado un “mucho gusto”.
Zambada controló durante casi una década la entrada y salida de droga en el aeropuerto capitalino. Fue dueño absoluto de un hangar y almacenó toneladas de cocaína en bodegas repartidas a lo largo de la ciudad.
En el juicio ha hablado de pagos de cientos de miles de dólares a funcionarios federales de tiempos de Fox y de Calderón, así como a autoridades capitalinas durante los gobiernos de López Obrador y Marcelo Ebrard. En el juicio del Chapo involucró en sus declaraciones incluso al secretario de Hacienda de Salinas de Gortari, Pedro Aspe.
Sin embargo, “El Rey” nunca estableció por qué en 2012, al hablar de la narco corrupción ante los fiscales, mencionó a Aspe.
La mención del abogado Paredes fue llamativa, puesto que remite a un caso de agosto de 2010, cuando el litigante fue ejecutado en el bar Bengala, en Sonora casi esquina con avenida Chapultepec.
Paredes Echegaray era un abogado penalista y empresario hotelero que, al momento de su ejecución, tenía 45 años de edad. Era padre de Javier Paredes, quien fue secuestrado en 2008 —cuando era menor de edad— por presuntos integrantes de la banda criminal La Flor, también conocida como Los Petriciolet, una de las organizaciones de plagiarios más peligrosas de la capital en esa época.
Javier Paredes fue liberado tras el pago del rescate y Óscar Paredes figuraba como uno de los testigos en el caso contra varios miembros del grupo criminal, lo cual sembró la sospecha inicial de que su homicidio sería una venganza directa de La Flor, pues su hijo de reconoció a dos de sus integrantes: uno de ellos, Noé Robles Hernández, el mismo que estranguló al hijo del empresario Alejandro Martí.
Sin embargo, días después de los hechos, fuentes de la entonces Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) desestimaron dicha línea de investigación, pues Paredes no era un testigo clave contra los secuestradores.
Además, se indicó que la forma en que fue asesinado no correspondía al modus operandi de la banda de La Flor. Sumado a ello, compartieron un retrato hablado de quien pudo haber sido uno de sus asesinos que no compartía características con ninguno de los integrantes de “Los Petriciolet” registrados en ese entonces.
Y aunque se indicó que Óscar Paredes sí había sido amenazado previamente por el grupo de La Flor a través de mensajes de texto, la dependencia encabezada en ese entonces por Miguel Ángel Mancera señaló que el móvil de su ejecución pudo haber estado relacionado con sus actividades profesionales como abogado.
Además de la mención a Paredes, “El Rey” también señaló a Victor Hugo García, el sobrino de García Luna al que Zambada acusó de haber recibido 350 mil dólares para llevar a altos cargos operativos al que sería el gran enlace del Cártel de Sinaloa en la PGR y la Policía Federal, Édgar Enrique Bayardo.
Víctor Hugo García estableció una cercanísima relación con Bayardo. Eso lo recuerdan antiguos miembros de la AFI, la Policía Federal e incluso de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF).