Día del Amor: frases románticas para dedicar el 14 de febrero

El 14 de febrero es uno de los días más relevantes en el primer bimestre del año. En torno a la fecha giran todo tipo de rituales y expresiones relacionados con el amor y la amistad, por lo que las personas se predisponen a celebrar la festividad en pareja. Además de las obras de arte y las experiencias, uno de los vehículos más certeros para comunicar los sentimientos son las palabras.

A lo largo de la historia, diversos poetas y escritores han buscado expresar el sentimiento del amor a través de poemas y frases. Algunas han sido tan populares que se han convertido en objetos del marketing con el paso del tiempo; no obstante, existen otras menos reconocidas en cuyas líneas también ha quedado plasmada la percepción en torno a un sentir universal.

“Si te quiero es porque sos mi amor mi cómplice y todo, y en la calle codo a codo somos mucho más que dos”, Mario Benedetti.

“Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”, Julio Cortázar.

“Que alguien te haga sentir cosas sin ponerte un dedo encima, eso es de admirar”, Mario Benedetti.

“Te esperaré a las cuatro de la tarde en el lugar de siempre. Cualquier día de estos. Mañana, el lunes, el martes... Yo estaré allí, aguardándote, creyendo”, Jaime Sabines.

“Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos”, Julio Cortázar.

“Vuélveme tu suspiro y subiré y bajaré de tu pecho, me enredaré en tu corazón, saldré al aire para volver a entrar”, Gabriela Mistral.

“Quiero aprender tu risa como he aprendido ya tu andar y tu mirada”, Jaime Sabines.

“Sólo nosotros sabemos estar distantemente juntos”, Julio Cortázar.

“El amor es intensidad y por esto es una distensión del tiempo; estira los minutos y los alarga como siglos”, Octavio Paz.

“Nadie nos advirtió que extrañar es el costo que tienen los buenos momentos”, Mario Benedetti.

“En silencio la rosa habla de ti”, José Emilio Pacheco.

“Pobre amor el que de pensamiento se alimenta”, Julio Cortázar.

“Y para estar total, completa, absolutamente enamorado, hay que tener plena consciencia de que uno también es querido, que uno también inspira amor”, Mario Benedetti.

“Del sí al no, ¿Cuántos quizá?”, Julio Cortázar.

“Sé que voy a quererte sin preguntas, sé que vas a quererme sin respuestas”, Mario Benedetti.

“¿Qué quieres? El amor pide calle, pide viento, no sabe morir en soledad”, Julio Cortázar.

“Dame la mano y danzaremos, dame la mano y me amarás. Como una sola flor seremos, como una flor y nada más”, Gabriela Mistral.

“Cinco minutos bastan para soñar toda una vida. Así de relativo es el tiempo”, Mario Benedetti.

“No tienes tú la culpa si en tus manos mi amor se deshojó como una rosa; vendrá la primavera y habrá flores... el tronco seco dará nuevas hojas”, Alfonsina Storni.

“Si la personalidad humana no adquiere toda su fuerza, toda su potencia, entre las cuales lo lúdico y lo erótico son pulsiones fundamentales, ninguna revolución va a cumplir su camino”, Julio Cortázar.

“Cada vez que te enamores no expliques a nadie nada, deja que el amor te invada sin entrar en pormenores”, Mario Benedetti.

“La antigua fascinación perdura siempre”, Julio Cortázar.

“El amor es una enfermedad en un mundo en que lo único natural es el odio”, José Emilio Pacheco.

“Lo que mucha gente llama amar consiste en elegir a una mujer y casarse con ella. La eligen, te lo juro, los he visto”, Julio Cortázar.

“Una mano invisible acaricia calladamente la pulpa triste de los mundos rodantes. Alguien, a quien no comprendo, me macera el corazón de dulzura”, Alfonsina Storni.

“Si el corazón se aburre de querer ¿para qué sirve?”, Mario Benedetti.

“Lo verdaderamente nuevo da miedo o maravilla”, Julio Cortázar.

“Hay besos que pronuncian por si solos la sentencia de amor condenatoria, hay besos que se dan con la mirada, hay besos que se dan con la memoria”, Gabriela Mistral.

“Todo hay que volver a inventarlo, el amor no tiene por qué ser una excepción”, Julio Cortázar.

“El amor no es repetición. Cada acto de amor es un ciclo en sí mismo, una órbita cerrada en su propio ritual”, Mario Benedetti.