Ante la reapertura del caso de Luis Donaldo Colosio por la Fiscalía General de la República (FGR), se han originado suspicacias. Especialmente después de que la Fiscalía llamara a testificar a los abogados de Mario Aburto Martínez en 1994.
Especialmente ahora que ha trascendido que las pesquisas estarían apuntando a Manlio Fabio Beltrones, político priista, y su actuación durante la aprehensión de Mario Aburto, quien se encuentra purgando una sentencia de 45 años en la cárcel.
De acuerdo con el medio Milenio, quien entrevistó a los abogados Xavier Alfonso Carvajal Machado y Marco Antonio Mackliz Mercado, y cuatro testigos llamados por la FGR, aseguraron que las preguntas estaban inclinadas a conocer información sobre Beltrones y el jefe de escoltas de Colosio al ser presentado Mario Aburto ante la Procuraduría General de la República (PGR) en el estado de Tijuana.
Ya que el motivo por el que se dio la apertura del caso fue por el alegato de Aburto de haber sido torturado durante su aprehensión fuera de las instalaciones.
Entre los interrogados, estuvo el ex procurador de Derechos Humanos de Baja Califormnia, José Luis Pérez Canchola, quien reiteró que al verlo detenido, estaba golpeado y “lo envolvieron en un colchón estando inconsciente”.
Manlio Fabio Beltrones era gobernador del estado de Sonora y se encontraba de gira en Hermosillo. Tras el asesinato, se dirigió a Tijuana por órdenes de Carlos Salinas de Gortari, presidente de México en esos años. De acuerdo con versiones, fue de los primeros en encontrarse con Aburto.
En el expediente público del caso Colosio, se indica que Beltrones declaró a la extinta PGR que no conocía que Colosio tenía algun enemigo, pero que antes de que sucediera el magnicidio había expresado su desconfianza en el cuerpo de escoltas del excandidato.
Declaró también que al llegar a las oficinas de la PGR en Tijuana, ya no se encontraba Aburto en el estado. Por lo que de este modo negó haber sido el primero en interrogar a Aburto, teoría que lo ha perseguido a lo largo de los años.
Por otro lado, Aburto ha señalado que el priista sí estuvo presente durante la detención y que lo habían llevado de las instalciones de la PGR para trasladarlo a otro inmueble en la zona de Playas de Tijuana donde lo habría torturado.
Luis Donaldo Colosio recibió dos balazos el 23 de marzo de 1994, cuando se encontraba en un mitin saludando a la multitud en el barrio popular de Lomas Taurinas en Tijuana, Baja California, presuntamente a manos de Mario Aburto.
Carvajal Machado y Mackliz Mercado, los abogados que fungieron como defensores del detenido, señalado como el asesino material de Colosio, asistieron miércoles y jueves a las instalaciones de la FGR para declarar acerca de los hechos.
Pero los dos se mostraron confusos y un tanto desconfiados ante los motivos y forma de proceder de la Fiscalía, ya que el alegato de tortura se encuentra dentro de la averiguación previa numero 2080/94 y no en una nueva.
“Es un citatorio que se encuentra dentro de una averiguación previa que fue formulada en contra de Mario Aburto Martínez el 23 de marzo de 1994 con motivo del asesinato de Colosio, pero no me explico por qué se trata de esta averiguación previa que están reabriendo y no una nueva investigación”, dijo a los medios Carbajal Machado.
También acusó que se trataría de un distractor por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), “pues con el ánimo de buscar cómo encontrar responsables de gobiernos anteriores, quiere involucrar personas que hayan incidido en ese caso”.
Mientras, para Mackliz Mercado “el caso Colosio ya es un caso cerrado”, pues argumentó que hay los elementos suficientes para declararlo así ya que la detención se hizo en flagrancia del delito. Incluso alegó que las lesiones que presentaba no fueron causadas en sus interrogatorios. Además, también aseguraron no haber visto las presuntas torturas.