Diana Espinoza Aguilar, cuyo romance con Rafael Caro Quintero inició dentro de los muros del penal de Puente Grande en 2010, anunció el fin de su matrimonio con el capo fundador del Cártel de Guadalajara.
En una entrevista con Ahtziri Cárdenas para Univisión Noticias, la exreina de belleza reveló que se divorciará del “Príncipe” para cuidar de sus tres hijos, quienes han sido objeto de “humillaciones” y múltiples señalamientos debido a la trayectoria criminal de Caro Quintero.
“Necesito que sepan que yo me separo de Rafael, él se queda en libertad, yo también me quedo en libertad, yo tengo tres hijos que me necesitan muchísimo, que necesitan que esté con ellos en todos los aspectos”, dijo Diana Espinoza, quien es conocida también como Altagracia Espinoza.
De los tres hijos que tiene Espinoza Aguilar, sólo uno es hijo también de Rafael Caro Quintero. Se trata de un niño que, a la fecha de esta publicación, tiene nueve años y nació mientras el otrora jefe del Cártel de Caborca seguía en prisión. El pequeño, cuya identidad no ha sido revelada, fue registrado en el penal de Jalisco.
Según los testimonios de la entrevistada, el hijo que tuvo con el jefe criminal incluso fue el objetivo de un intento de secuestro, además de que ha sido discriminado al punto de no permitirle el acceso a algunas escuelas.
“Hubo una escuela donde tuve que decir que era discriminación y que me sentaría a esperar a la directora para que me explicara el por qué no podían recibir al niño”.
Actualmente, según reportó Ahtziri Cárdenas, la relación entre Rafael Caro Quintero y su pequeño hijo es muy cercana, pues este lo visita con frecuencia en el penal del Altiplano, en Almoloya de Juárez, Estado de México, a donde fue ingresado tras su captura el 15 de julio de 2022.
Espinoza Aguilar fue ingresada al Reclusorio Femenil de Jalisco en 2008, acusada por cargos de operaciones con recursos de procedencia ilícita, delincuencia organizada y portación de armas exclusivas del Ejército. En aquel entonces, era esposa de Ever Villafaña Martínez, un capo colombiano de alto rango que mantenía nexos con el Cártel de los Beltrán Leyva.
En 2010 fue ganadora de un certamen de belleza al interior del complejo de Puente Grande que fue televisado por Univisión. Fue en ese entonces que llamó la atención de Rafael Caro Quintero, quien había llegado a dicho centro carcelario en 2007. Ambos se conocieron gracias a Eli Castro, una famosa conductora de televisión de Guadalajara.
Diana Espinoza fue absuelta en 2011 de los cargos que le habían sido imputados y Caro Quintero fue liberado gracias a un amparo el 9 de agosto de 2013. Se casaron el 13 de julio de 2016 en Sinaloa, pero ella siguió viviendo en Guadalajara y se veían cuando las condiciones de seguridad eran idóneas, pues para ese entonces “El Príncipe” ya era un prófugo perseguido tanto por México como por Estados Unidos.
La demanda de divorcio entre Espinoza Aguilar y Caro Quintero, según reportó la citada periodista, fue presentada ante un juez de lo familiar en el estado de Jalisco a mediados de enero de 2023 y fue de mutuo acuerdo.
Caro Quintero negó su participación en el asesinato de “Kiki” Camarena
En su conversación con la periodista, Diana Espinoza también dio a conocer algunos detalles sobre confesiones que le hizo su aún esposo respecto al homicidio de Enrique “Kiki” Camarena, agente de la DEA asesinado en febrero de 1985.
“Él me platicaba que llegó, no sabía qué estaba pasando, les dijo que no quería saber nada y que él no fue cómplice ni partícipe de algo como eso”, fueron las declaraciones de la exreina de belleza.
Camarena Salazar se infiltró en las filas del Cártel de Guadalajara como agricultor en 1981. Gracias a su participación, el Ejército logró destruir una imponente plantación de marihuana en 1984 que le generaba a Caro Quintero alrededor de 8.000 millones de dólares.
Según la versión oficial, los capos buscaron venganza tras el operativo y Rafael Caro Quintero habría ordenado el secuestro de “Kiki” Camarena. El 7 de febrero fue privado de su libertad a plena luz del día por agentes de la extinta Dirección Federal de Seguridad, la cual tenía nexos con los líderes del cártel (Caro Quintero, Ernesto Fonseca y Miguel Ángel Félix Gallardo).
Al agente de la DEA lo llevaron a una casa, propiedad del “Príncipe”, en la colonia Jardines del Bosque, en Guadalajara, donde lo torturaron por más de un día. Cuando las atroces agresiones dejaron a Camarena en coma, sus verdugos terminaron con su vida golpeándolo en la cabeza.
Su cuerpo fue encontrado en Michoacán el 5 de febrero de ese año. Hasta la fecha, Caro Quintero no ha sido juzgado por dicho crimen, en el cual se presume que tuvo un alto grado de participación.