La mañana del pasado martes 7 de febrero se registró un microsismo de magnitud 1.5 en la Alcaldía Coyoacán de la Ciudad de México. De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN) el epicentro de dicho movimiento telúrico fue 3 kilómetros al suroeste de dicha demarcación, cerca del cruce entre las avenidas Insurgentes y Copilco.
Aunque el microsismo no ameritó la activación de la alerta sísmica, su ligera percepción por parte de algunos capitalinos volvió a avivar el temor que terremotos como el de 1985 o el de 2017 han dejado en la memoria colectiva de los habitantes de la capital mexicana.
No obstante, los sismos están lejos de ser fenómenos aislados en México pues diversos estudios han constatado el alto potencial sísmico que tiene el país y en especial la capital, tal y como se explicó en un reporte especial realizado por el Servicio Sismológico Nacional (SSN) de la Máxima Casa de Estudios.
¿Por qué tiembla en la Ciudad de México? La UNAM responde
De acuerdo con información del Servicio Sismológico Nacional (SSN) la capital mexicana se ubica en la Cuenca de México, misma que se sitúa sobre uno de los más importantes rasgos fisiográficos del país: la Faja Volcánica Trans-Mexicana (FVTM).
La Cuenca de México se localiza en la parte central de la Faja Volcánica Trans-Mexicana y está completamente rodeadas por montañas donde dominan los edificios volcánicos más importantes como el Popocatépetl, el Iztaccíhuatl, el Ajusco y en el Estado de México, el Nevado de Toluca.
“Por lo regular la actividad sísmica de la Cuenca de México y su vecindad es poco numerosa y de baja magnitud. Sin embargo, sí se llegan a registrar varios sismos al año”, detalló el reporte del Servicio Sismológico Nacional (SSN) de la Máxima Casa de Estudios.
Los eventos registrados dan indicios de que la mayor parte de la actividad sísmica local se concentra en los márgenes de la Cuenca de México. No obstante, se han llegado a registrar eventos importantes en las cercanías de la misma, como ocurrió en 1912 en Acambay, Estado de México.
Respecto al origen de los sismos en la región, el Servicio Sismológico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) explicó que son generados por el reactivamiento de antiguas fallas geológicas. También se considera que estos eventos pueden ocurrir como resultado de la acumulación tensión regional o que el hundimiento del Valle de México podría originar tensiones que, si bien no generan propiamente los sismos, sí pudieran dispararlos.
Asimismo, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) detalló que la Cuenca de México tiene una geología y tectónica compleja, por lo cual no es de extrañarse la ocurrencia de sismos de pequeñas magnitudes en la zona. Del mismo modo, se explicó que el número de réplicas puede variar desde unos cuantos hasta cientos de eventos en los próximos días o semanas de ocurrido el temblor principal. Sin embargo, los sismos que tienen su epicentro en la zona geográfica que comprende la Cuenca de México, por su tamaño mismo, rara vez presentan réplicas.
Por su parte, el Gobierno de la Ciudad de México, a través de su unidad de Protección Civil ha informado que el riesgo sísmico en la capital mexicana varía mucho de una zona a otra debido a la heterogeneidad y comportamiento de los suelos, así como a la diversidad de los asentamientos humanos.
Cabe recordar que la República Mexicana se caracteriza geológicamente por su gran actividad sísmica y volcánica pues está ubicada en el llamado Cinturón de Fuego, donde se registra gran parte de los movimientos telúricos a nivel mundial. México se encuentra en la Placa Norteamericana, limitando en su porción sur y oeste con las placas de Cocos, Rivera y del Pacífico.