Un niño de dos años de edad falleció en el municipio de Cajeme, Sonora, debido a que la bolsa de aire del vehículo en el que iba junto a su abuela “explotó” en su cara, presuntamente sin motivo.
La Fiscalía General del Estado de Sonora (FGES) informó que ya se estaba encargando de investigar el deceso del menor, identificado como Carlos Lorenzo, registrada en Ciudad Obregón este martes 07 de febrero.
En el reporte de la dependencia se detalla que el menor de edad iba sentado en el regazo de una “persona adulta” en el asiento delantero de un vehículo, cuando las bolsas de aire se activaron golpeando a ambos; al menor directamente en la cara.
“La mujer, con el conductor, se trasladaron a una farmacia cercana a solicitar auxilio en el consultorio, pero había fallecido. Se mantienen las indagatorias”, detalló la Fiscalía de Sonora.
Trascendió que los hechos ocurrieron cerca de las 11:50 horas, en la calle No Reelección, casi esquina con Bartolomé Delgado de la colonia Las Haciendas.
Supuestamente mientras iban en automóvil para hacer un viaje familiar se activaron sin motivo las bolsas de aire, debido a que el niño iba sentado enfrente con su abuela recibió el impacto directamente, causándole la muerte.
Ante lo ocurrido elementos de la Fiscalía arribaron para hacer el levantamiento del cuerpo y trasladarlo hasta el Servicio Médico Forense (Semefo) para practicarle la autopsia de ley, así como para levantar las indagatorias correspondientes e integrarlas en una carpeta de investigación.
Cabe señalar que la mayoría de automóviles cuenta con bolsas de aire (hay laterales, frontales o en ambos) que tienen el objetivo de proteger al conductor y copiloto de choques, amortiguando la cabeza y cuello, por lo que suelen activarse ante impactos, evitando que los pasajeros se golpeen contra el volante, tablero o incluso salgan por el parabrisas en caso de no portar el cinturón de seguridad.
Dichas bolsas de aire pueden salvar la vida en un accidente; sin embargo, están diseñadas para adultos, por lo que podrían tener resultados adversos en pasajeros menores edad, quienes tienen peso y tamaño completamente distintos.
“Debido a que las bolsas de aire se despliegan muy rápidamente, pueden ocurrir lesiones graves, o a veces lesiones fatales, si el conductor o pasajero entran en contacto directo con la bolsa de aire o están demasiado cerca de ella”, indica el sitio de vehículos NHTSA.
De acuerdo con una marca de vehículos, las bolsas de aire suelen inflarse en cuento el vehículo disminuye su velocidad drásticamente como resultado de un impacto. Posteriormente comienzan a desinflarse en cuanto la persona hace contacto con ellos. Es de apuntar que la tecnología de los sensores puede variar entre cada marca pero el funcionamiento por lo general es el mismo.
Por otro lado, se recomienda que los menores de 13 años de edad viajen en el asiento trasero y para bebés y niños pequeños existen asientos a su tamaño que se montan en la parte trasera; cuentan con su propio cinturón de seguridad para evitar que en un accidente vehicular resulten heridos.
En México, el más reciente registro de fallas en bolsas de aire fue dado en 2021 por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), sobre algunos modelos de Volkswagen.
El fabricante detectó “que existe la posibilidad de que las ‘airbags’ situadas en el lado del conductor y/o copiloto, en caso de un accidente con la activación de las mismas, la carcasa del generador de gas pudiera estallar y desprender fragmentos, pudiendo causar lesiones a los ocupantes del vehículo”.
Ante ello, la propia empresa llamó a sus clientes a asistir a los talleres para que se les hicieran las reparaciones correspondientes. Desde entonces no se han reportado otras fallas en estos elementos de seguridad.