De maestra de primaria a jueza en una entidad de alta violencia, así fue el camino de Norma Piña a la Suprema Corte

El lunes 2 de enero de 2023, la ministra Norma Lucía Piña Hernández se convirtió en la primera mujer en presidir a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), luego de iniciar su carrera en el Poder Judicial en 1988, donde inició como Secretaria Proyectista en el Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito.

La ministra acumula desde entonces casi 35 años de carrera judicial y su primer nombramiento como jueza lo obtuvo por oposición en 1998, cuando fue asignada al Juzgado Tercero de Distrito en el Estado de Morelos, cuando dicha entidad atravesaba una ola de violencia y secuestros.

De acuerdo con datos recogidos por La Jornada, solo de 1994 a 1997 en Morelos se registraron al menos 400 secuestros. Gran parte de esas privaciones ilegales de la libertad eran atribuídas a la banda de los Arizmendi, comandada por Daniel Arizmendi, alias El Mochaorejas, un antiguo policía judicial de esa entidad.

Norma Lucía Piña Hernández llegó como jueza a una entidad convulsionada por la inseguridad, donde las víctimas temían denunciar por miedo a las amenazas de represalias por parte de los criminales.

Antes de iniciar sus estudios de Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1979, Piña Hernández se formó como profesora de Educación Primaria en la Escuela Nacional de Maestros. Mientras trabajaba como maestra en una escuela de educación básica solventaba sus estudios universitarios.

Al tiempo que fue ampliando su preparación académica fue escalando posiciones como jueza y posteriormente como magistrada, hasta que en 2012 fue propuesta en la terna para llegar a la Suprema Corte.

Cuando Norma Lucía Piña Hernández compareció ante el Senado de la República advirtió que las decisiones de los jueces constitucionales deben estar inspiradas en la imparcialidad y sus criterios no pueden ser “sesgados en favor o en contra de alguna de las partes”. 

Sostuvo desde aquél entonces que las sentencias tienen que “hacer realidad la justicia en una nación pluricultural”, que “eviten el activismo judicial y que no olviden que el primer deber del juez es actuar conforme a derecho y de manera prudente”.

Durante casi una década la ministra se desempeñó, según sus colegas, de manera coherente a sus principios y con un estilo prudente, pues nunca se le involucró en ninguna polémica. Hasta que en enero de 2023 ganó la votación para presidir el Pleno durante los siguientes cuatro años, tras lo cual, podría culminar su trayectoria de casi cuatro décadas en el Poder Judicial.

En su conferencia matutina de este 8 de febrero, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador declaró que la ministra Norma Lucía Piña llegó a la presidencia del máximo tribunal gracias a él.

“O sea, la señora presidenta de la Corte, para hablar en plata, está por mí de presidenta”, sostuvo el ejecutivo federal esta mañana y explicó que él ha sido precursor de la autonomía del Poder judicial.

López Obrador aseguró que con su gobierno se acabó la tradición en el que el presidente de la República, de manera discrecional, dictaba la línea para elegir a los presidentes de la Suprema Corte, además de otros cargos. Señaló que era costumbre arraigada en la política mexicana desde muchas décadas atrás.

“Le atribuyen a la regla al presidente de Veracruz, una gente honesta, don Adolfo Ruiz Cortines. No, es Porfirio Díaz el creador de esto, esta regla de oro, el presidente nombra a todos los funcionarios federales, a los gobernadores, diputados, senadores, y los gobernadores a los presidentes municipales, diputados locales, tribunal superior de justicia de los estados. Bueno, eso todavía está, porque esto es un proceso que tiene que ir cambiando”, expuso el mandatario federal.